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Los tóxicos que esconden las cajas de pizza

Las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) están en los empaques de alimentos que se entregan a domicilio

Las PFAS son usadas desde hace décadas por su potencial antiadherente en muchos productos de uso cotidiano (Foto:Getty)
Las PFAS son usadas desde hace décadas por su potencial antiadherente en muchos productos de uso cotidiano (Foto:Getty)

Las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) están en los empaques de alimentos que se entregan a domicilio. Están, por ejemplo, en las cajas que contienen las deliciosas pizzas que son entregadas por el mundo de forma tan cotidiana como lo es la dispersión tóxica de estos químicos sintéticos que se esconden en simples acciones rutinarias.

Los componentes químicos PFAS de las cajas en las que son introducidas las pizzas cuando se piden para llevar sirven para que el contenido líquido de esta apetitosa comida rápida no se filtre mientras son transportadas desde el lugar en el que se cocinan hasta su destino final.

Pero la advertencia no va solo con los que piden pizza porque lo cierto es que las sustancias PFAS están en casi todas partes.

La Agencia Química Europea, un organismo que pertenece a la Unión Europea, explica qué son estos componentes y señala que las llamadas sustancias perfluoroalquiladas contienen enlaces carbón-flúor que “son los más fuertes de la química orgánica” por lo que resisten la degradación; y añade que se trata de materiales sintéticos “ampliamente utilizados por toda la sociedad”.

La exposición a sustancias PFAS se han vinculado al cáncer y problemas endocrinos, entre otros importantes problemas de salud (Foto:Getty)
La exposición a sustancias PFAS se han vinculado al cáncer y problemas endocrinos, entre otros importantes problemas de salud (Foto:Getty)

En efecto, son ampliamente utilizados porque estos químicos también se encuentran en las bolsas de palomitas de maíz de microondas, en utensilios de cocina antiadherentes, en alfombras, telas, cauchos, ropa impermeable, productos antimanchas y en sustancias que se emplean para la extinción de incendios, entre muchos otros usos.

Es verdad que los seres humanos vivimos rodeados de químicos muy dañinos y que a veces esta convivencia es inevitable. No obstante, en muchas ocasiones, es posible elegir cuántos o cuáles químicos incorporar al día a día.

Por ejemplo, pedir o no una pizza, escoger palomitas de maíz que no sean para microondas, cocinar en ollas o sartenes que no tengan componentes antirresbalantes, descartar ciertas alfombras de la casa o preferir un sofá con tela sencilla y no una con tratamiento “especial” antimanchas.

Hay que saber que los PFAS, de acuerdo con numerosos estudios, están vinculados con la aparición de cáncer de hígado o de testículos en personas que están frecuentemente expuestas a ellos.

Las investigaciones también relacionan estas sustancias con el aumento del colesterol, daños al hígado, incremento del riesgo de hipertensión en embarazadas o preeclampsia, bajo peso al nacer, bajo efecto de las vacunas en niños y, más recientemente con el aumento de la vulnerabilidad ante el COVID-19.

Además, se debe tener en cuenta que estos químicos no se descomponen. Por el contrario, los PFAS permanecen en el ambiente y con el tiempo se acumulan en la atmósfera, en animales y en personas.

Como se ve, la importancia de mantener limitada la exposición a estos químicos es importante para conservar la salud a corto, mediano y largo plazo, y las regulaciones sobre los productos que los contienen aún son escasas.

Millones de personas toman agua contaminada con PFAS en Estados Unidos a diario (Foto:Getty)
Millones de personas toman agua contaminada con PFAS en Estados Unidos a diario (Foto:Getty)

Los seres humanos no son los únicos que se enferman por una excesiva exposición a los PFAS, el medio ambiente también sufre, las aguas, las plantas, los animales, todo el planeta se ve afectado por estas sustancias químicas.

Esta dispersión tóxica de los PFAS se debe principalmente a que ese enlace químico que los conforma de carbón-flúor, evita que se descomponga y por eso la sustancia se mantiene pululando en el ambiente.

Los eficientes químicos con propiedades antiadherentes de los que estamos hablando también llegan a los vertederos, vegetación, tejidos de los animales e incluso el agua potable que consumen los seres humanos. Esto quiere decir que lo que comemos, tomamos y respiramos puede estar cargado de los resistentes PFAS.

Los PFAS son tan persistentes que ya elevaron todas las alarmas en el mundo científico y un estudio de octubre de 2021 de la Universidad de Iowa pide más entendimiento sobre los riesgos que pueden implicar estos químicos en los humanos y en todo el planeta.

“Están ahí afuera, tenemos que ser conscientes de ellos, y es realmente difícil eliminarlos”, dijo Keith Vorst, uno de los autores del estudio de la Universidad de IOWA, que además pidió trabajar en estrategias de mitigación y comprender los riesgos que plantea la convivencia con estas sustancias.

