¿Sois una pareja igualitaria o la carga mental la lleva ella?

Experta en coaching arremete contra el mito de la mujer multitarea y nos explica cómo evolucionar (de una vez por todas) hacia una vida de pareja igualitaria

Los papeles hombre/mujer siguen muy estereotipados y eso provoca una gran frustración que acaba minando la relación de pareja. (Foto: Getty)
Los papeles hombre/mujer siguen muy estereotipados y eso provoca una gran frustración que acaba minando la relación de pareja. (Foto: Getty)

Aunque el reparto de tareas entre el hombre y la mujer se ha ido equilibrando, esta última sigue siendo la jefa de la empresa que es el hogar. Como directiva familiar, conserva permanentemente esta carga mental y su cerebro se ve ocupado sin descanso. ¡Ya no es la única ejecutora, pero
debe coordinarlo todo! Por eso se habla de ‘carga mental’, una condición que afecta negativamente a la salud de la mujer.

Este término data de la década de los 70; por aquel entonces se aplicaba a los directivos cuyo cerebro permanecía saturado con las preocupaciones de la oficina incluso tras haber acabado la jornada. Esta noción se extendió a toda clase de asalariados a medida que la naturaleza de las tareas por realizar fue evolucionando: de una carga física, el trabajo se convirtió en una carga psíquica.

(Foto: skynesher/Getty Images)
Compartir las tareas tiene efectos positivos en la relación y la vida sexual. (Foto: skynesher/Getty Images)

En 1984, aparece la noción de carga mental doméstica en el artículo de la socióloga Monique Haicault titulado ‘La gestion ordinaire de la vie en deux’ (La gestión ordinaria de la vida en pareja). Esta teoría pone en evidencia la carga cognitiva que representa para las mujeres la gestión del hogar en la vida diaria, carga que las persigue incluso cuando están en el trabajo. ¿Te resulta familiar?

“Las mujeres continúan sintiéndose las únicas responsables del buen funcionamiento del hogar y del bienestar de la familia. Esta idea monopoliza su mente hasta el punto de acabar con sus nervios y agotar su energía. Las consecuencias de esa situación mental son múltiples y profundas”, explica Marie-Laure Monneret, fundadora de Bloom Coaching y experta en marketing y gestión de proyectos en grandes empresas.

Su cerebro se ve constantemente ocupado, incluso ‘parasitado’ por la responsabilidad de planificación, gestión y organización que les incumbe. En un movimiento inverso al de la carga mental de los directivos, en el que la esfera privada se ve contaminada por las preocupaciones profesionales.

El estrés, las dificultades de concentración, las tensiones en la pareja, la pérdida de confianza y la baja autoestima serían algunas de las consecuencias de esa sobrecarga. En su último libro, ‘La carga mental me sienta fatal’, la autora nos dice cómo poner remedio a esta situación.

Según los expertos, el padre debe tener parte activa de la crianza de los hijos y es responsabilidad de todos que la implicación de los hombres en la vida familiar aumente. (Foto: Getty)
Según los expertos, el padre debe tener parte activa de la crianza de los hijos y es responsabilidad de todos que la implicación de los hombres en la vida familiar aumente. (Foto: Getty)

7 CLAVES PARA LIBERARSE DE LA CARGA MENTAL

  1. CAMBIAR DE ACTITUD. Si has tomado conciencia de la carga mental que tu pareja lleva a cuestas y de sus efectos nefastos, lo primero que deberías hacer (los dos), antes incluso de dividiros las responsabilidades, es cambiar de comportamiento.

  2. APRENDER A COMUNICARSE. Como este cambio implica a los dos miembros de la pareja, su éxito pasará por una buena comunicación. Para que sea eficaz, tendréis que opta por la comunicación constructiva o no violenta, la única capaz de resolver un problema común. Aquí se trata de buscar una solución y no un culpable. Hay que plantearse el futuro con el fin de que la situación en cuestión no vuelva a producirse y de que se respeten al mismo tiempo las necesidades de cada uno.

  3. COMPARTIR LAS RESPONSABILIDADES. Si la carga mental tiene semejante impacto sobre las mujeres es porque la responsabilidad de un hogar y de una familia abarca una amplia gama de actividades y tareas. Si ella está siempre desbordada y su cerebro se ve constantemente saturado, es imposible que se concentre en el momento presente.

  4. PROMOVER EL RECONOCIMIENTO DE LA VIDA FAMILIAR DEL PADRE. Para que el nuevo reparto de las responsabilidades del hogar pueda aplicarse con serenidad, el mundo del trabajo debe evolucionar.

  5. GESTIONAR EL ESTRÉS. Es fundamental gestionarlo a corto plazo con el fin de establecer una nueva forma de organización equitativa en la pareja y aguantar el tirón hasta que se ponga en marcha. De hecho, ambos miembros de la pareja también atravesarán un periodo de cambio y deberán adaptarse a la nueva estructura. Por tanto, cada uno deberá trabajar su estrés, lo que les permitirá superarlo con serenidad.

  6. GESTIONAR EL TIEMPO. Organizar nuestro empleo del tiempo cuando debemos gestionar a la vez las tareas domésticas, parentales y profesionales es un rompecabezas. Se parece un poco a una partida de Tetris: todas las labores por realizar que van apareciendo progresivamente y son cada vez más urgentes deben encajar a la perfección. Si no, ¡game over!

  7. TRABAJAR LA FOCALIZACIÓN. Como hemos visto antes, la carga mental doméstica mantiene la desigualdad entre hombres y mujeres en el mundo laboral. En efecto, por una parte, estas últimas están menos presentes físicamente, ya que en su mayoría son ellas las que asumen la gestión de los cuidados parentales y las que solventan cualquier problema de organización imprevisto. Por otra parte, están menos disponibles mentalmente, ya que su cerebro se ve siempre ocupado por su papel de gerente familiar y la multitud de actividades que planificar y supervisar. Trabajar la focalización permite aprender a movilizar todas las capacidades de nuestro cerebro hacia un único tema sin dejarnos perturbar por el entorno o nuestra conversación interior. Es como el zoom de la cámara de fotos, que enfoca una zona particular para captar todos los detalles con nitidez.

“La carga mental es un problema al que se enfrentan las mujeres, pero en realidad atañe a toda la familia. Y solo encontrará solución con una mejor división de las responsabilidades, con el fin de atenuar el lastre y los efectos de la carga mental que pesa sobre su hogar”, concluye la experta.

¿Estás de acuerdo? ¿Crees que los hombres están más involucrados en el reparto de las tareas domésticas y la educación de los hijos? Cuéntanos tu caso.

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