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Si este es tu grupo sanguíneo, la contaminación afecta más a tu salud

El aire que respiramos se vuelve más y más tóxico por momentos aumentando las probabilidades de padecer problemas de salud, y tu tipo de sangre podría empeorar la situación según una nueva investigación

Conocer tu grupo sanguíneo puede ayudarte a prevenir muchos problemas de salud como enfermedades respiratorias, alergias o enfermedades vasculares y mentales. (Foto: Getty)
Conocer tu grupo sanguíneo puede ayudarte a prevenir muchos problemas de salud como enfermedades respiratorias, alergias o enfermedades vasculares y mentales. (Foto: Getty)

Entre 15 minutos y 24 horas después de respirar aire contaminado, esas diminutas partículas se transfieren de nuestros pulmones al torrente circulatorio, acumulándose más en las zonas inflamadas de los vasos sanguíneos. Esas nanopartículas llegan a permaner hasta tres meses en el organismo. Por lo tanto, existe una clara asociación entre contaminación del aire y las enfermedades cardiovasculares.

Ahora, la cosa se complica más al descubrirse que las personas que tienen los tipos de sangre A, B o AB presentan un riesgo más elevado de sufrir un ataque cardíaco durante periodos de contaminación atmosférica significativa, en comparación con aquellos con el tipo de sangre O, según una nueva investigación del ‘Intermountain Medical Center Heart Institute’ y ‘Brigham Young University’ (BYU), en Estados Unidos.

El nuevo estudio vincula el aumento del riesgo de ataque al corazón asociado con la contaminación por partículas pequeñas, y un mayor riesgo de ataque cardíaco para personas con ciertos tipos de sangre que padecen enfermedad de la arteria coronaria. El gen ABO, que está presente en personas que tienen los tipos de sangre A, B y AB, es el único gen que ha sido validado en grandes evaluaciones internacionales para predecir enfermedades cardiovasculares.

Trabajos previos también han mostrado vínculos entre la contaminación con PM2.5 de partículas pequeñas y los problemas cardíacos, el ingreso al hospital con dolor torácico inestable, insuficiencia cardíaca y fibrilación auricular. Este nuevo estudio fue diseñado para construir y vincular esos hallazgos y probar la influencia de una variación: el impacto del tipo de sangre de un individuo.

Además de Madrid, unas 37 ciudades españolas superan los niveles recomendados de contaminación. Y esa ‘nube gris’ podría provocarte un ataque cardíaco. (Foto: Getty)
Además de Madrid, unas 37 ciudades españolas superan los niveles recomendados de contaminación. Y esa ‘nube gris’ podría provocarte un ataque cardíaco. (Foto: Getty)

“Nos preguntamos, si alguien tiene una variación específica en este gen ABO, ¿es más o menos probable que experimente un ataque al corazón en tiempos de mayor contaminación?”, cuenta el autor principal de esta investigación, Benjamin Horne, epidemiólogo clínico del estudio del ‘Intermountain Medical Center Heart Institute’, en Salt Lake City.

“La mutación primaria que estudiamos diferencia entre los tipos de sangre O y los no O, que incluye los tipos de sangre A, B y AB positivos y negativos. El que se ha encontrado en los estudios genéticos como de menor riesgo es O. Los otros tres tenían un riesgo más elevado”, añade este científico.

En España, estos grupos sanguíneos no son los más frecuentes en España, pero entre los tres los poseen un 45 por ciento de españoles. El más común de los más perjudiciales en nuestro país es el A+, que tiene un 34 por ciento de la población.

Se ha demostrado en grandes estudios internacionales que decenas de genes predicen la aparición de la enfermedad de la arteria coronaria en personas que están libres de la patología. Pero en realidad, la gran mayoría de las personas no tendrá un ataque cardíaco a menos que ya padezcan un trastorno de la arteria coronaria. Y para tranquilizarnos un poco más, los expertos afirman que tampoco hay certeza de un ataque al corazón, incluso con una enfermedad cardíaca.

Muchas enfermedades están causadas por la contaminación del aire; los contaminantes viajan desde los pulmones hasta el torrente sanguíneo. (Foto: Stockbyte/Getty Images)
Muchas enfermedades están causadas por la contaminación del aire; los contaminantes viajan desde los pulmones hasta el torrente sanguíneo. (Foto: Stockbyte/Getty Images)

“Tiene que tener otras características para que la enfermedad coronaria progrese a un ataque al corazón –apunta Horne–. La asociación entre los ataques al corazón y la contaminación en pacientes con sangre no O no es algo por lo que se deba entrar en pánico, pero es algo que debe tenerse en cuenta”.

Un umbral de 25 microgramos de contaminación por m3

Los investigadores del Instituto Cardiovascular del Centro Médico Intermountain ya habían identificado un nivel de contaminación en el cual el mayor riesgo ocurría para las personas con tipos de sangre no O, recuerda, y ese umbral es de 25 microgramos de contaminación por metro cúbico.

“Hace dos años publicamos hallazgos que demostraban que una vez que se supera ese límite, cada 10 microgramos adicionales de contaminación por metro cúbico de aire proporcionaban riesgos sustancialmente más altos –apunta–. A niveles superiores a 25 microgramos por metro cúbico de contaminación, el aumento del riesgo es lineal, mientras que por debajo de ese nivel hay poca o ninguna diferencia en el riesgo”.

Durante una inversión invernal, el nivel de contaminación de PM2.5 puede llegar ocasionalmente hasta 100 microgramos por metro cúbico, pero 50-60 es más típico.

Los investigadores encontraron que las personas con sangre tipo O también tienen mayor riesgo de ataque cardiaco o dolor torácico inestable en tiempos de alta contaminación del aire. Sin embargo, su nivel de riesgo es mucho menor, del 10 por ciento en lugar del 25 por ciento por cada 10 microgramos del tipo de sangre no O, destaca Horne. Entonces, a 65 microgramos por metro cúbico de contaminación, una persona con sangre tipo O se enfrenta a un riesgo un 40 por ciento mayor que si el aire no estuviera contaminado.

Sabiendo esto, para reducir riesgos, “las personas con este tipo de sangre deberían mantenerse fuera de la contaminación, hacer ejercicio en el interior y asegurarse de tomar sus medicamentos para el corazón”, recomienda Horne.

El resto también deberíamos tomar precauciones para no obligar a nuestro organismo a tragarse todo ese veneno que circula por ahí, ¿no crees?

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