¿La mejor película del año? Steven Spielberg acaba de demostrar por qué es el rey de Hollywood
Por Alberto Cano.- Llevábamos una larga temporada sin ver una nueva película de Steven Spielberg. Desde que el apodado como el Rey Midas de Hollywood estrenara Ready Player One en 2018, han pasado más de tres años hasta que este 2021 podamos ver en cines una nueva producción suya. Aunque no es nueva como tal, puesto que en esta ocasión el director de Tiburón o Jurassic Park ha optado por hacer un remake del mítico musical West Side Story, la segunda readaptación de su carrera tras La guerra de los mundos en 2005.
Cabe entonces hacerse la siguiente pregunta: ¿qué puede aportar Steven Spielberg a un musical tan reconocido y tantas veces representado sobre los escenarios como West Side Story? Eso mismo empecé cuestionándome durante los primeros compases de la película, donde el director comienza emulando muy fielmente el material original, con esas coreografías y canciones tan magnéticas que trasladan con una espectacularidad electrizante a la pantalla este Romeo y Julieta de temática racial entre bandas callejeras neoyorquinas. Pero esta impresión inicial no tardó en cambiar, puesto que enseguida te das cuenta de las intenciones tan nobles que Spielberg persigue trayendo West Side Story a nuestros días. Es más, no tardas en empezar a pensar que estás ante la mejor película del año.
Mientras que la West Side Story dirigida por Robert Wise y Jerome Robbins en 1961 apostaba por números musicales más íntimos y cercanos que explotaran la relación entre sus dos protagonistas, el conflicto ente la banda puertorriqueña y la estadounidense y la teatralidad del material de origen (estaba basada en el musical de Broadway creado por Jerome Robbins en 1957), Spielberg apuesta por elevar su espectacularidad y convertir sus escenas en actuaciones mucho más grandilocuentes que saquen partido al lenguaje cinematográfico actual, pero manteniéndose fiel en todo momento al material de origen.
De esta forma, la impresión es la de estar viendo una cinta con el espíritu de musical clásico de la original pero con mucha más grandeza, con mucha más ambición; de estar viendo un espectáculo inmenso en el que no quieres más que sumergirte en su música y coreografías y sentir de lleno su historia y los conflictos de sus personajes. Por ejemplo, números musicales como el de América, que en la película de 1961 transcurría en una escena nocturna sobre una azotea, aquí pasa a ser una actuación inmensa en plena calle, llena de color, con un ritmo vertiginoso y una planificación escénica espectacular que explota al máximo el formato scope en el que está rodada la cinta. Todo un espectáculo que luce clásico a la vez que actual y que te percata de toda la magia que hay detrás del cine, sobre todo cuando lo ves en la gran pantalla.
Aunque el toque contemporáneo de West Side Story también se consigue gracias a lo actual que sigue siendo su discurso frente al racismo y la discriminación. Su defensa de una sociedad diversa e inclusiva era clave a mediados del siglo pasado, cuando grandes ciudades como Nueva York se llenaron de personas de todos lugares el mundo en busca de su propio sueño americano. Pero también ahora, puesto que en los últimos años, como bien ha ocurrido en países como Estados Unidos con la llegada al poder de políticos con ideales tan nacionalistas como Donald Trump, los discursos de odio contra minorías e inmigrantes se han incrementado. Y así lo matizaba el propio Spielberg en una entrevista como la que concedió a Vanity Fair en marzo de 2020. “Esta historia no es solo un producto de su tiempo, sino que ese tiempo ha vuelto, y ha vuelto con una especie de furia social”, contaba el director. “Tenía muchas ganas de contar esa experiencia puertorriqueña y nuyorica de básicamente la migración a este país y la lucha por ganarse la vida, tener hijos y luchar contra los obstáculos de la xenofobia y los prejuicios raciales”.
Pero donde realmente creo que reside la fuerza de West Side Story, lo que le hace que la película vaya a convertirse en una experiencia cinematográfica sin igual, es en su capacidad de conectar con el público de nuevas y viejas generaciones. Todos aquellos que en su día disfrutaron con West Side Story volverán a vibrar en su butaca, mientras que los que lo descubran por primera vez, por todo esto que vengo comentando, sentirán estar ante una película contemporánea y espectacular a la que les será muy difícil resistirse. Y su estreno en navidades, el próximo 22 de diciembre de 2021, hará que sea la película perfecta para acercarse en familia a los cines y sentir esa unión generacional tan propia de estas fechas. Un hecho precioso y claramente intencionado desde la propia concepción de la película.
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No hay más que ver que esta nueva West Side Story cuenta con conocidos rostros juveniles como Ansel Elgort, nuevas y prometedoras estrellas como la debutante (y maravillosa) Rachel Zegler y la recuperación de estrellas de la cinta original como la gran Rita Moreno, quien tras ganar el Oscar por interpretar a Anita regresa para dar vida a un nuevo personaje llamado Valentina. Ingredientes perfectos para atraer la historia a nuevas generaciones y conectar con las antiguas. Además, ya vimos como West Side Story, que antes de la crisis sanitaria del COVID-19 tenía fijado su estreno para diciembre de 2020, retrasó su llegada a los cines todo un año para coincidir justo con las navidades.
Y es que hay pocos directores como Spielberg a la hora de saber conectar con el público, resaltar las mejores virtudes del séptimo arte y hacer que cada visionado en la gran pantalla de una de sus películas sea una experiencia incomparable a ninguna otra. Y tras más de 50 años demostrándolo en cintas tan míticas como Indiana Jones, E.T. El extraterrestre, Jurassic Park, La lista de Schindler o Salvar al Soldado Ryan entre muchísimas otras, vuelve a hacer gala de ello en este remake de West Side Story.
De ahí que nos haya vuelto a demostrar por qué es el rey de Hollywood. Y es que no solo creo que West Side Story sea la experiencia cinematográfica definitiva para volver al cine en familia esta Navidad, sino que muy posiblemente se trate de la mejor película del 2021.