De acuerdo con la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades, la mayoría de los estadounidenses han estado expuestos y cargan con estas sustancias en la sangre y el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG) estima que unos 100 millones de ciudadanos de ese país toman a diario agua contaminada con PFAS.

Las PFAS de las fábricas, bases militares, aeropuertos o estaciones de bomberos son liberadas al ambiente y ahora forman parte de los procesos de la naturaleza en el agua y en la superficie terrestre.

Así mismo, en Estados Unidos se ha elaborado un mapa que revela los lugares en los que se han encontrado peces que están llenos de PFAS, que también son conocidos como "químicos eternos".

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Es decir, el ser humano cocina, come, bebe, viste, se asea y se maquilla con los PFAS, que los mantienen envueltos con su poderosa alianza de carbón y flúor.

Estos químicos que salieron de un laboratorio a fines de la década de los 30, han sido usados en una inmensa cantidad de productos desde 1940 y en algunos países se han dictado normas para restringir su uso, aunque lo cierto es que la potencialidad de los PFAS para persistir en la atmósfera significa que los que ya se encuentran en el ambiente van a seguir allí, contaminando.

Mientras más carácteristicas resistentes tiene el maquillaje, más probabilidades hay de que contenga alguna sustancia PFAS (Foto:Getty)
Mientras más carácteristicas resistentes tiene el maquillaje, más probabilidades hay de que contenga alguna sustancia PFAS (Foto:Getty)

Existen más de 9.000 sustancias PFAS y entre los más conocidos están el sulfonato de perfluorooctano (PFOS) y el ácido perfluorooctanoico (PFOA) mejor conocido como C8.

Empezaron siendo unos químicos muy usados en telas, revestimientos de cuero, productos para el hogar, alfombras resistentes a las manchas y espumas de extinción de incendios y después se amplió a otros productos de uso masivo como los sartenes y envases de comida para llevar.

Sin embargo, la masificación de su uso los ha llevado incluso al maquillaje.

A muchos productos cosméticos que se usan a diario se les ha agregado PFAS. Se han encontrado estas sustancias en lociones, leches limpiadoras, removedores de esmaltes de uñas, cremas de afeitar, bases de maquillaje, pinturas de labios, alargadores de pestañas a prueba de agua, delineadores y sombras de ojos, entre otros artículos como el hilo dental.

Las PFAS se usan en la industria cosmética para acondicionar y suavizar la piel o para lograr determinada textura en el producto como la que les permite esparcirse mejor sobre la dermis o imprimirles la cualidad de que duren por más tiempo.

El Gobierno de los Estados Unidos asegura que combatirá la presencia de las PFAS en el ambiente (Foto:Getty)
El Gobierno de los Estados Unidos asegura que combatirá la presencia de las PFAS en el ambiente (Foto:Getty)

Es por eso que han surgido aplicaciones gratuitas para celular que le pueden decir al consumidor si el producto cosmético que ha comprado o está por comprar contiene o no sustancias PFAS como el de la organización estadounidense The Environmental Working Group.

En octubre de 2021, la Administración de Joe Biden anunció medidas para evitar que las sustancias PFAS se liberen al aire, los sistemas acuáticos o en los alimentos.

La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos declaró en agosto pasado como peligrosas substancias PFAS y publicó un mapa estratégico para abordar el problema de las perfluoroalquiladas, en el que se comprometen a invertir en investigación para comprender mejor las exposiciones a su toxicidad, los efectos sobre la salud humana y la ecología.

Con la llamada ley de Superfondos, la EPA aseguró que limpiará los sitios contaminados por estas sustancias y obligará a los responsables a asumir las limpiezas y sus costos.

“Las comunidades han sufrido por demasiado tiempo la exposición a esas substancias químicas”, dijo entonces el administrador de la EPA, Michael Regan y aseguró que la Agencia "ayudará a proteger a las comunidades de contaminación con PFAS y buscará que los contaminadores tengan que rendir cuentas por sus acciones".

En cualquier caso, la EPA se comprometió a tomar medidas para evitar que estas sustancias se introduzcan en el aire, la tierra y el agua a niveles que puedan afectar la salud y el medio ambiente, así como a acelerar la limpieza de la contaminación causada por las PFAS.

Y desde los hogares, los ciudadanos de a pié también pueden tomar sus propias medidas para evitar el exceso de contacto con las PFAS tales como:

  • Es recomendable solicitar un análisis de la calidad del agua al departamento de salud de la comunidad pues la hidratación diaria es una de las vías principales por las que el organismo se intoxica con PFAS.

  • Evitar los empaques de las comidas que impiden la filtración de los fluidos, como las cajas de pizzas o de hamburguesas.

  • Evitar cocinar en ollas o sartenes de teflón.

  • Estar pendientes de los alertas para el consumo de pescado y no comprar o comer los capturados en estas zonas.

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