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Ni cafeína ni semen de toro, tomar esta bebida podría dañar tu corazón

Una lata de 500 mL de la mayoría de estas bebidas energéticas es de casi 75 gramos, el triple de todo el azúcar diario recomendado por la OMS. (Getty Images)
Una lata de 500 mL de la mayoría de estas bebidas energéticas es de casi 75 gramos, el triple de todo el azúcar diario recomendado por la OMS. (Getty Images)

Cuando el río suena es porque piedras trae.

Y al río de las bebidas energéticas cada día se le suman más ruidos que apuntan a que quizás no es la mejor elección cuando deseamos espabilarnos mientras calmamos la sed.

Investigaciones recién sacadas del horno por la Revista de Toxicología Química y de Alimentos encontró que las células cardiovasculares expuestas a algunas bebidas energéticas tienen reacciones inusitadas. En ocasiones aceleran las pulsaciones y en otras tienen efectos adversos para la función cardíaca.

Los científicos primero seleccionaron 17 marcas populares. Luego consiguieron muestras de células del corazón que se llaman cardiomiocitos. Y por último les "dieron de beber" cada una las bebidas para observar sus reacciones y hacer comparaciones.

Lo peor no es la cafeína

Para sorpresa de muchos, la cafeína no es la villana de la película, aunque las autoridades sanitarias estadounidenses han alertado que no existe información exacta sobre el nivel de cafeína que tienen ese tipo de bebidas. También aseguran que existe escasa evidencia que demuestre que realmente mejoran temporalmente el estado de alerta y la resistencia física de sus asiduos consumidores.

“No hay pruebas suficientes para demostrar que aumentan la fuerza o potencia. Pero lo que sí se sabe es que las bebidas energéticas pueden ser peligrosas porque contienen grandes cantidades de cafeína”, dijo el portal MediPlus de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Pero como si ya no fuera peligroso habituarse a las bebidas energéticas, los jóvenes las mezclan con alcohol, lo que aumenta los riesgos de manera exponencial. “Es peligroso combinar alcohol y cafeína. La cafeína puede interferir con su capacidad de reconocer lo borracho que está, lo que puede llevar a beber más. Esto también hace más probable el tomar malas decisiones”, agregó la publicación.

La taurina tampoco asusta

Otro compuesto que no encabezó la lista de las más nocivas fue la taurina, una molécula orgánica agregada a las bebidas energizantes y que ha sido con asociada con frecuencia al semen de toro.

Ese mito nació porque en los primeros experimentos realizados en el siglo 19 por sus descubridores, Friedrich Tiedemann y Leopold Gmelin, la molécula era extraída del semen o la bilis de toros.

Pero el boom de la taurina ocurrió la década de 1970 cuando los investigadores determinaron que es uno de los aminoácidos que aportan un alto contenido de proteínas en la leche materna y es clave para el desarrollo de la vista y el cerebro de los neonatos.

¿Y por qué la industria usa ese componente en las bebidas energéticas? La Clínica Mayo dijo que algunos estudios sugieren que los suplementos de taurina podrían mejorar el rendimiento deportivo y que, combinada con la cafeína, podría mejorar el rendimiento mental. Sin embargo, el portal médico sugiere prudencia porque son hallazgos polémicos y sin suficientes estudios adicionales que los confirmen.

¿De qué sustancias debemos cuidarnos?

Algunos cardiomiocitos enloquecieron con tres ingredientes comunes en este tipo de brebajes: la teofilina, la adenina y el azelato.

El problema es que como las bebidas energizantes son consideradas como refrescos no tienen una estricta supervisión y los fabricantes añaden los ingredientes a su antojo. Esa flexibilidad impide a los consumidores saber exactamente qué es lo que están tomando y en qué cantidad.

Tras las palabras "mezcla patentada" se esconde la receta exacta de sustancias que tienen el potencial de alterar tu sistema cardiovascular.

Otros estudios no utilizaron células sino valientes voluntarios que se prestaron para estudiar los efectos de esas bebidas en el cuerpo humano. Como el publicado por la Revista de la Asociación para el Corazón de Estados Unidos, que seleccionó a 34 individuos saludables entre 18 y 40 años para darles casi un litro de bebidas energizantes de marcas populares.

Al compararlos con los que tomaron placebo, los participantes que ingirieron bebidas energéticas tuvieron mayores intervalos QT, que es el tiempo que se toma las cámaras inferiores del corazón para prepararse para un latido, hasta 4 horas después de la toma.

Ese es un dato importante porque si el intervalo es demasiado corto o demasiado largo, pudiera causar arritmia, que son latidos irregulares del corazón.

Ese grupo también tuvo mayores niveles de tensión arterial.

Aunque los efectos observados fueron temporales y no lo suficientemente potentes para detener al corazón, los investigadores creen que debe evitarse tomar grandes cantidades de ese tipo de bebidas en un poco tiempo, sobre todo para los que tienen problemas cardiacos.

La Organización Mundial de la Salud sentó su postura y dijo que las bebidas energizantes representan un peligro potencial para la salud pública.

Las advertencias no hacen mella en los que desean un subidón de energía enlatado. Se estima que el 68% de los habitantes entre 10 y 18 años en la Unión Europea consumen bebidas energéticas. Y de ese grupo, el 12% reconoce un consumo "crónico alto" de 7 litros al mes.

Otra cifra preocupante es que el 18% de los niños entre 3 y 10 años también consume esas bebidas, en un momento de su desarrollo en el que exhiben un pico de su actividad. Y no son inventos ni exageraciones. Son cifras oficiales de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Parecen sordos al ruido de los ríos. El peligro es que un día se los lleve la corriente.

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