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Tarifas de gas: el Gobierno propone aumentar 48% el servicio para los hogares de ingresos altos desde el año próximo

servicios publicos y tarifas
servicios publicos y tarifas - Créditos: @archivo

Si bien todavía no se terminó de aplicar la segmentación, la Secretaría de Energía llevó adelante hoy una audiencia pública para definir los próximos incrementos en el servicio de gas a partir del año próximo. Según explicó la Subsecretaría de Hidrocarburos, a cargo de Federico Bernal, las tarifas para los hogares de ingresos altos deberían aumentar en promedio 48% en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), si se les retira completamente el subsidio.

Para los hogares de ingresos medios, el incremento promedio en la tarifa final con impuestos sería de 43%, mientras que para los hogares de ingresos bajos, la suba sería de 17%.

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Los hogares del nivel uno (N1) son aquellos que tienen ingresos mensuales mayores a los $489.083 (3,5 canastas básicas para un hogar tipo 2, según el Indec), entre otros criterios, o que no están inscriptos en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE). Los hogares de ingresos medios, por su parte, son aquellos que no tienen tarifa social, pero sus ingresos mensuales son menores a los $489.083. Estos usuarios mantendrán el subsidio siempre y cuando no superen un tope de consumo de gas, porque pagarán la tarifa plena sobre el excedente

“El decreto 332 publicado este año determinó que el nivel 1 [hogares de ingresos altos] pague el precio pleno del gas. La segmentación se ha hecho por primera vez en este servicio público. Lo anunció Sergio Massa a pocos días de asumir como ministro de Economía y la secretaria de Energía [Flavia Royón]. Vale la pena destacarlo una y otra vez: la política de segmentación para el uso eficiente de nuestros recursos. En este caso nos referimos a los subsidios, que es la primera vez que ocurre y está siendo un éxito”, dijo Bernal, subsecretario de Hidrocarburos y exinterventor en el Enargas, sin mencionar al exministro de Economía Martín Guzmán, quien fue el impulsor de la segmentación tarifaria y quien firmó el decreto mencionado.

El escenario 4 es el que debería llevarse adelante, si se cumple con el objetivo de la segmentación, de que los usuarios de ingresos altos paguen el costo pleno del gas
El escenario 4 es el que debería llevarse adelante, si se cumple con el objetivo de la segmentación, de que los usuarios de ingresos altos paguen el costo pleno del gas

Si se cumple con lo estimado por la Secretaría de Energía, los hogares de ingresos altos pagarían una factura promedio con impuestos de $7268, si tienen un consumo promedio de gas de 95 m3 de gas por mes (usuario residencial R31).

En tanto, los usuarios de nivel 3 (ingresos medios) pagarían una tarifa promedio de $5312, para el mismo consumo de gas; y los usuarios de nivel 2 (ingresos bajos) pagarían una tarifa de $3064.

Aun quitando completamente el subsidio para los usuarios de ingresos altos, el Estado Nacional seguiría subsidiando el 67,3% del costo total del abastecimiento de la demanda residencial. En concreto, el informe de la Secretaría de Energía estima que el precio promedio ponderado anual del gas natural en 2023 será US$5,22 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector), del cual los usuarios pagarán US$1,71. En tanto, los US$3,52 restantes los absorberá el Tesoro Nacional. Esto equivale a un gasto total para el Estado de $439.921 millones.

La ley de Presupuesto para el ejercicio fiscal del año 2023 tiene partidas con destino a subsidios al gas natural por $150.000 millones en gastos corrientes con destino al Programa Plan Gas.Ar y por $570.000 millones por transferencias del Tesoro para gastos corrientes con destino a la empresa estatal Enarsa, encargada de las importaciones de gas de Bolivia, GNL y de la construcción del gasoducto Néstor Kirchner y de las represas de Santa Cruz.

Para abastecer el total de la demanda residencial, la Secretaría de Energía calcula un costo total de casi US$2935,3 millones, de los cuales US$524,2 significarán las importaciones de gas de Bolivia; US$468,1, las importaciones de GNL, y US$1943, el costo del programa de estímulo plan Gas.Ar.

Audiencia pública de gas 2022, Federico Bernal
Audiencia pública de gas 2022, Federico Bernal

En el informe, la Secretaría proyecta pagar US$42,07 el millón de BTU para las importaciones de GNL, un monto 56% mayor a los US$27 que se pagaron el año pasado en promedio por los 41 buques que se trajeron. De ese total, 14 buques llegaron al puerto de Bahía Blanca, que en el invierno próximo no estará disponible, ya que el Gobierno tomó la decisión de no contratar un segundo buque regasificador, y quedarse solo con el de Escobar, que está emplazado en ese puerto desde 2011.

“El gas importado de Bolivia se proyecta un precio en el orden de los US$9,91 el millón de BTU para 2023. Finalmente, el precio del GNL importado, por su condición de commodity, es una variable determinada por el mercado internacional, que de acuerdo a lo expuesto se estima en el orden de los US$42,07 el millón de BTU para el periodo mayo a septiembre de 2023. Debe considerarse que a este componente debe adicionarse un costo fijo y variable de regasificación, que se estima entre US$1 y US$1,3 el millón de BTU”, señala el informe.

Más aumentos

Para el año próximo, además, se espera otro aumento asociado a las tarifas de gas que corresponde a los costos de transporte y distribución, que también están reflejados en las boletas. Para ello, es necesario que el Enargas convoque a otra audiencia pública para definir estas actualizaciones, aunque la demora se debe a que la intervención en el ente finaliza el viernes 16 próximo y todavía el Ministerio de Economía no realizó una extensión.

De mantenerse la intervención en el ente –que es lo que se espera, ya que no se llamó a licitación para definir las nuevas autoridades–, el Enargas convocaría a la audiencia pública en enero para aplicar los incrementos a partir de marzo.

Las empresas de distribución tuvieron este año un incremento de 40%, cuando la inflación acumulada en el año ya supera el 88%. En 2021, la situación no fue distinta: se les permitió un alza de 24%, cuando la inflación fue 50,9%. En 2020, año de la pandemia, directamente no hubo aumento tarifario, pese a que la inflación fue 36,1%.