Existe aunque no se vea y no es contagioso (tampoco por vía sexual)

Los brotes o fases activas de esta enfermedad pueden provocar daños irreversibles

Los síntomas son heterogéneos y pueden aparecer o desaparecer, por eso es difícil diagnosticar. (Foto: Getty Images)

El lupus es una enfermedad autoinmune crónica, incurable y poco frecuente, que afecta globalmente a 40-100 personas de cada 100.000, alcanzando la cifra de cinco millones de pacientes en todo el mundo. De los cuales, 9 de cada 10 son mujeres, en edad fértil.

El 70 por ciento de los casos de lupus corresponden al Lupus Erimatoso Sistémico (LES), la forma más grave de esta patología.

La causa exacta del lupus se desconoce, aunque se sabe que la herencia, factores ambientales y ciertos cambios hormonales juegan un papel importante.

Su evolución es progresiva y afecta a todo el organismo. Sobre todo a órganos vitales como corazón, pulmones y riñones; pero también repercute en la piel, articulaciones, vasos sanguíneos y sistema nervioso central.

El estrés es un factor desencadenante que deriva en ataques de ansiedad y la depresión. ¡Tómate un respiro! (Foto: Getty Images)

Los síntomas más comunes son el dolor articular, la fatiga debilitante y la erupción facial con forma de mariposa, debido a que en las personas con lupus eritematoso sistémico (LES), los anticuerpos producidos por el sistema inmune atacan tejidos sanos, células y órganos como el cerebro, el corazón o los riñones.

Otros de los síntomas que afectan a las personas con lupus son la disminución o aumento de peso, la sequedad en la piel y las mucosas, los problemas hematológicos y los eritemas producidos por el sol. También se pueden identificar lesiones inespecíficas como la alopecia o la fotosensibilidad.

Por su parte, la afectación renal o nefropatía lúpica es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad que puede aparecer en el 30-50 por ciento de los casos.

Sin embargo, a pesar de la importancia del lupus, en la sociedad actual todavía existe un alto grado de desconocimiento, conceptos equivocados y un estigma social en torno a ello en la población general. Así se extrae de los resultados de una encuesta realizada a nivel mundial por GSK y avalada por la World Lupus Federation (WLF) en la que han participado 16.911 encuestados mayores de edad de 16 países

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En ocasiones tiene un curso más benigno y sólo afecta a la piel. (Foto: Getty Images)

Aunque en España, el grado de conocimiento del lupus es mayor, ya que un 75 por ciento de los encuestados es consciente de que el lupus es una enfermedad, los resultados reflejan un estigma social, desconocimiento y conceptos equivocados en torno al lupus.

Un 36 por ciento de la población global no es consciente de que el lupus es una enfermedad, y un 11 por ciento considera el lupus como un tipo de bacteria, menos frecuente que la meningitis.

Algo similar sucede en torno a los síntomas asociados a esta patología, y aunque la mayoría de los encuestados asociaron el lupus con afecciones de la piel, el corazón y las articulaciones, casi ninguna sabía que puede afectar también al pelo; y con los aspectos que contribuyen al desarrollo de esta enfermedad, ya que un 36% de los encuestados desconocían estos factores que, según los científicos, corresponden a cuestiones hormonales, genéticas y medioambientales.

En este sentido, el tener un escaso conocimiento relativo al lupus se traduce, por lo general, en cierto estigma social, ya que a pesar de que el lupus no es una enfermedad contagiosa, son muchas las personas que consideran que el contacto con un paciente que sufra esta enfermedad podría hacer que se transmitiera.

Así, un 13 por ciento de la población global considera que mantener relaciones sexuales sin protección contribuye a desarrollar lupus.

Esta falsa creencia acerca del contagio del lupus hace que la gente que comparte actividades con personas que padecen esta enfermedad no se sientan cómodas con ellos. De hecho, gran parte de los encuestados no se sentirían cómodos abrazando, estrechando la mano, compartiendo comida o sentándose al lado de una persona afectada de lupus.

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La fatiga y el dolor en músculos y articulaciones son señales de alarma. (Foto: Getty Images)

Por eso los enfermos de LES necesitan mucho autocontrol y paciencia. Primero para aceptar su enfermedad, el miedo que genera en uno mismo y en los demás y las reacciones de los allegados. Y después, tener la fuerza para sobrellevar los síntomas y el tratamiento sin que limite tu vida.

Desde la Federación Española de Lupus (Felupus) aclaran que el lupus no es contagioso por ninguna vía: no se trasmite por aire, ni por saliva, ni por sexo. Por lo general, se puede llevar una vida sexual plena y normal.

Aparte de la medicación, un enfermo de lupus tiene que llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio físico, eliminar los hábitos tóxicos como el alcohol y el tabaco, u otras drogas, y protegerse de los rayos ultravioleta del sol.

Y es que la protección solar es fundamental en todos los enfermos de lupus, tengan o no manifestaciones dermatológicas. Así se previenen lesiones cutáneas pero también la aparición de brotes en otras zonas, articulares (artritis), o serositis (inflamación de la serosa, o membrana que envuelve los órganos).

El tratamiento del lupus es bastante complejo y debe ser individualizado, pues siempre depende del tipo y gravedad de las manifestaciones, con el fin de conseguir mejoría con la menor toxicidad y evitar daño orgánico a largo plazo.

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