¿Te llevas el trabajo a casa?

Lo que deberías hacer para evitar que el estrés en el trabajo acabe con tu pareja (y sí, el smartphone tiene mucha culpa)

El estrés laboral y la tecnología se han metido en la cama, complicando la vida sexual y afectiva de muchas parejas, y convirtiéndose en el tercero en discordia. (Foto: Getty)
El estrés laboral y la tecnología se han metido en la cama, complicando la vida sexual y afectiva de muchas parejas, y convirtiéndose en el tercero en discordia. (Foto: Getty)

Vivir conectado al smartphone, así como no discernir entre realización profesional y personal, pueden hacernos sufrir una gran carga de estrés que, en consecuencia, afecte a nuestra relación de pareja.

La gestión del estrés es una de nuestras grandes tareas pendientes. El 28 por ciento de españoles se marcó como propósito para este año 2018 aprender a gestionar el estrés y el 29 por ciento mejorar el equilibrio entre la vida profesional y la personal. Y es que, de todos los tipos de estrés, el que se vive en el entorno laboral es cada vez más común y puede tener efectos directos en la calidad de nuestras relaciones personales, entre ellas, la de pareja.

Este tipo de actitudes pueden acabar con el amor. Tómatelo en serio, reordena tus prioridades y dedícale tiempo (de calidad) a tu pareja. (Foto: Getty)
Este tipo de actitudes pueden acabar con el amor. Tómatelo en serio, reordena tus prioridades y dedícale tiempo (de calidad) a tu pareja. (Foto: Getty)

La tecnología no acerca a las personas y ha cambiado nuestra forma de relacionarnos (a todos los niveles) pero tiene una cara oculta muy peligrosa que puede hacer saltar por los aires tu relación. Y es que para muchas gente es casi imposible separar el trabajo de la vida personal.

El estrés laboral se está convirtiendo en nuestro país en un problema endémico, cuyas consecuencias sobre la calidad de vida pueden ser muy graves. Seis de cada diez trabajadores españoles que afirman sufrir estrés laboral

Es fácil decirlo, pero no tanto cumplirlo. “El trabajo es un bien de primer orden y, además, un bien referencial: nos solemos definir más por lo que hacemos (a qué nos dedicamos, nuestro cargo que por lo que somos. Es por eso que cuesta frenar la influencia del trabajo sobre nuestra vida personal”, apunta Arantza Pérez Mijares, psicóloga y experta de Doctoralia.

La tecnología, principalmente el smartphone, también juega un papel protagonista en este caso. A pesar de que nos ayuda en la gestión del día a día, también nos hace estar conectados siempre de forma ininterrumpida, lo cual puede pasar factura en la pareja.

En un estudio publicado en el año 2016 en la revista Psychology of Popular Media Culture, se preguntó a los miembros de varias parejas cómo describirían el uso que hacían de su smartphone. Asimismo, también se les pidió dar su opinión sobre la dependencia que su pareja tenía respecto al teléfono.

Dejad los móviles en la entrada cuando entréis por la puerta de casa, y nunca, nunca, nunca los llevéis al dormitorio. La cama debe ser una zona lilberada. (Foto: Getty)
Dejad los móviles en la entrada cuando entréis por la puerta de casa, y nunca, nunca, nunca los llevéis al dormitorio. La cama debe ser una zona lilberada. (Foto: Getty)

Los resultados fueron claros: las personas que se consideraban dependientes del smartphone decían sentirse menos seguros sobre el futuro de sus relaciones. Por su parte, aquellos que señalaban que sus parejas pasaban demasiado tiempo con del móvil se mostraron menos satisfechos con su relación.

“Todo el tiempo que dedicamos a “estar conectados”, nos desconecta de nuestra pareja y en definitiva de nuestros intereses personales. Hay que aprender que la vida no es solo trabajo”, comenta la experta.

Cómo revertir la situación

Para Pérez Mijares el principal problema es que:“Con la pareja no tenemos el mismo filtro que tenemos en el trabajo y tendemos a descargar muchas de las tensiones en nuestro compañero/a”.

A esto hay que sumar que en muchas ocasiones tenemos la creencia errónea de que nuestra pareja es la responsable de nuestra felicidad, o tiene que ayudarnos a “soportar” nuestras cargas de forma indiscutible, cuando la realidad es que no es así. Nosotros somos los primeros responsables de nuestra felicidad y de gestionar nuestros problemas.

Respira hondo y relativiza. Tu trabajo no debería ser lo más importante de tu vida. (Foto: Getty)
Respira hondo y relativiza. Tu trabajo no debería ser lo más importante de tu vida. (Foto: Getty)

Claves para cuidar tu relación y evitar que el estrés la haga saltar por los aires:

  • Diferenciar bien las horas que pertenecen a la parcela del trabajo y las que nos pertenecen a nosotros, y entre ellas, a estar con la pareja.“Hay que darle la misma prioridad a nuestra pareja que a ese cliente o proyecto tan importante”, apunta Arantza Pérez.

  • Aprender a priorizar las tareas que pueden esperar al día siguiente, así como delegar trabajo, nos puede ayudar a pasar tiempo de calidad con nuestra pareja y a no sentirnos tan dependientes del móvil fuera del trabajo.

  • Explotar más nuestros gustos e intereses personales, conectarnos con nosotros mismos. El trabajo es una parcela de nuestra vida pero no la única, no podemos sobreexplotarnos.“Si estamos bien con nosotros esto afectará positivamente a nuestra pareja. Es una espiral de retroalimentación”.

  • La meditación o el mindfulness, hacer deporte, llevar una dieta sana, expresar gratitud y plantearse objetivos que nos ilusionen son algunas formas de conectar con nuestro yo.

  • Discernir entre realización personal y trabajo nos ayudará a conectarnos con nuestra esfera personal, dentro de la cual se encuentra la pareja. “El trabajo tiene que ser un medio que nos permita tener el tiempo y las herramientas necesarias para alcanzar la realización personal, y no al revés”.

Si, a pesar de estas pautas, te sigue costando gestionar el estrés y limitar el impacto que tiene en tus relaciones personales, lo mejor es acudir a un especialista para que os oriente de forma individual sobre cómo hacer frente a las cargas del trabajo y compatibilizar la vida profesional con la personal.

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