Se ha roto el huevo en el cartón, ¿hay que tirarlo?

Las hueveras de cartón suelen mantener los huevos en perfecto estado para poder trasladarlos cómodamente pero a veces no llevamos una desagradable sorpresa al abrir el envase. Cómo saber si un huevo está malo

Los huevos son seguros de comer si se cocinan y se manipulan de la manera apropiada. Acostúmbrate a revisar su estado antes de comerlos para evitar problemas digestivos. I(Foto: Getty)
Los huevos son seguros de comer si se cocinan y se manipulan de la manera apropiada. Acostúmbrate a revisar su estado antes de comerlos para evitar problemas digestivos. I(Foto: Getty)

Los huevos deben conservarse siempre refrigerados, y su duración es de aproximadamente 28 días desde la puesta. Se los considera extra frescos cuando se limita su plazo de consumo hasta 9 días.

Lo aconsejable es consumir sólo aquellos que estén con su cáscara bien limpia (sin materia fecal) y no rota, ya que si esta barrera de protección está dañada, la entrada de gérmenes estará asegurada.

De hecho, las bacterias pueden ingresar al huevo a través de las grietas que se formen en el cascarón. Nunca compres huevos que parezcan golpeados, podrían tener alguna fisura y estar contaminados; la cáscara contiene poros por los que pueden introducirse microorganismos.

Tal y como explica Miguel Ángel Lurueña, tecnólogo de los alimentos y autor del blog Gominolas de petróleo: “No es recomendable consumir los huevos que presentan grietas en su cáscara, ya que a través de ellas pueden penetrar microorganismos patógenos que podrían provocarnos diversas enfermedades”.

Reacciones adversas

Esto es muy importante tenerlo en cuenta, puesto que el huevo puede ser portador de gérmenes patógenos como salmonella (enteritidis), escherichia coli y estafilococos, cuyos principales síntomas en nuestro organismo son aquellos que afectan al tracto gastrointestinal.

El huevo se conserva, como máximo, tres semanas en la parte menos fría del frigorífico. Si detectas un huevo con la cáscara dañada, con mal aspecto o mal olor, descartalo. (Foto: Getty)
El huevo se conserva, como máximo, tres semanas en la parte menos fría del frigorífico. Si detectas un huevo con la cáscara dañada, con mal aspecto o mal olor, descartalo. (Foto: Getty)

En efecto, el huevo cuenta con una cutícula o capa que protege su interior de posibles bacterias como la salmonela o la listeria, que suelen aparecer en la superficie de la cáscara. Por ello, si un huevo presenta una cáscara rota o demasiado sucia, antes de consumirlo deberías asegurarte primero de que no se ha contaminado su interior.

Y es que los huevos son la fuente más frecuente de salmonelosis, la causa suele estar en restos de excremento de gallina que puedan quedar adheridos a la cáscara, si entran en contacto con el interior y si se toman en crudo. Por eso, el peor error que se puede cometer es lavar un huevo y guardarlo para comerlo varios días después. De hecho, no se deben limpiar, mucho menos con agua, deben dejarse intactos (a menos que se vayan a cocinar en el momento).

Si se rompe en el trayecto

Solo hay un posible caso en el que sería posible recuperar un huevo roto, si se rompe en el camino de la tienda a casa. La clave para recuperarlo sin peligro es hacerlo de inmediato. Nada más detectar el huevo roto, debes sacarlo cuidadosamente de la huevera y meterlo en un envase limpio. Tienes que taparlo bien, mantenerlo refrigerado y no esperar más de un día para tomarlo. Por cierto, lo ideal sería no almacenar le huevo roto (ni el resto del paquete) en la puerta del frigorífico; el movimiento de ésta perturba a la yema y la rompe.

En el resto de los casos, es mejor descartar los huevos sin tienen desperfectos. Además, es importante no utilizar los huevos rotos, con plumas pegadas o sucios con heces. Es mejor tirarlos a la basura. Si aparecen huevos así en la caja, es un fallo de la clasificadora en la cadena alimentaria”, explica la experta en seguridad alimentaria, Dolores Coll.

Cuando el huevo se parte en crudo, se considera que es viejo cuando su clara es muy fluida, muy líquida y su yema está aplastada y poco consistente. (Foto: Getty)
Cuando el huevo se parte en crudo, se considera que es viejo cuando su clara es muy fluida, muy líquida y su yema está aplastada y poco consistente. (Foto: Getty)

Los huevos se contaminan con las heces de las propias aves. La salmonela se queda en la cáscara. De ahí que la experta insista en que no hay que lavar nunca los huevos antes de meterlos en la nevera ya que, “como la cáscara es porosa, la humedad favorece la penetración de las bacterias al interior del huevo. También puede pasar al interior del huevo al ser cascado”. Sin embargo, si los huevos se rompen mientras se hierven, serán inocuos.

Con la punta hacia abajo y en frío

Conviene poner especial atención al observar los huevos ya que algunas grietas no se detectan a simple vista, sobre todo si han estado sometidos a cambios de temperatura.

Hay que evitar fluctuaciones de temperatura ya que los cambios provocan condensaciones en la cáscara que favorece un aumento de la humedad y, por tanto, una rápida multiplicación de patógenos. Puedes guardarlos unos 10 días en la nevera, en la zona destinadas para ello, con la parte puntiaguda hacia abajo, entre 1ºC y 4ºC. También debes tener en cuenta que la cáscara es porosa y, por tanto, pueden absorber olores de alimentos como el pescado o la cebolla.

Cuando se sumerge el huevo en agua, crudo y entero, y va hacia el fondo del recipiente, está fresco. Si se queda en el medio, puede que tenga ya una semana, pero si flota está poco fresco. (Foto: Getty)
Cuando se sumerge el huevo en agua, crudo y entero, y va hacia el fondo del recipiente, está fresco. Si se queda en el medio, puede que tenga ya una semana, pero si flota está poco fresco. (Foto: Getty)

Trucos para detectar un huevo en mal estado:

  • Pon el huevo al trasluz y agítalo de manera circular. Durante la rotación debes detectar que la yema, al trasluz, se mantiene en el centro.

  • Al partir el huevo, el aspecto de la clara debe ser gelatinoso y no debe presentar ningún tipo de impurezas o manchas.

  • Agitar el huevo que vayas a usar y comprobar si se escucha el sonido de líquido en su interior. Si es así, significa que ese huevo está en mal estado.

  • Si detectas mal olor, sin duda significa que el huevo está malo.

  • Introduce el huevo en un vaso de agua. Si flota está malo, si se hunde es un huevo fresco y está en buenas condiciones para su consumo. Esto sucede, nos cuentan desde la Granja San Rafael (en Marchena, Sevilla), porque su cámara de aire (espacio entre la cáscara y la clara, formada por membranas de protección) aumenta a medida que pasan los días, a más cámara de aire, el huevo flota y más viejo es”.

  • Si lo has cocido, la yema debe quedar centrada y compacta. Para comprarlo, hay que cortarlo en vertical, cuanto más centrada esté la yema, más fresco es el huevo; cuanto más de lado esté, menos fresco será.

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