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Se fue de México cansada de la corrupción y al regresar la reciben de la peor forma

Foto: Twitter vía @ismene9999

Una mujer identificada en Twitter como @ismene9999 documentó en su cuenta de Twitter cómo fue que, al regresar a México, pues vive en Suecia desde hace tres años, fue recibida por un acto de corrupción en Aduanas, y al tratar de oponerse le fue peor.

Fue el pasado 28 de enero cuando hizo su post en el que indicó que llegó a Phoenix, Arizona, y desde ahí viajó en autobús a Hermosillo “en el camión 295 de transportes TUFESA”, y luego indicó: “en cuanto crucé la frontera de Estados Unidos todo fue turbio”

Entonces dijo que alrededor de las 19:45 horas el camión se estacionó en la aduana de Nogales, Sonora, y se subió un hombre: “muy tranquilo preguntó si estaban de acuerdo en pagar $5 dólares por pasajero para evitar la revisión de las maletas. Me hirvió la sangre de coraje e indignación. Ni bien llego al país y salen con esta corrupción descarada. Se ve que lo hacen a diario”.

“La gente empezó a sacar el dinero y él avanzó por todo el pasillo sin pena alguna hasta el fondo del camión recogiendo a manos llenas el dinero. ‘No traigo dinero y no voy a pagar’ le dije en voz alta’. ‘¿No traes nada? ¿Ni un dólar?’, insistió. ‘No, no traigo nada’”, continuó la mujer.

Enseguida señaló que el sujeto continuó recogiendo el dinero y luego entre él y el chofer acordaron a bajar con otros ocho hombres para simular que se llevaba a cabo la revisión, por lo que ella reaccionó enojada: “emperrada me paré y les dije: ‘yo no voy a pagar nada y voy a bajar mis maletas para revisión’. La señora de enfrente de mi asiento me dijo sin voltear a verme, yo te pago y estiró su mano con los cinco dólares”.

“No señora. Estoy harta. Me fui del país por este cochinero y regreso y está peor, no lo voy a tolerar. Por eso las cosas siguen igual”, fue su reacción.

Cuando bajó de autobús pidió que checaran su equipaje, pero el hombre le dijo que ella sola sacara su maleta, la cual se encontraba debajo de todas, al ser ella la primera en abordar el autobús.

Según su narración, le pidió ayuda a un soldado para que bajaran las otras maletas, pero él se mostró indiferente ante su petición y le aseguró que sí revisarían sus maletas. Cuando comenzaron el proceso, ella comenzó a documentar todo con video y fotos, entonces el que cobró el dinero le pidió ayuda al uniformado porque lo estaban grabando.

Así que ocurrió lo que todos sabemos: “el soldado sí lo respaldó: ‘¿señora, está grabando? ¿Por? Está prohibido grabar mire, aplica una multa’, me dijo señalando un letrero”, por lo que ella reclamó: “¿Ah conmigo si se pone muy picudo, muy legal, pero se queda callado para cobrar por no revisar?”.

Finalmente, la mujer reflexionó: “Tuve miedo de que me sembrarán algo. Me quedé viendo mi maleta hasta que cerraron la puerta del maletero. Una no queda tranquila, ni segura. Así fue la bienvenida a mí país. Recordé por qué me cansé, por qué me fui. Mis regresos son por la gente que amo”.

De acuerdo con Blanca Lilia Ibarra Cadena, comisionada presidenta del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) el año pasado el 14.7 % de la población que tuvo algún contacto con servidoras o servidores públicos experimentó actos de corrupción y el 83 % de la población consideró frecuentes los actos de corrupción en el gobierno.

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