Sin la casualidad Bruce Willis no sería de nuestros actores más queridos

Bruce Willis deja el cine. Qué noticia inesperada… ¿verdad? El comunicado sin dudas se siente en el ambiente como un cubo de agua fría, de esos que jamás hubiéramos imaginado leer a sus 67 años. Sobre todo por el motivo detrás de la retirada precipitada. Y es que según dieron a conocer “en familia” su exesposa Demi Moore y la actual, Emma Heming, así como sus hijas mayores, Rumer, Scout y Tallulah, el actor padece afasia, un desorden cerebral que puede afectar el habla, escritura, lectura y comunicación en general, y que “está impactando sus habilidades cognitivas”.

Desde entonces, los mensajes de cariño y fotos de sus personajes se agolpan en redes sociales, dejando en evidencia lo mucho que la noticia ha impactado al mundo y que Bruce Willis es, y será, uno de los actores más queridos por el público. Es decir, nunca habrá ganado un Óscar ni la crítica habrá sido muy benevolente a lo largo de su filmografía, pero ni falta le hizo. Supo ganarse el título de súper estrella y meterse al público en el bolsillo como pocos.

Sin embargo, ¿sabían que la casualidad fue la responsable de que hoy tenga un lugar especial en el recuerdo del mundo?

GUÍA | Los pasos que tienes que seguir para poder ver un post de Instagram no disponible por tus preferencias de privacidad

Nacido en Alemania en 1955 cuando su padre estadounidense cumplía su deber como soldado, Bruce Willis siempre tuvo el gusanillo de la actuación corriendo por sus venas. Curiosamente fue gracias al club de arte dramático de su instituto, leyendo y estudiando sus líneas, que aprendió a controlar el tartamudeo que padecía. Trabajó de guardia de seguridad, como investigador privado y camarero hasta que poco a poco fue entrando en la industria a través del teatro y papeles televisivos. No obstante, a diferencia de otros actores que pasan décadas buscando oportunidades, el ascenso de Bruce en Hollywood llegó rápido cuando un año después de mudarse a California logró superar a otros 3.000 actores en el casting de Luz de luna. La serie coprotagonizada con Cybill Sheperd lo convirtió en reclamo sex symbol de la comedia romántica siendo nominado al Emmy con su primera temporada.

Y mientras la serie triunfaba, él iba tocando las puertas del cine con producciones que no conseguían igualar o superar su fama televisiva. Hasta que la casualidad hizo que su vida cambiara para siempre.

Cuando el guion de La jungla de cristal estuvo terminado en 1987, los estudios Fox ofrecieron el papel a Frank Sinatra dado que estaba basado en la segunda parte de la novela El detective, cuyo papel había interpretado en la película de 1968. Pero por entonces ya tenía 70 años y rechazó la oferta. Imagino que es probable que fuera una mera cordialidad contractual y que los estudios supieran que rechazaría el proyecto como héroe de acción intrépido a su edad, pero no quiero ni imaginar lo diferente que hubiera sido la película si hubiera aceptado. A continuación el proyecto pasó por manos de todos los héroes de acción de la era, desde Sylvester Stallone a Harrison Ford, Burt Reynolds, Richard Gere, Nick Nolte, Mel Gibson, Don Johnson, Paul Newman, Al Pacino y, por supuesto, Arnold Schwarzenegger. Cuando todos ellos dijeron que ‘no’, entonces se lo ofrecieron a Bruce Willis.

Bruce Willis con un cigarrillo en una escena de 'La jungla de cristal (Die Hard'), 1988. (Photo by 20th Century-Fox/Getty Images)
Bruce Willis con un cigarrillo en una escena de 'La jungla de cristal (Die Hard'), 1988. (Photo by 20th Century-Fox/Getty Images)

Sin embargo, la obligación contractual que tenía con Luz de luna hizo que tuviera que rechazar la oferta, por muy interesante que fuera o por mucho que se tratara de su primer papel protagonista bajo el ala de un gran estudio. El contrato mandaba. Pero entonces sucedió algo que lo cambió todo: su compañera Cybill Shepherd se quedó embarazada de gemelos, poniendo en pausa la producción de la serie durante 11 semanas. Willis tuvo entonces disponibilidad en su agenda, y con el proyecto ya preparado y con luz verde de 20th Century Fox, dijo que sí.

El fichaje generó dudas entre algunos mandamases de Hollywood. Después de todo, aun no había demostrado que fuera capaz de ser un héroe de acción o servir de imán para la taquilla global. Pero aun así apostaron creyendo que Willis podía crear un héroe cotidiano que el mundo pudiera reconocer como un marido común y corriente. Le pagaron $5 millones y el resultado fue una película que dividió a la crítica pero enamoró a la audiencia gracias, claramente, al retrato de John McLane de Bruce Willis, jugando entre la comedia y la acción a raudales. Fue justamente él y su personaje los que redefinieron la imagen del héroe de acción en la industria, dejando a un lado los músculos invencibles de Stallone y Schwarzenegger para dar paso a un héroe más mundano y creíble, catapultando no solo la carrera de Willis sino también siendo una de las películas más influyentes del género en los 90s, como podemos ver en Alerta máxima, Máximo riesgo o Speed.

Pero no fue la única vez que la casualidad cambiaría la vida profesional de Bruce de manera radical.

