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El trauma infantil de Vanessa Kirby que la llevó a convertirse en actriz

Vanessa Kirby, actriz de reparto en drama
Vanessa Kirby, actriz de reparto en drama

Vanessa Kirby disfruta del mejor año de su carrera. Su trabajo como la princesa Margarita en las primeras dos temporadas de The Crown pusieron en el mapa a esta actriz británica que de ahí saltó a la saga de Misión Imposible. Pero Fragmentos de una mujer fue la película que la llevó más allá de la fama. El film, en el que interpreta a una madre que, tras dar a luz, pierde a su hijo, la hizo ganar la copa Volpi en el Festival de Venecia y le dio una candidatura a los principales galardones de Hollywood, incluido el Oscar a mejor actriz. Sin embargo ella, nacida en Wimbledon (Londres) hace 32 años, tiene un deseo más imperioso: “Quiero que me abran ya los restaurantes y podamos volver a vivir en la calle con normalidad para dejar de quemar las sartenes”, bromea. Tampoco le importaría llevarse el Oscar, pero como muchos otros durante esta pandemia ha probado la vida en casa, las labores domésticas, la cocina y la repostería. “Y no se me dio nada bien”, lanza tras confesar que no pasó de unas cuantas “sopas extrañas”.

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No se puede decir lo mismo de su faceta como actriz. Sin referentes artísticos en el seno de su familia, Kirby tuvo clara su vocación desde niña. El empujón, literalmente, se lo dieron en el colegio y no precisamente porque la animaran a seguir la carrera de actriz. Kirby confiesa ahora que fue víctima de acoso escolar. “Fue terrible y duró muchos años”, recuerda sobre esa época a la que culpa de los problemas gastrointestinales que todavía padece.

“El único lugar en el que me sentí segura fueron las clases de arte dramático. En el teatro. Ahí podía ser tonta, freak, lo que fuera... que no me sentía criticada”, explica. También ayudó el hecho de que sus padres fueran tanto a ver obras de Shakespeare. Aún recuerda en el escenario a los hermanos Vanessa y Corin Redgrave. Tenía 11 años y la obra El jardín de los cerezos marcó un antes y un después en su vocación. “Lo mismo que películas como El expreso de medianoche o Chinatown. Mis padres me dieron una maravillosa educación además de llevarme a todas las audiciones. Ahora mi misión es que disfruten de este momento”, afirma.

Por ahora la que más lo hace es su hermana Juliet, quien apareció a su lado, en pijama y por Zoom, en la entrega de los Globos de Oro. Ella es su compañera de departamento en Los Ángeles actualmente aunque esto podría estar por cambiar, ya que a la actriz se la fotografió en los últimos días visitando varias propiedades que están a la venta en la ciudad. Esta búsqueda además está relacionada, entre otras cosas, con el fin de su noviazgo con el también actor Callum Turner, a quien conoció durante el rodaje de Queen & Country. El peso de sus prometedoras carreras fue lo que más pesó para ponerle fin a la relación.

Kirby piensa en la película que le valió la candidatura a la estatuilla dorada y afirma: “Estaba preparada, sabía que tenía que asumir la responsabilidad de contar esta historia, de liderar, de dejar a un lado mis miedos y llevarla a la pantalla”. Fragmentos de una mujer es su primer trabajo como protagonista, un film muy duro que arranca con un plano secuencia de su personaje dando a luz. Fueron casi 30 minutos sin respiro, escena que se rodó en una toma continua, una y otra vez, durante los dos primeros días de rodaje. Como la actriz no es madre, le pidió a una mujer que le permitiera asistir a su parto. Siempre le estará agradecida, afirma, igual que a otras muchas que le contaron de primera mano el dolor, el vacío, los remordimientos, la vergüenza y el pesar de perder a un hijo. “Sé que es una película difícil, pero solo para dar voz a estas mujeres, incluso si solo son ellas quienes la ven, habrá valido la pena”, añade.

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Lo cierto es que los seguidores de la carrera de Kirby son muy numerosos. Su trabajo en la serie The Crown fue el que convenció al realizador Christopher McQuarrie para contar con ella en las películas de Misión Imposible, junto a Tom Cruise. “Siempre admiré a las mujeres de esta saga porque no son fantasías de hombres, sino personajes con su propia trama”, recalca después de haber rodado en paralelo las dos próximas entregas. Un momento de gloria que la actriz está pensando aprovechar para abrir su propia productora para centrarse en historias por y para mujeres. Una forma de poner su propio “granito de arena” a esta causa.