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El primer trasplante parcial de corazón de “tejido vivo” salva a recién nacido

Un trasplante parcial de corazón con tejido vivo, que se cree que es el primero del mundo, salvó a un recién nacido.

Owen Monroe nació en abril de este año en el Hospital Universitario Duke de Durham (Carolina del Norte) con una afección cardíaca mortal. Cuatro meses después de la operación, sus padres aseguran que su recuperación va bien.

Tras su nacimiento, a Owen se le diagnosticó un tronco arterioso, lo que significa que dos de las arterias que entraban en su corazón se habían fusionado, según Duke Health. Una de las válvulas de su corazón también tenía una fuga. Sus padres recibieron la noticia de que necesitaba un trasplante.

“Creo que una vez que nos informaron de la situación y de que no teníamos tiempo para esperar a que le hicieran un corazón completo, [y considerando que] desde el principio, ya presentaba insuficiencia cardíaca, no había muchas opciones; así que, básicamente, si pasaba algo, lo reanimaríamos y esperaríamos que todo saliera bien”, dijo la madre Tayler Monroe en un vídeo producido por Duke Health.

Monroe relata que habló con su marido sobre si Owen podría ser un donante para otros niños recién nacidos. Señala que era “tal vez la conversación más difícil que puedes tener como padre”.

El jefe de cirugía cardiaca pediátrica del hospital, el doctor Joseph Turek, comentó en el vídeo del hospital que por lo general se tarda unos seis meses en encontrar un corazón para un bebé de esa edad.

“Aunque lo teníamos en la lista para un trasplante de corazón normal, sospechábamos que no íbamos a llegar tan lejos”, explicó.

Los padres optaron por realizar un trasplante parcial de corazón con tejido vivo. El Dr. Turek señaló que, si el tejido no estaba vivo, no crecería con Owen, pero que el tejido vivo podría prolongar su vida al crecer con él.

“Y es importante que estos niños solo se sometan a una operación, si es posible”, añadió el Dr. Turek. “Es mucho para una familia, es mucho para un niño, someterse a una sola operación de corazón, ni qué hablar de someterse a múltiples operaciones de corazón a lo largo de su vida”.

Durante la intervención se utilizó tejido del corazón de un donante. El corazón del donante no pudo utilizarse para un trasplante completo porque, aunque las válvulas estaban en buen estado, los músculos no estaban tan sanos.

El médico dijo que Owen pudo abandonar el hospital unas semanas después de la intervención.

“Sus dos válvulas, ahora cuatro meses y medio después de la operación, están creciendo. Son totalmente competentes. No tienen ninguna fuga”, explicó el Dr. Turek.

Añadió que no parece haber ningún efecto secundario perjudicial.

Monroe comentó que el procedimiento fue “milagroso”.

“El hecho de que no solo esté bien, sino que esté prosperando, da mucha esperanza a los futuros bebés que tengan que pasar por esto. Todos sus médicos están encantados con su evolución”, indicó la madre.

Según CBS News, el cardiólogo especialista en trasplantes pediátricos de Owen, el Dr. Michael Carboni, profesor asociado del Departamento de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, afirmó que “lo más destacable de este procedimiento es que no solo se trata de una innovación que puede alargar la vida de los niños, sino que además permite utilizar un corazón donado que, de otro modo, no sería trasplantable”.