Un abuelo y un nieto a los que operaron de corazón a la vez comparten la preciosa imagen de sus cicatrices

Kolbie Gregware tiene solo 11 meses de edad. Allan Halstead tiene casi 70 años. A pesar de que solo han compartido espacio en la Tierra durante unos pocos meses, los dos tienen mucho en común. Y no solo porque sean abuelo y nieto: tanto Kolbie como Allan han tenido que pasar por sendas operaciones a corazón abierto, que les han dejado una importante marca en su pecho. La imagen de estos dos estadounidenses enseñando sus cicatrices se ha convertido en todo un fenómeno.

“Los dos vinieron a hacerse la foto. Yo que quería que fuera dulce, pero también que fuera real”, asegura la fotógrafa Sunshine Moody, que tomó la instantánea por iniciativa de Brandy Gregware la hija del abuelo y la madre del bebé.

(Sunshine Moody photography)

“Quiero que Kolbie tenga un recuerdo de su abuelo. Él ya está mayor y está tomando una medicación que solo funciona en el 10% de los casos. Cuando deje de funcionar, se acabó todo para él”, explica emocionada Brandy a ABC News.

El pequeño fue operado a los 4 meses de vida. Desde entonces, permanece ingresado en un hospital y conectado a un respirador. Pero a pesar de pasar gran parte de su vida en un centro médico, Kolbie parece haber desarrollado un vínculo especial con su abuelo. “Es increíble ver cómo mira Kolbie a Allan”, explica su madre. “Es como si estuviera mirando a dios. Puede tirarse horas mirándole”.

La idea de fotografiar a sus dos grandes amores -o como ella lo llama, la ‘foto de las cicatrices a juego’- surgió cuando fue consciente de que a su padre no le quedaba mucho tiempo en este mundo.

La fotógrafa confiesa que la sesión fue muy emocionante: “Estaba asustada porque sabía lo importante y poderosa que iba a ser la foto”, explica Moody al mismo medio estadounidense. “De todas las que hice, me di cuenta de que la mejor era ésta, en seguida me quedé mirándola. La edité durante una hora para que quedara perfecta”. Y el resultado así lo atestigua.