La nueva alianza en 'Supervivientes' da un vuelco al reality

Las sorpresas, no siempre agradables, siguen siendo las grandes protagonistas de Supervivientes en esta fase final. Lo que acaba de pasar lo cambia todo. En menos de un minuto, el reality ha dado un vuelco absoluto a sus historias y lo que parecía una cosa, ahora es otra totalmente opuesta. Las fichas son muy diferentes y el juego ha cogido otro color que promete un giro radical en todos los sentidos.

Durante Conexión Honduras este domingo, sus participantes vivían un par de situaciones que han dado lugar a sonrisas, en algunos casos, y muchas lágrimas en otros. Con la final a la vuelta de la esquina, Supervivientes vuelve a mover su ficha más importante.

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Los últimos serán los primeros, dice el famoso refranero popular. Puede que sí o puede que no. Todavía hay que esperar a la última gala para confirmar este dicho. Por ahora, vamos encaminados hacia esa dirección. Con la incorporación de Marta Peñate al grupo general después de un mes sola como parásita y echando de la isla a todos sus compañeros nominados con ella, la unificación es un hecho y la recta final del reality también. A ella la sacó de la palapa Kiko Matamoros para llevarla a un destierro en el que más tarde ella le expulsaría a él. De ahí que nada es lo que parece en Supervivientes, todo varía en milésimas de segundos y los que parecían vencedores, terminan siendo los vencidos en muchas ocasiones.

Con Marta en el grupo, todo ha dado un giro de 180 grados. Ha sido unirse a sus compañeros y se han disparado desde ya las tramas, las polémicas y también las alianzas. Ahora resulta que los que antes eran los más desplazados por el grupo general, se han convertido en auténticos protagonistas y piezas claves. Ya no son minoría ni tampoco los apestados, por el contrario, se han convertido en los integrantes de un equipo muy fuerte que tiene todas las papeletas para terminar en la final.

Me estoy refiriendo, en primer término, a Nacho Palau, y, en segundo, a Ignacio de Borbón. ¿Por qué digo esto? Porque lo primero que hizo Marta nada más llegar fue dar un abrazo interminable al exnovio de Miguel Bosé y no soltarse. Los dos cayeron rendidos el uno con el otro y derrocharon palabras de cariño, achuchones y besos, retomando la estrecha amistad que en su día tuvieron y que se acabó antes de lo que desearon. Marta, Desy y Palau habían formado un grupo fuerte y muy unido que dio grandes momentos, pero la partida de Marta hizo que sus compañeros también se perdieran un poco. La andaluza ya está en España, pero Nacho sigue dando guerra y ganando pruebas (como ayer) a pesar de los feos que le han hecho en su grupo. Con Marta en la escena, el que parecía el último de la clase se ha convertido en pieza fundamental junto a la canaria, desde su reencuentro no se han separado y viendo el panorama desde casa, uno ve a dos finalistas en potencia y dos personalidades fuertes que darán forma y personalidad al grupo.

Con Yulen y Kiko Matamoros fuera de la isla, el equipo dominante se ha venido abajo. Anabel se ha quedado sin su mayor apoyo y aliado, y su amiga del alma, Ana Luque está en su fase más débil. El tiempo pesa y le está pasando factura sicológicamente, además está nominada y las apuestas dicen que ella podría ser la próxima elegida en partir rumbo a casa. La idea de irse y no estar en la final la tiene entristecida, lo que le ha hecho pasar unos días de broncas, lloros y ganas de poco. La alianza fuerte que había en el grupo de Anabel, se ha roto en mil pedazos con la salida de su chico. Ahora son ella y Ana frente a los demás pues, si bien con Alejandro se llevan bien, el novio de Tania siempre ha jugado por libre a pesar de tratar de llevarse bien con ellas. Le ha ido muy bien el no firmar pactos y así quiere seguir.

Lo que pasa es que ahora Alejandro se verá aún más solo que antes. Además de unirse a Palau, Marta también tiene bajo su ala a su otro gran amigo, Ignacio. Aunque le echó en cara que no hablara tanto de ella en la isla como su Palau del alma, los dos Nachos han sido dos de sus mejores amigos en su etapa anterior, lo que significa que podrían forman un tándem estupendo para llegar a la final y cargarse a los que quedan. Si lo hacen bien, lo tienen casi hecho. Alejandro es un rival difícil, pues su espíritu de superviviente le ha colocado entre los favoritos, pero como no se controle y siga perdiendo los papeles, podría arruinar su concurso. Sus despreciativos comentarios hacia Palau en la palapa el jueves pasado le han restado muchos puntos. No me cabe duda de que es carne de final, pero lo de ganar aún está por verse.

Todos tienen en su mano la posibilidad de llegar al primer premio, depende de cómo encaucen su camino a partir de ahora. A quien han destronado por completo ha sido a Anabel, cuya salida de Yulen parece haberle afectado más de lo que pensábamos. El jueves parecía tenerlo todo controlado y estar segura de que, a pesar de la marcha de Yulen, fuera tenían una gran historia de amor por vivir. La carta que le dejó él la tranquilizó y dio fuerza para mantenerse el tiempo que queda en el reality. También tenía la esperanza de volverle a ver este domingo y que no le hubiesen expulsado. Su encuentro fue de cuento, pero la despedida fue un desastre. Anabel quedó tocada al escuchar una conversación del deportista con Marta donde hablaban de Omar Sánchez, su ex, y su relación. Y eso la hizo entrar en bucle. En realidad no se dijo nada malo, al contrario, Yulen aseguró que esa persona no le iba ni le venía, y que a él lo que le importaba era Anabel, pero igual ella hizo su interpretación y rompió a llorar. Esto sumado a la expulsión ya definitiva, la desestabilizó por completo.

Las dudas y la incertidumbre se le han instalado a la sobrina de Isabel Pantoja y esa debilidad la entorpece frente al nuevo equipo que se ha formado con Marta, Palau y Nachito quien, aunque todavía está en periodo de prueba, ha sido una persona clave para ellos durante el programa, a pesar de las subidas y bajadas que han sufrido en la convivencia. Con el aterrizaje de Marta en Cayo Paloma ha vuelto la locura, la alegría, los chismes, las risas y también el tira y afloja. Durante los minutos que las cámaras les enfocaban a todos, aquel grupo dormido y desmotivado que veíamos antes ha vuelto a la vida. La unificación y, sobre todo, esta nueva alianza, lo cambian absolutamente todo. Y yo creo que para bien.

Con este panorama en las últimas paradas del reality, vemos que los que fueron desterrados y arrinconados, hoy son los líderes del grupo, al menos en términos de fortaleza, unión y opinión. Algo me dice que los grandes amigos ya huelen a finalistas y que todo el sufrimiento que han pasado hasta llegar aquí tendrá su recompensa. Con Palau y Marta de la mano, arranca una nueva etapa del reality que al menos una servidora no se piensa perder. Esa es la maravilla de Supervivientes.

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Imagen: Twitter/Supervivientes