La Semana Internacional de Cine de Valladolid cerró con dos premios para realizadores argentinos

La Semana Internacional de Cine de Valladolid cerró con dos premios para realizadores argentinos
Ivan Tome

La 66 Semana Internacional de Cine de Valladolid coronó al largometraje indio Last Film Show, de Pan Nalin, con la Espiga de Oro a la mejor película de la Selección Oficial Competitiva. El premio fue recibido de manos del realizador Juan José Campanella, como un signo de la fuerte presencia argentina en esta edición: con veinte películas en concurso, el cine nacional tuvo como representante a la reciente ganadora del Premio Sur, Las siamesas, el film de Paula Hernández que no conquistó ningún premio pese a la excelente repercusión en su pase en el Teatro Calderón.

Pero el cine argentino tuvo su revancha con la Espiga de Plata al cortometraje Mi última aventura, de Ramiro Sonzini y Ezequiel Salinas, y con el segundo premio de la sección Tiempo de Historia para el estreno mundial de Corsini interpreta a Blomberg y Maciel, del realizador Mariano Llinás. El director presentó además La Flor, su trabajo de 14 horas de duración que conquistó además el récord de ser la película más larga exhibida en toda la historia del festival.

La ceremonia, transmitida para todo el mundo por TVE internacional, fue un desfile de premios cuando todo comenzó con el lauro a la película danesa Persona non grata, que recibió la realizadora Lisa Jespersen por parte del jurado Punto de Encuentro y entre los que se destacó Las infantas, el mejor corto español que recibió la estatuilla de manos de la actriz argentina Romina Paula, como uno de los 39 galardones que se entregaron en la Seminci y que distinguieron también a títulos con las firmas de la española Neus Ballus, el suizo Frederic Baillif, el norteamericano Paul Schrader o el noruego Joachim Trier, entre otros.

Juan José Campanella entregando un premio en la gala de cierre de Seminci Semana Internacional de Cine de Valladolid
@Francisco J de las Heras


Juan José Campanella entregando un premio en la gala de cierre de Seminci Semana Internacional de Cine de Valladolid (@Francisco J de las Heras/)

La gala incluyó el agradecimiento al cine que lo formó como espectador por parte de Ezequiel Salinas al recoger su premio junto a Ramiro Sonzini, y tuvo como punto culminante el homenaje al gran director de fotografía Vittorio Storarom (Apocalypse Now, Reds y El último emperador, entre otras), quien recibió su Espiga de Honor de manos de Carlos Saura. Storarom y Saura realizaron siete largometrajes juntos, incluyendo Tango, no me dejes nunca, rodada en Buenos Aires y que significó la cuarta candidatura al Oscar como mejor película extranjera para la Argentina. El dúo presentó en la Seminci El rey de todo el mundo, la última película del director español que cumplirá el próximo enero 90 años y recibió una auténtica ovación en el Calderón: “ He sido bastante afortunado en mi carrera porque el primer premio a la trayectoria lo recibí a los 25 años. Era muy joven y me consideré muy afortunado porque no es un premio al finalizar una carrera, más bien se trata del reconocimiento a un recorrido que puede ser seguido por los discípulos. El lenguaje de la luz tiene el mismo potencial que la literatura, que trasluce el potencial de quien lo usa ”, dijo el fotógrafo antes de fundirse en un abrazo con Saura, recordando que su sociedad cumple sus bodas de plata desde que un set de filmación los reunió por primera vez en Flamenco.

Pero durante los ocho días del festival se vivieron jornadas de gran cine, en especial con los tributos brindados a grandes del cine español como Emilio Gutiérrez Caba, Mercedes Sampietro, José Coronado o Alex de la Iglesia, que recibieron también las Espigas de Honor que alzó Juan José Campanella en la gala de apertura y Storaro en la clausura: “El cine se compone de estas pequeñas historias, historias divertidísimas, historias maravillosas y momentos enternecedores y duros como el de una persona que lo daba todo por el cine y que en este momento lo recuerdo más que nunca”, dijo Alex de la Iglesia al recibir su premio recordando a Alex Angulo, quien murió en 2014 en un accidente de tránsito y fue actor de buena parte de su inicial filmografía.

El cine español también celebró los centenarios de Fernando Fernán Gómez y Luis García Berlanga, a través de sendos documentales que rescataron sus perfiles fundamentales para la historia del cine español y, sobre todo, a través de varios discursos clamó por la vuelta del público a las salas de cine, tal como concluyeron los empresarios locales en la jornada dedicada al tema, en una necesidad hoy con varias latitudes “Los participantes insisten en la necesidad de una enseñanza audiovisual a todos los niveles en nuestro país, incluido el universitario, que permita el nacimiento y captación de nuevos públicos que aseguren la asistencia a las salas cinematográficas”. Así, la Seminci concluyó con premios, cine y fiesta, pero también con profundos interrogantes de cara al futuro.