Triunfó en el mundo digital y ahora busca imponer una bebida disruptiva con bioetanol

Triunfó en el mundo digital y ahora busca imponer una bebida disruptiva con bioetanol
Archivo

A los 36 años, Gastón Abramoff acumula 12 años de experiencia en el mundo digital. Es el creador de Waip, la primera plataforma de habla hispana que conecta a las marcas con nano influencers. Suma otros siete en el sector gastronómico relacionado con las bebidas (fue director del área disruptiva de la cervecería AB Inbev). En 2018 fue elegido como Latam Best Digital Entrepreneur. Ahora fundó Awesome Beverages, una empresa que lanzó una bebida innovadora en su categoría, realizada en base a alcohol de cereal, con frutos y botánicos.

“Es una forma de unir los tres mundos de los que vengo, el corporativo, la innovación y las bebidas -dice Abramoff a LA NACION-. En este segmento la innovación está poco desarrollada porque lo más frecuente es ver la tendencia y traerla. Como también he trabajado al lado del consumidor, sé que buscan que los sorprendan”.

La bebida con que debutó su empresa es Savage, que se produce completamente en Mendoza con un destilado 100% natural y orgánico, a base de alcohol de cereal (bioetanol) y sin sabores artificiales. “Es disruptiva porque no es ni gin, ni vodka: es natural, completamente novedosa”, insiste Abramoff, quien apunta que se suma a las tendencias internacionales de baja graduación y relevancia de lo natural.

Vicentin: un grupo de acreedores impulsan un proceso de cramdown

La graduación alcohólica es del 29% y contiene menos azúcar que una copa de vino; nace en tres variedades, limón y jengibre; pomelo y romero, y pepino y menta. La bebida se obtiene con cuatro destilados e infusionado por torre de vapor con frutas y verduras seleccionadas de distintas regiones del país.

El alcohol que emplean está producido por la cordobesa Porta en base a un mix de cereales. Se trata de una empresa familiar con 135 años de trayectoria y que, en 1920, con la segunda generación de inmigrantes italianos que la fundó, sumó el alcohol a su producción. Hoy es referente en el mercado argentino del alcohol para uso medicinal, alimenticio y cosmético.

Compran el alcohol a través de Tapaus, una casa de destilados instalada en Luján de Cuyo (Mendoza) que produce aguardientes y licores de alta gama con el vino como materia prima. Por el momento produce en esa planta, pero la idea es contar con instalaciones propias para comienzos del año que viene.

La compañía, dice su fundador, busca constituirse como la primera de bebidas “disruptivas” del mercado. “Escuchamos al consumidor y buscamos sorprenderlo con productos nuevos, diferentes a los que conoce”, afirmó.