Avanzamos poco más de una década. De 1988 a 1999 cuando Bruce Willis cautivó al mundo entero como el psicólogo infantil Malcolm Crowe en El sexto sentido. Un personaje que seguirá siendo, al igual que John McLane, sinónimo inolvidable de su carrera cinematográfica. Sin embargo, si Willis terminó en esta película también fue gracias a una casualidad.

Bruce Willis protagoniza al psicólogo infantil Dr Malcolm Crowe y Haley Joel Osment como Cole Sear en 'El sexto sentido' (Photo By Getty Images)
Bruce Willis protagoniza al psicólogo infantil Dr Malcolm Crowe y Haley Joel Osment como Cole Sear en 'El sexto sentido' (Photo By Getty Images)

En realidad, el actor fue acorralado para que la hiciera. Corría el año 1997 cuando se embarcó en el rodaje de Broadway Brawler, una comedia romántica donde interpretaba a un jugador de hockey retirado que comenzaba una relación con un personaje interpretado por Maura Tierney. Era una película de los estudios Disney, Willis también era productor y la dirigía Lee Grant. Pero la cosa se desquebrajó a 20 días de comenzar la filmación. El actor no estaba conforme con el proceso y se despidieron a varios implicados, desde la directora al productor y director de fotografía, entre otros. Se contrató al director Dennis Dugan para que rescatara el proyecto pero con $15 millones del presupuesto ya gastados, tras ver el material rodado, se decidió que lo mejor era abandonarla. La directora original culpó a Willis de la debacle por “no ver lo maravilloso que estaba” en la película y el director de fotografía, William Fraker, dijo que “Bruce le decía a otros actores cómo actuar. Era un guion grandioso y la visión de Lee era una historia de amor entre dos personas con el trasfondo del hockey. Pero Bruce tomó el control”. (Los Angeles Times). El publicista del actor negó todo.

Como Willis había sido quien habría detenido la producción, Disney y la productora involucrada, Cinergi, querían recuperar el dinero invertido y así, el jefe del estudio por entonces, Joe Roth, le propuso que hiciera tres películas y así recuperarían lo gastado en Brawler. La primera fue Armageddon, donde tenía un papel secundario pero efectivo con la audiencia y la segunda, El sexto sentido.

Su trabajo en la película de M. Night Shyamalan hizo que el mundo y la industria lo viera con otros ojos, no solo por su gran interpretación y el impacto cultural de aquella producción, sino porque otra vez formó parte de una historia que cambió las tornas del género, creó escuela y lo colocó en la cima de su carrera. Y todo porque un proyecto se había ido al garete.

El sexto sentido fue el mayor éxito económico de su carrera y aunque Haley Joel Osment fue quien se llevó la lluvia de laureles en 1999 como la estrella infantil del filme, el papel de Bruce Willis dejó la misma huella en la memoria del mundo. Solo hay que ver la dedicatoria que Shyamalan le ha dedicado tras conocerse la noticia de su enfermedad, y la respuesta masiva de cariño.

"Todo mi amor y respeto a mi gran hermano Bruce Willis. Sé que su maravillosa familia está rodeándolo con apoyo y fuerza. Él siempre será ese héroe en el póster de mi habitación de niño" escribió el cineasta, recibiendo miles de comentarios alabando al actor y el trabajo en su película.

Por si les interesa saberlo, la tercera película del acuerdo con Disney fue El chico, superando con creces la inversión que debía al estudio. Con las tres películas Disney recaudó 1.2 mil millones a nivel global.

Bruce Willis en la premiere de 'Motherless Brooklyn' durante el 57 Festival de Cine de New York Film el 11 de octubre de 2019 en New York City. (Photo by Jim Spellman/WireImage)
Bruce Willis en la premiere de 'Motherless Brooklyn' durante el 57 Festival de Cine de New York Film el 11 de octubre de 2019 en New York City. (Photo by Jim Spellman/WireImage)

Y aunque en los últimos años, Bruce haya estado de capa caída en la taquilla, encasillado en el cine de acción y casi sin estrenos en salas de cine, antes de retirarse completó un buen puñado de proyectos. Según IMDB, nada menos que ocho películas que iremos viendo a lo largo de los próximos años.

Bruce Willis ha sido un actor que supo aprovechar su momento y que, básicamente, hizo lo que quiso sin prestar mucha atención a las repercusiones mediáticas. Desde pedir $4 millones por 4 días de trabajo en Los mercenarios 3 (siendo reemplazado por Harrison Ford), a apoyar públicamente la posesión de armas en EEUU, ventilar sus cambiantes tendencias políticas o su apoyo a las campañas militares en Irak. Como anécdota, tuve la oportunidad de entrevistarlo por Red 2 en 2013, topándome con un actor inaccesible para la prensa pero todo lo contrario con sus compañeros. Descubrí a una estrella que huía de las preguntas y el circo de promocionar sus películas, pero a un hombre relajado en su propio mundo que se divertía junto a su compañera Mary-Louise Parker.

En resumen, Bruce se despide del cine dejando un legado propio que ha quedado arraigado para siempre en la cinefilia internacional. Y en donde, sin dudas, la casualidad fue su aliada más silenciosa.

Más historias que te pueden interesar: