Septiembre 5 es la crónica de una mirada periodística ejemplar detrás de la tragedia
Septiembre 5 (September 5, Alemania-Estados Unidos/2024). Dirección: Tim Fehlbaum. Guion: Moritz Binder, Tim Fehlbaum y Alex David. Fotografía: Markus Förderer. Música: Lorenz Dangel. Edición: Hansjörg Weissbrich. Elenco: Peter Sasgaard, John Magaro, Ben Chaplin, Leonie Benesch. Distribuidora: UIP. Duración: 95 minutos. Calificación: solo apta para mayores de 13 años. Nuestra opinión: muy buena.
En el tramo final de 2024, cuando empezaba a ponerse en marcha la extensa temporada de premios que culminará el próximo domingo con la ceremonia del Oscar, Septiembre 5 aparecía ocupando lugares expectantes cada vez que se publicaba una lista sobre nombres y títulos con chances fundadas y genuinas de ganar.
Hoy queda muy poco de todo aquello. La Academia de Hollywood nominó a Septiembre 5 solo como aspirante al Oscar como mejor guión original, sin la mínima posibilidad de ganar. Y la ignoró de manera inexplicable dentro de la categoría en la que sin duda hubiese sido una cabal ganadora, edición.
Desde ese formidable trabajo de montaje empezamos a reconocer los méritos de una película que evoca al mismo tiempo un acontecimiento trágico de la historia del siglo XX y un momento decisivo en la evolución del periodismo profesional.
El hecho movilizante del relato es bien conocido. Lo que ocurrió el 5 de septiembre de 1972, cuando un comando de la organización Septiembre Negro, integrada por terroristas de origen palestino, ingresó por la fuerza en la Villa Olímpica de Munich mientras se desarrollaban los Juegos Olímpicos en esa ciudad alemana, ocupó el sector donde se alojaba la delegación israelí, mató allí a dos de sus integrantes y tomó como rehenes a 11 más. Todos ellos fueron asesinados pocas horas después en un aeropuerto cercano tras una fallida y tensa negociación con las autoridades germanas.
El cruento episodio es el telón de fondo del verdadero propósito del film: contar cómo el equipo periodístico deportivo enviado a Munich por la cadena estadounidense ABC vivió todo el episodio durante una cobertura en tiempo real que la historia del periodismo recordará para siempre. Por primera vez los Juegos Olímpicos se transmitían en vivo. También por primera vez una acción del terrorismo internacional pudo seguirse en vivo y en directo a través de la televisión.
Filmada con espíritu documental y una imagen en 16 mm y película antigua que recrea a la perfección aquel tiempo, Septiembre 5 es una admirable demostración de cómo el cine puede respirar dentro de un espacio cerrado (el estudio de TV instalado por ABC en Munich) y alcanzar desde allí la máxima tensión, sobre todo cuando el rumbo de los acontecimientos se altera a cada momento y hay que tomar decisiones contundentes con la cabeza fría cuando alrededor todo es incertidumbre y nadie sabe cómo anticiparse a lo que va a ocurrir.
En ese contexto casi insoportable, rodeados de equipos pesados, teléfonos de línea, trascendidos y especulaciones, queda a la vista lo más importante de Septiembre 5: la responsabilidad profesional de un equipo periodístico que se debate entre la convicción, el impulso, el oficio, los principios, la cautela y el riesgo.
La hoja de ruta elegida en esa ocasión por un equipo entrenado para las coberturas deportivas y obligado por las circunstancias a hacerse cargo de una transmisión histórica adquiere un valor especial desde la perspectiva actual. En Septiembre 5 vemos a un grupo de profesionales de los medios que se entusiasman, se apasionan, se comprometen y hasta cometen algún error muy sensible, pero siempre guiados por un compromiso y un sentido de responsabilidad que hoy muchas veces quedan de lado, subordinados a otras necesidades, sesgos, enfoques y declamaciones.
Peter Sasgaard, John Magaro y Ben Chaplin personifican de manera ejemplar a otros tantos ejecutivos y productores que en la realidad, a partir de lo aprendido en Munich 1972, hicieron mucho para mejorar y transformar la manera de seguir por TV algunos grandes acontecimientos, sobre todo deportivos. No todos parecen dispuestos hoy a seguirlos.