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Takeover : Un asalto de película que sucedió en la vida real

Takeover : Un asalto de película que sucedió en la vida real

Ellos fueron los 'okupas' originales. Pero en vez de paralizar las instituciones públicas, su estrategia era intervenirlas para llamar la atención y transformarlas. Eran jóvenes cultos, elocuentes, temerarios… y se sentían furiosos. Eran los hijos de una minoría hispana desplazada y estrangulada en medio de las luchas de reivindicación social de la década de los sesenta. Querían ser dueños de sus destinos y se sintieron identificados con las ideas de los Young Lords, una pandilla callejera latina de Chicago trasformada en organización cívica y política con una plataforma socialista, que al poco tiempo se expandió hacia Nueva York, desde entonces la ciudad imán de la diáspora boricua.

Cortesía de Market Road Films Escena del documental "Takeover".

En la madrugada del 14 de julio de 1970, al filo de las 5:15 a. m., el personal médico de guardia en el hospital Lincoln del Bronx observó atónito como un ejército de clones del Che Guevara —asesinado casi tres años antes en Bolivia— entraban por sorpresa armados con bates de béisbol y nunchakus, y se atrincheraba en el edificio bloqueando sus puertas con cadenas. Y como, después de escoltar a la administración fuera del edificio, izaban una bandera puertorriqueña y desplegaban telas sobre su fachada en las que se leía en español 'Bienvenidos al Hospital del pueblo'.

Sobre ese evento que puso en jaque a la alcaldía y la policía metropolitana de Nueva York durante 12 horas, versa Takeover, documental dirigido por la joven realizadora y activista Emma Francis-Snyder, y producido por Market Roads Films, que ha tenido un exitoso recorrido por varios festivales y se proyectó el sábado 9 en el El Museo del Barrio de Manhattan.

Los activistas tenían siete demandas bien concretas:

  1. No recortes en trabajos o servicios en la sala de emergencias o en la sección K.

  2. Liberar fondos inmediatos para completar la construcción y contratar el personal completo del nuevo hospital Lincoln.

  3. La creación de programas de atención preventiva puerta a puerta que enfatizan la adicción a las drogas nutricionales, el cuidado de niños y ancianos.

  4. Crear una mesa de quejas permanente las 24 horas.

  5. Queremos un salario mínimo de $140 por semana para todos los trabajadores.

  6. Queremos una guardería para los hijos de los pacientes, trabajadores y visitantes del Lincoln Hospital.

  7. Queremos la autodeterminación total de todos los servicios de salud para operar el hospital Lincoln a través de una junta de trabajadores comunitarios. Esta junta debe haber mostrado su compromiso de servir al pueblo.

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"La película cuenta la historia de un momento poco conocido, pero muy importante en la historia de la ciudad de Nueva York, en el que un grupo de jóvenes activistas puertorriqueños se apoderaron de un hospital decrépito en la ciudad de Nueva York, lanzando una batalla por sus vidas, su comunidad, y salud para todos. Lamentablemente, 50 años después, seguimos luchando por una atención médica adecuada para nuestras comunidades de afroamericanos, indígenas y minorías de color", dice Luis A. Miranda, Jr., productor ejecutivo del documental.

Sobre esta singular pieza de recuperación de la memoria histórica, tuvimos la fortuna de charlar con su directora Emma Francis-Snyder.

Cortesía Market Road Films Emma Francis-Snyder, directora del documental 'Takeover'.

Emma, cuéntanos un poco sobre los orígenes de este proyecto.

Emma Francis-Snyder: Como joven activista, estuve involucrada en un intento de ocupar un edificio en el campus de mi universidad, que no salió nada bien. Quería aprender más, así que comencé a estudiar los movimientos de derechos civiles y de empoderamiento racial para aprender sobre modos exitosos de acción directa en la historia. Fue entonces cuando me encontré por primera vez con los Young Lords. Estaba tan impresionada por su sofisticado funcionamiento y éxito, que de hecho escribí mi tesis sobre esta intervención [en el hospital Lincoln]. Un día lo traje al estudio Democracy Now para mostrárselo a Juan González y le pregunté si podía entrevistarlo. Me llamó y accedió a sentarse conmigo. ¡Diez años después, Takeover está aquí!

