¿Tienes un hijo súper dotado o con altas capacidades?
Tener un niño talentoso o con altas capacidades representa un gran orgullo, pero debe quedar claro que NO es un trofeo que presumes ante los demás, al contrario es tener enfrente de ti un gran reto.
Un reto al que te enfrentas diariamente para educarlo y guiarlo como un individuo con necesidades propias, y no reflejar nuestras propias limitantes.
Pero, ¿cómo identificar a un niño talento?
Hiperactividad; se reduce cuando se le presenta una tarea interesante para el niño
Aprende y comprende rápido y se interesa por buscar nuevos conocimientos
Se muestra un poco distraído por la hipersensibilidad de los sentidos
Interviene en pláticas de adultos y puede comprenderlas
Le gusta platicar con gente mayor que él
Frecuentemente arma objetos o estructuras
Tiende a querer imponer sus reglas
Sensible en el área emocional
Tiene baja tolerancia a la frustración; siempre busca conseguir sus objetivos
Muestra logros excepcionales en alguna materia
Responde bien a la responsabilidad
Genera numerosas ideas y soluciones ante los problemas
Es arriesgado y especulativo
Aplica los conocimientos adquiridos de un área a otra
Convence a los demás para trabajar en los temas que él propone
Es original al combinar ideas, métodos y formas de expresión
Se concentra en un tema y persiste hasta que lo domina
Se aburre fácilmente en actividades rutinarias
¿Qué hacer como papá o mamá de un niño talento?
Lo que realmente se tiene que hacer es ayudar a que su desarrollo sea equilibrado, porque puede ser talentoso en uno o varios aspectos, pero no se debe permitir que descuide lo demás.
Más allá de desarrollar la parte cognitiva del pequeño, se debe poner atención que la parte emocional, social y física se desarrollen en paralelo, que tenga una educación integral. Y precisamente, esta situación es lo que representa un gran desafío para los papás y las mamás.
Los niños con altas capacidades pueden mostrar gran avance en algunos temas, pero a nivel emocional pueden necesitar ayuda, y se ve más claro cuando algunas de sus necesidades no son totalmente cubiertas.
Es decir, pueden registrar una mayor conciencia, pero al mismo tiempo surge la ansiedad, el perfeccionismo, el estrés, problemas para relacionarse con los demás, entre otros.
Por ello, los papás necesitan ayudar al niño a lograr un equilibrio emocional, mostrar estrategias y darle las herramientas para que puedan desarrollar ese lado de su vida, deben hacer un esfuerzo adicional para enseñarles habilidades sociales.
Revisada por Karen Zaltzman, pedagoga especializada en crianza