Supervivientes 2020: de Fani a Nyno y Rocío Flores, la edición de los muebles

Hace justo una semana estábamos todos pegados a la televisión para ver los esperados saltos desde el helicóptero de Supervivientes 2020. No ha pasado ni un año desde la última edición del concurso más extremo de Mediaset y ya echábamos de menos los Cayos Cochinos. Aunque esta nueva entrega del reality de aventura comenzaba con un casting de primeras bastante pobre y low cost, los fanáticos del programa teníamos la esperanza de que los nuevos concursantes nos sorprendieran. Pero lamentablemente, no está siendo así. Es más, ¿estamos ante la edición de SV con más muebles de la historia?

Rocío Flores en Supervivientes 2020.
Rocío Flores en Supervivientes 2020.

Ya sabemos que en estos realities hay que tener paciencia, pero con una semana de programa ya podemos predecir que si Mediaset no lo remedia y empieza a meter a concursantes que den más juego, nos vamos a aburrir bastante los próximos tres meses. Vayamos por partes. La concursante estrella, el fichaje bomba de esta edición fue Rocío Flores. Aunque nosotros ya habíamos predicho que sería un auténtico fiasco, así lo está siendo muy a nuestro pesar. Rocío está apática, siempre mareada, con dolor de cuerpo y quejándose absolutamente por todo. Sabemos que Yiya es un poquito insoportable, pero las caras de Rocío siempre mustia, seria y sin participar en nada del grupo, ya nos tienen cansados.

El único vídeo que ha dado la nieta de la más grande por ahora ha sido tras discutir con Antonio Pavón (gracias Vasile por meterle en Supervivientes) tras decidir todos sus compañeros que era mejor dormir en un lugar con más bichos que al lado del mar pasando frío. A Rocío no le gustó la decisión del grupo y con cara de pocos amigos comenzó a decir que ella dormiría donde quisiera y que “por supuesto” tenían que dejarle una esterilla.

¿Pero esta niña quién se ha creído que es? Si el grupo decide algo y tú no quieres hacerlo, que estás en tu derecho, pues te atienes a las consecuencias ¿o es que tienen que dormir los demás a disgusto para que ella duerma a pierna suelta? Parece que a Rocío le dan miedo los bichos. ¿Hola? ¿Dónde se pensaba que entraba, a un resort cinco estrellas? No entendemos su actitud y tampoco cómo en Sálvame la defienden. Next.

Nyno Vargas en Supervivientes 2020.
Nyno Vargas en Supervivientes 2020.

Y sí, señores, aparte de Antonio Pavón (que saca de quicio a cualquiera pero está dando un juego alucinante), José Antonio Avilés (que se está ganando el sueldo con videos de discusiones desde el primer día y haciéndonos reír con sus expresiones y sus gestos exagerados) y Hugo Sierra e Ivana Icardi, que pese a que su ‘romance’ isleño huele a montaje por todos los lados, nos están dejando imágenes para el recuerdo de besos y arrumacos en la arena como nunca habíamos visto en Supervivientes (y menos a los cinco días de aterrizar en Honduras), del resto de concursantes es que casi no sabemos ni su nombre.

Ahí está, aunque no lo parezca, Jorge Pérez. Que ustedes dirán: ¿Who? (¿Quién?). Pues sí, como nosotros, que hemos tenido que buscar su nombre en la web oficial de Telecinco porque ni siquiera nos lo sabemos todavía. Jorge es guardia civil y modelo y de momento es que ni le hemos oído hablar. Ni eso. No exageramos.

Y, ¿qué nos dicen de Nyno Vargas? La copia de Hacendado de Omar Montes ni está ni se le espera. Él con llamar “compadre” a sus compañeros (y hasta a Jorge Javier Vázquez), decir “te camelo” y cantar (más regular que bien, para qué negarlo), se cree que lo tiene todo hecho. Pues no. En Supervivientes hay que sobrevivir pero también dar juego y dar videos para llenar tres galas semanales (más los resúmenes diarios), y con imitar (sin gracia) al ganador de SV 2019, que nos dejó momentazos naturales y genuinos junto a la Pantoja y el resto de compañeros, no es suficiente.

Ferre en Supervivientes 2020.
Ferre en Supervivientes 2020.

Luego en los Cayos Cochinos también están Ana María Aldón, que como dijo Bibiana Fernández se piensa que ha entrado a Supervivientes, el musical, porque está todo el día cantando como si estuviera en el Rocío de fiesta; Vicky Larraz, tal vez desubicada porque no encaja ni por edad ni por estilo con nadie de su grupo (y ojalá que la echen este jueves); Fani, que está deshinchada tras el boom de La Isla de las tentaciones y ha decidido tener un perfil bajo que no va para nada con ella para no hacer daño a su cuqui (a Christopher); Ferre (que en Super Shore las liaba gordísimas y aquí parece haberse comido a San Francisco de Asís porque ni chista a nadie), que con Albert Barranco, solo están ahí para que nos deleitemos con sus músculos, porque juego, lo que es juego, no da ninguno de los dos; o Cristian Suescún, que claro, teniendo a su hermana como objetivo a seguir lo vemos complicado que logre estar a su altura porque ni su carácter es el mismo ni tiene el carisma y la personalidad arrolladora de Sofía.

Y así las cosas, nos quedan Elena, la madre de Adara, y el hijo de Yvonne Reyes, que al menos intentan hacer su trabajo y entran al trapo en alguna conversación para que al menos podamos verlos y escucharlos en la isla. Nosotros queremos más Pavones, más Avilés, más Yiyas y más Hugo e Ivana, que esto es un programa de entretenimiento, no es Jara y Sedal, como diría Kiko Hernández.

Y sino que empiecen a meter a invitados a la isla. Una Adara, un Gianmarco, un Rubén de La isla de las tentaciones, una Miriam Saavedra... Gente que sepa hacer televisión y entretenimiento, y no muermos como muchos de los que están ahora mismo allí llevándoselo calentito. Nos gustan las discusiones, las risas, los enfrentamientos y los personajes que lo dan todo, no los muebles, o mejor dicho, las palmeras que pasan desapercibidas para llegar lejos en el concurso pero que nos aburren soberanamente. Y es que en Honduras ya hay suficientes palmeras, ¿no creen?

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