El material de archivo que usas es extremadamente artístico y muy bien realizado, ¿quién tomó el metraje original?

La película utiliza recreaciones y material de archivo. Las imágenes de archivo se obtuvieron de muchos lugares diferentes, pero una de nuestras fuentes principales fue Third World Newsreel. Third World Newsreel se estableció en Nueva York como un colectivo de cineastas activistas en 1967. Fue la primera vez que mujeres, mujeres de color y personas de color en general comenzaron a filmar sus propios movimientos, razón por la cual se siente tal intimidad en las imágenes, porque los que estaban filmando eran parte de esos movimientos. Quise rendir homenaje a los realizadores de TWN emulando su estilo. Nuestra directora de fotografía, Tine DiLucia, usó en lugar de 16 mm película de Super 8 mm, como usaban los realizadores originales. [Aquí habría que resaltar la atinada elección de la directora de fotografía noruega, basada en Nueva York, quien ha sido elogiada por la crítica por su estilo que combina el cálido humanismo y la tensión visual, para recrear las escenas actuadas del filme.]

También sería negligente no mencionar las hermosas fotografías fijas proporcionadas por Hiram Maristany, quien fuera el fotógrafo oficial de los Young Lords. Él documentó de manera tan completa e ingeniosa su movimiento, que la película no sería lo que es sin sus fotos.

Cortesía de Market Road Films Escena del documental "Takeover".

En el movimiento Young Lords, especialmente en su filiar neoyorquina, las fronteras entre el arte y el activismo parecen ser muy borrosas o estar superpuestas —en una de escenas iniciales se escucha al poeta y dramaturgo nuyorican Pedro Pietri, uno de los fundadores del legendario Nuyorican Poets Café, leer versos de su poema Puerto Rican Obituary mientras se preparaban para el asalto. Tú también te defines como artista y activista, ¿crees que los artistas deberían jugar un rol más político en sus comunidades?

Absolutamente. Hay una grabación de archivo que me encanta y es cuando Olguie Robles (que no aparece como un personaje principal en la película, pero fue un miembro muy activo de los Young Lords) está hablando con un reportero y le dice: "¿Político? Toda nuestra vida es política, ¡el papel higiénico que compramos es político!". Es imposible ser apolítico, objetivo o neutral. Siempre hay un punto de vista, y las preguntas que debemos hacernos son: ¿cuál es tu punto de vista? ¿Qué quieres decir? Y, ¿necesitas decirlo?

Si bien creo que los artistas tienen una gran responsabilidad con sus comunidades y con el público en general, también deben estar debidamente informados. Es imperativo que seamos reflexivos y tengamos una intención bien clara con el trabajo que hacemos y compartimos.

Meyer Liebowitz/ New York Times Co./Getty Images 17 de junio de 1970: Miembros del grupo activista puertorriqueño Young Lords se reúnen cerca de la unidad de rayos X de tórax que incautaron en East Harlem, Nueva York.

¿Qué te ha impactado más después de conocer a los protagonistas de este singular evento de hace cincuenta años?

Crear Takeover ha sido el mayor honor de mi vida. Me considero increíblemente afortunada de haber conocido a los Young Lords que aparecen en la película. Estoy tan inspirada por el buen trabajo que continúan haciendo en sus comunidades incluso ahora. Uno de los Young Lords, Denise Oliver-Velez, dice en la película: "Puede que en este momento ya no existan los Young Lords, o puede que no haya un Partido Pantera Negra. Pero… ¡adivinen qué!, muchos de nosotros no estamos muertos. Y estamos comunicando esto a una generación joven que llevará adelante esa lucha". Su compromiso de seguir luchando me ha revitalizado como activista; siento una gran responsabilidad de honrar su legado al continuar su lucha por la justicia.