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“Terminar la escuela para tener un futuro”: cuáles son las demandas educativas de los barrios populares

Coronavirus. La villa 1-11-14 superó en casos a la 31, en medio de una crisis económica profunda
En junio pasado, se realizó una encuesta para conocer las expectativas educativas de 540 familias que viven en villas y tienen hijos en edad escolar - Créditos: @Hernán Zenteno

En los barrios populares argentinos, a los padres les gustaría que a sus hijos les enseñaran oficios, idiomas y actividades vinculadas con el mundo del trabajo, como así también Educación Sexual Integral (ESI), arte y deporte. Además, a pesar de que las familias tienen una percepción positiva de la escuela, consideran que falta calefacción en las aulas y mantenimiento en los baños.

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Las demandas surgen del informe “¿Qué esperan de la educación las familias de los barrios populares?”, del Observatorio Argentinos por la Educación y la Secretaría de Integración Socio Urbana del Ministerio de Desarrollo de la Nación, realizado a partir de una encuesta de alcance nacional hecha en junio de 2022 a una muestra de 540 familias de barrios populares con hijos en la escuela primaria y secundaria. De acuerdo a la Defensoría del Pueblo de la ciudad, se consideran barrios populares a aquellos comúnmente denominados villas, asentamientos y urbanizaciones informales.

El trabajo mostró que los padres confían en la escuela como herramienta de movilidad social ascendente ya que 9 de cada 10 familias (89%) consideran que las posibilidades de sus hijos de conseguir empleo crecen si terminan el secundario.

Las familias destacaron la importancia de que sus hijos reciban formación profesional, laboral y de oficios durante la secundaria
Las familias destacaron la importancia de que sus hijos reciban formación profesional, laboral y de oficios durante la secundaria

Por ejemplo, ante la pregunta respecto a la utilidad o pertinencia de la escuela, las respuestas inmediatas de las familias se resumieron en dos expresiones: “para ser alguien en la vida” y “para tener un futuro”. De acuerdo a los especialistas que realizaron el informe eso demuestra una idea muy instalada y potente que asocia a la escuela con una buena salida laboral y una identidad cívica reconocida socialmente.

“Los sectores populares mantienen la fe en el valor de las titulaciones para que sus hijos tengan acceso al mercado de trabajo. Sus demandas sobre la escuela están asociadas a esta expectativa: quieren computación, inglés, arte y oficios porque dan por sentado que la escuela les proporcionará los recursos básicos de la cultura como la lectoescritura y las matemáticas. Son esperanzas y expectativas totalmente razonables y fundamentadas en un sentido común que se conformó en el seno de una sociedad que proporcionaba una relación casi automática entre educación y empleo. Hoy los vínculos entre estos dos términos son más complejos y requieren cambios en los dos términos de la ecuación”, dijo Guillermina Tiramonti, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

Infraestructura y viandas

En cuanto a la infraestructura de las escuelas, la mitad de los encuestados las consideró en buenas condiciones, mientras que el 35% dijo que el establecimiento al que asiste su hijo se encuentra en condiciones regulares y el 13% indicó que está en malas condiciones. Además de la calefacción y los baños, las familias señalaron que se podría mejorar la estructura general del edificio (30%), el acceso a los servicios de luz, agua y gas (26%) y la pintura (24%).

La calefacción y el mantenimiento de los baños fueron las dos cuestiones más mencionadas a mejorar
La calefacción y el mantenimiento de los baños fueron las dos cuestiones más mencionadas a mejorar

En relación con la conectividad, casi 7 de cada 10 familias (68%) informaron que las escuelas de sus hijos tienen conexión a internet, aunque se observó una gran diferencia entre las primarias (45%) y las secundarias (75%).

Por otra parte, el informe mostró que los chicos reciben al menos una comida liviana (desayuno o merienda) en la escuela, dependiendo del turno y la cantidad de horas que asisten. En primaria, solo el 10,4% de los estudiantes que van cuatro horas o menos reciben almuerzo, mientras que ese porcentaje aumenta a 62,1% en el caso de los que van más de cuatro. En el nivel secundario, los reportes señalan que reciben almuerzo el 25,2% de los que asisten cuatro o menos horas y el 25,9% que asisten más de cuatro. En la mayoría de los casos, los chicos dijeron disfrutar de la comida, y que comparándola con la que comían por fuera de la escuela, era de igual o mejor calidad.

Otro de los datos destacados del informe indica que la elección de escuela por parte de los grupos familiares se basa, principalmente, en la cercanía: el 70% dijo que tarda menos de media hora en llegar a la escuela. “Es decir que la presencia de instituciones cercanas a los espacios de vida tienen un peso relevante en la elección de las instituciones asegurando el acceso y asistencia escolar”, comentaron desde el Observatorio.