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“Te nombré en silencio” el desgarrador documental que saca al espectador de la indiferencia

La cinta de la que nos ocupamos hoy, no es de entretenimiento, no obstante ilumina en la más profunda oscuridad y de ahí surge la relevancia de verla.

Diariamente los titulares en México, desde hace un número de años (casi tres sexenios), hacen referencia a casos de desapariciones forzadas: hombres, mujeres, niños, a cualquier hora del día. Más de 40.000 personas han desaparecido en México desde 2006, según cifras oficiales, aunque la cifra real se cree que es mucho mayor.

Muchas personas dejan atrás familias desesperadas por saber qué les ocurrió y el clima de violencia y de ineficacia de las autoridades que permea tanto a la sociedad, nos lleva al punto de la saturación: nos desensibiliza a esta cruda realidad, sin embargo 'Te nombré en el silencio', el impresionante y conmovedor documental dirigido por José María Espinosa de los Monteros Tatto (Culiacán, Sinaloa, 1989) lo que busca es precisamente lograr lo opuesto, sacar al espectador de su indiferencia a la situación y conectarlo con una causa estremecedora y completamente real.

Es verdad que no se trata de un tema único, ni nuevo. De hecho, hay numerosas cintas de ficción que abordan de manera directa o tangencial el tema; más recientemente 'La civil', de Teodora Mihai, protagonizada por Arcelia Ramírez, fue un éxito en Cannes. Lo mismo sucedió con la polémica 'Heli' de Amat Escalante (2013) que versa sobre el mismo tópico, o la recién estrenada 'Sin señas particulares', de Fernanda Valadez, que además toca el tema desde la arista de los inmigrantes en la frontera norte del país y la desprotección y angustia que enfrentan en su éxodo.

Sin embargo, nada prepara al espectador para el impacto que le da Espinosa de los Monteros con sencillez y simultánea maestría al presentar la escalofriante y a la vez esperanzadora historia de las mujeres conocidas como las 'Rastreadoras de El Fuerte'.

La historia, sin mayor preámbulo, es esta: el 14 de julio de 2014 Roberto Corrales, un joven de 17 años de edad, se esfuma sin rastro alguno; no se trata de una partida voluntaria o una aventura juvenil: lo suyo fue una desaparición forzada en medio del caos violento suscitado por la guerra entre el gobierno federal y el narcoestado. Su madre, Mirna Nereida Medina, una mujer cuya vida como madre y profesora de preescolar, jamás la había acercado a este pozo de horror interminable, a esta zozobra que la cambiará para siempre, acude a las autoridades locales del estado de Sinaloa, para pedir auxilio en la búsqueda y localización de Roberto.

Este es el procedimiento que dicta la lógica, que cualquiera podía considerar el curso de acción normal para una situación de este tipo, en una carrera contrarreloj. No obstante, Mirna no encontró apoyo en las fuerzas de la ley. Pero no se quedó con los brazos cruzados o llorando lo que ya presentía sería una pérdida sin reparación. Mirna sabe que seguramente no volverá a ver a su hijo, pero también que puede hacer algo para ayudar a otras madres en su búsqueda, en una manera de hacer que su dolor y su necesidad de justicia no queden como arenas en el desierto.

Es así que ante la escandalosa indiferencia de la autoridad y la ausencia de un estado de derecho, Mirna funda el colectivo de 'Las Rastreadoras de El Fuerte', conformado por mujeres como ella —antes amas de casa, comerciantes, oficinistas, empleadas, maestras— que tienen algo en común: a todas les ha sido arrebatado abruptamente un hijo a través de la violencia reinante, que parece incluso haber aplastado a la ley.

Así, 'Las Rastreadoras' se unen y juntas van dos veces por semana al inhóspito desierto del norte de Sinaloa —un panorama tan hermoso como desolador bajo un cielo inmenso y tan vacío que da vértigo, como lo capta la lente del director— y lo hacen con picos y palas que ellas mismas compraron, para dedicarse a la búsqueda de los restos de sus hijos desaparecidos así como los hijos de muchas otras madres.

Te nombré en el silencio (AMBULANTE/EMT Films)
Te nombré en el silencio (AMBULANTE/EMT Films)

Por los últimos siete años, estas mujeres como Mirna Nereida, que se muestra como la antorcha que guía, que no se deja caer, aunque esté al límite de sus fuerzas, no se doblega; Lizbeth, la sensible y sensata ama de casa de Los Mochis, cuya hija mayor, Zumiko, fue raptada por policías corruptos en 2016, o Manqui, una mujer de gran fuerza interior, quien no pierde la esperanza aún si con los años, todas ellas han tenido que soportar la violencia, las amenazas de los narcos y de las autoridades gubernamentales, que a menudo están coludidas o vinculadas con el crimen organizado, así como la indiferencia de la sociedad, basada en la saturación de casos y, huelga decirlo, por el clasismo: estas son mujeres sin privilegios sociales: no son blancas, no son de clase acomodada, no tienen un "hombre que las cuide o vea por ellas".

Están efectivamente solas, pero como se advierte en la cinta, saben que cuentan la una con la otra, sin importar lo que pase o cuán incierto sea el futuro; ellas se mantienen incansables en la búsqueda de un rastro de sus seres queridos, lo que llaman, conmovedoramente, sus "tesoros".

Quizá sea por esta misma circunstancia, que el contraste del objeto del documental y el equipo de cineastas que lo crean, sirva como contrapunto para la narración: tanto José María, el director, y su hermano Juan Pablo, el productor, así como los productores ejecutivos Ixchel Cisneros, Paloma Cabrera y Luis Sosa, proceden de un mundo completamente distinto al de las Rastreadoras, y es quizá esa mirada la que hace que la historia se sienta más genuina, sin ninguna clase de cinismo ni condescendencia: este es un documental hecho con pasión, y con compasión.

"Todos los días vemos en los periódicos locales y nacionales cifras sobre desaparecidos que crecen exponencialmente" señala José María en su presentación del filme, que fue una labor de esfuerzo por cuatro años "En el estado de Sinaloa, este no es un problema reciente. En mi adolescencia recuerdo haber visto portadas de periódicos que mostraban la violencia que viven las familias sinaloenses, y desde entonces seguí la pista del trabajo de Javier Valdéz: un periodista que le dio voz a cientos de madres que buscan a sus hijos desaparecidos a través de sus libros e investigaciones."

Valdéz murió asesinado (como ha sucedido con centenares de periodistas) en 2017, pero fue gracias a él y a su trabajo, que José María tuvo la inspiración para convertir las estadísticas en una historia de interés humano, y fue así que el joven cineasta —quien ya había creado dos cortometrajes: 'Whippet' y 'José X', que tuvieron buen paso por el circuito de festivales— logró realizar esta película, misma que se originó como un cortometraje, pero gracias al impulso de un grupo de jóvenes con responsabilidad social y un ánimo de cambiar la realidad, se convirtió en uno de los documentales más estremecedores, pero también plenos de humanidad que se han estrenado este año, siendo sumamente recomendable.

'Te nombré en el silencio' forma parte del festival de documentales 'Ambulante' y tendrá su estreno en México el 15 de agosto. Podrá ser visto en América Latina y México de manera gratuita entre el 15 y el 31 de agosto en la plataforma digital Cinepolis Klic.

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