Cómo Olivia Collins encontró la felicidad tras el infierno que casi le cuesta la vida

Es imposible pensar en la farándula de los años 80 en México sin que salten al frente algunos nombres que representan figuras e historias inolvidables. Ese es el caso de Olivia Collins, cuyo rostro y radiante carisma ayudaron a forjar toda una época, siendo ella de las perseverantes, de quienes todavía hoy se habla.

Olivia Collins nació en 1957 como Olivia de la Orta Colín. (Photo by Medios y Media/Getty Images)
Olivia Collins nació en 1957 como Olivia de la Orta Colín. (Photo by Medios y Media/Getty Images)

La carrera de Olivia en TV comenzó en 1982 como parte de lo que se conocía como el "atractivo visual" del memorable programa de comedia creado, escrito, producido y dirigido por Raúl Astor (sí, el mismo carismático argentino que trajo a Topo Gigio a la TV mexicana). Entre el abanico de bellezas que destacaron en ese programa se puede contar a Alejandra Maldonado, Alejandra Peniche, Gabriela Goldsmith, Connie de la Mora, Lourdes Munguía y muchas más que dieron sus primeros pasos por los foros en ese programa de sketches que se hizo muy famoso y duró más de cinco años al aire.

Curvilínea, inteligente, vivaz y con un rostro precioso hizo su debut protagónico en cine al lado de los hermanos Mario y Fernando Almada en 'La muerte del Chacal', un violento thriller acerca de un asesino en serie. La película tuvo mucho éxito, especialmente en la frontera, y Olivia comenzó a viajar a Estados Unidos a hacer presentaciones personales para estar cerca de los fans con quienes entró en contacto (siempre ha sido muy cercana a ellos y es una sensación en redes), mientras debutaba en telenovelas con 'Angélica', al lado de Sergio Goyri y Ériika Buenfil.

La carrera de Olivia se mantuvo siempre rutilante, hasta que a mediados de los años 90 conoció y se relacionó con Silvio García Patto, uno de los más influyentes y ricos publicistas del país. El cortejo por parte de García Patto (quien falleció en 2017) fue fulminante, colmándola de atenciones. Con él tuvo dos hijas, hoy adultas (Olivia y Silvana) y un aparente cuento de hadas — él la llevó a dejar su carrera y se fueron a vivir a España una larga temporada— que no fue tal: más bien se trató de un infierno espantoso.

Muchos años después de la disolución definitiva de su matrimonio en 2009, Olivia pudo hablar libremente del trauma que sufrió estando casada con el publicista, que durante su época de noviazgo había sido encantador pero de casado mostró una cara que ella desconocía. Tal como lo relató a Gustavo Adolfo Infante en 'El minuto que cambió mi destino', su marido resultó ser una persona con trastorno obsesivo compulsivo, terriblemente celoso y violento psicológica, verbal y físicamente, atormentándola de manera sistemática los años que estuvieron juntos.

Incluso, reveló, cuando ella interpuso su primera demanda de divorcio, él la extorsionó para que volviera a su lado, amenazándola con huir del país con sus hijas (que eran pequeñas) y que no volvería a verlas jamás. Esto llevó a Olivia a aceptar las mezquinas condiciones de su consorte y vivir algunos años de terror doméstico hasta que estuvo a punto de suicidarse, arrojándose de un barranco en Galicia, donde vivían.

Fue haber llegado a este extremo y el amor por sus hijas, lo que la salvó de privarse de la vida. Con la ayuda de Cata, su doméstica de toda la vida, y el hijo de ésta, Olivia pudo huir con sus hijas y obtener el divorcio necesario, guardando silencio acerca de los horrores que vivió por más de una década, hasta que sus hijas ya fueron mayores de edad con sus vidas hechas y relató su escalofriante historia no solo para hacer catarsis sino para prevenir y aconsejar a muchas mujeres acerca de los peligros de la violencia doméstica (algo que sigue haciendo).

Aunque recuperó su carrera de actriz sin ningún problema, Olivia ha buscado diversificarse desde su reaparición y no solo actúa, también baila, da consejos y conferencias y tiene una faceta que, afirma, es la que más disfruta: es abuela del pequeño Jade, hijo de su primogénita, que tiene casi dos años y es su adoración total —y eso que en su faceta como madre Olivia actuó siempre de manera irreprochable, aún cuando su exmarido hoy difunto trató de difamarla decenas de veces ante los medios. "Me siento bendecida y afortunada; es una felicidad y emoción como cuando nacieron mis hijas”, declaró en su momento.

Si de algo es ejemplo Olivia, es de resiliencia, y eso hay que reconocerlo: muchas otras actrices no habrían aguantado tanto, logrando salir con la frente en alto y con un aprendizaje de vida tan grande... como ella.

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