Terapia sicológica online: lo que debes saber

Con nuestra rutina paralizada debido al avance del COVID-19, nos vimos obligados a quedarnos en casa y a poner en stand-by todas las actividades que solíamos realizar afuera. Sin embargo, algunas de ellas, como las visitas al terapeuta, han podido adaptarse al nuevo panorama.

En tiempos de coronavirus, muchos terapeutas optaron por atender online a sus pacientes. Si es tu caso o estás analizando la posibilidad, te contamos qué es que lo deberías saber:

Para lograr intimidad, prepara un espacio acorde

Al no poder acudir al consultorio, tendrás que recrear un espacio similar en tu casa. “Encuentra un lugar en tu hogar en donde tengas la mayor privacidad posible. Esto podría ser un desafío si tus hijos están en casa todo el tiempo debido al cierre de la escuela, o si otros miembros de la familia están haciendo home office. Considera usar una máquina de ruido blanco para mayor privacidad y colócala fuera de la habitación”, sugiere el psicoterapeuta Seth J. Gillihan en WebMD. Asimismo, Gillihan recomienda contar con un lugar cómodo para sentarse durante toda la sesión.

Con respecto a la ubicación de la persona y de la computadora, el experto explica que hay que colocar la parte superior de la cabeza cerca de la parte superior de la pantalla de video, en lugar de en la mitad inferior. “De esa manera, sentirás que tu terapeuta te está mirando directamente cuando está mirando tu cara, ya que tu rostro estará cerca de la cámara (suponiendo que esté en la parte superior de su computadora)”.

Asimismo, es aconsejable colocar la pantalla sobre una superficie estable como una mesa o escritorio, ya que un movimiento excesivo puede crear una sensación de mareo en tu terapeuta.

Cierra también el correo electrónico y desactiva las notificaciones que podrían distraerte.

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Ponte en el mood para la sesión

Si es posible, hazte un tiempo de transición antes y después de la sesión. “El viaje hasta el consultorio del terapeuta proporciona una zona de amortiguación integrada entre la terapia y lo que sea que hagas antes y después. Con la teleterapia, por el contrario, es fácil entrar en una sesión con el estrés de cuidar a los niños pequeños, atender a las mascotas, trabajar desde casa o discutir con la pareja”, explica Gillihan.

Si tienes una sesión de 45 minutos, por ejemplo, trata de bloquear 60 minutos en total y dedícale 5 minutos a una respiración relajada antes de la sesión y 10 minutos después para comenzar a procesar tus pensamientos y emociones.

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¿Será efectivo?

De acuerdo con el experto, la efectividad depende del paciente y del terapeuta. Pero, por lo general, si la terapia resulta en persona, suele hacerlo también de manera online.

“En mi experiencia he visto que funciona inclusive, para personas que lidian con patologías como depresión, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo, insomnio, problemas de relación, dolor y trauma”, explica Gillihan.

Qué programa usar para la sesión de teleterapia

Lo ideal sería no utilizar Skype o FaceTime, porque las videollamadas conllevan mayores riesgos de privacidad. Por lo general, los terapeutas tienen que usar plataformas que cumplan con la Ley de Responsabilidad y Portabilidad del Seguro de Salud (HIPAA, por sus siglas en inglés) para mitigar esos riesgos.

"Los piratas informáticos buscan datos valiosos y los datos de salud son muy valiosos. Los sistemas de salud inseguros son siempre objetivos principales para los piratas informáticos", aclara en Slate, John Torous, director de la división de psiquiatría digital en el Centro Médico Beth Israel Deaconess.

Según el experto, las plataformas compatibles con HIPAA, como Zoom, Doxy y TheraNest, no solo cumplirían con los criterios técnicos de privacidad, sino que también tendrían un acuerdo para certificar que habrá salvaguardas administrativas y humanas para evitar violaciones de datos.

Si tienes dudas, consulta con un terapista.