Cdma

  • NoticiasCrónicas del Mejor Amigo

    #CDMA: Y así es cómo se termina una relación

    El día que muera, lo único que pido es no sentir miedo antes de cerrar los ojos por última vez. Fue mi papá quien sembró en mí esa idea hace años. En ese momento yo estaba pasando por una aguda angustia existencial y me acerqué a él buscando consuelo.

  • NoticiasCrónicas del Mejor Amigo

    #CDMA: Cómo volver a creer en el amor

    De adolescente, a mi mamá no le encantaba que le contara mis penas románticas. No es que no las quisiera escuchar, sino que las juzgaba con la medida de un adulto con verdaderos problemas. Tampoco me ignoraba, su devoción a la maternidad y su deber de madre la obligaban a soplarse los relatos de mis infortunios amorosos. La verdad, no sé para qué se los contaba, porque de ella obtenía siempre la misma recomendación, “No le escupas al cielo”, acompañada de un gesto de aburrimiento.

  • NoticiasCrónicas del Mejor Amigo

    #CDMA: “Mi pareja tiene mamitis”

    #CuestiónDeAmor | Anjo responde las preguntas de los lectores

  • NoticiasCrónicas del Mejor Amigo

    #CDMA: El mejor repelente contra los metiches

    Hay una frase subestimada que deberíamos escuchar con mayor frecuencia en los diálogos casuales: “¿Qué te importa?”.  

  • NoticiasCrónicas del Mejor Amigo

    El Príncipe Azul y otros mitos

    —Disney arruinó mi vida amorosa— sentenció la otra noche mi amiga Silvia.—Y la de millones de mujeres —le respondí—. Estoy seguro de que hay un hashtag y todo.—Pues debería —dijo, mientras yo buscaba en mi teléfono la existencia de dicha etiqueta digital.

  • NoticiasCrónicas del Mejor Amigo

    #CDMA: Te amo, pero odio tus celos

    #CuestiónDeAmor | Anjo responde las preguntas de los lectores

  • NoticiasCrónicas del Mejor Amigo

    #CDMA: En el sexo, los hombre se cuidan más que las mujeres

    Una de las frases más aterradoras que he escuchado en mi vida resonó en el marco de una relación sexual. Y no, no fue una chica anunciándome, tres meses después de nuestro encuentro, que “estábamos embarazados”, ni cinco años más tarde, presentándome a “Toñito”, un hijo desconocido hasta ese momento. Afortunadamente no ocurrió nada de eso, pero lo que la chica me dijo fue igual de espantoso.