Una empresa especializada en dietas, en el ojo del huracán por lanzar una 'app' para niños

Weight Watchers, para quienes nunca hayan tenido que enfrentarse a la pérdida de peso y desconozcan su existencia, es una compañía con sede en Estados Unidos que centra su actividad en las dietas para perder peso y mantenerse y en promover los hábitos saludables. Su negocio ha estado centrado desde su origen en los adultos, pero desde hace unos meses trabajaba en la elaboración de una aplicación destinada a niños de entre 8 y 17 años que acaba de lanzar y que ha colocado a WW en el centro del huracán.

Weight Watchers lanza una aplicación para ayudar a perder peso y a controlarlo a niños a partir de 8 años y los expertos no se ponen de acuerdo en si es algo bueno o malo. (Foto: Getty Images)
Weight Watchers lanza una aplicación para ayudar a perder peso y a controlarlo a niños a partir de 8 años y los expertos no se ponen de acuerdo en si es algo bueno o malo. (Foto: Getty Images)

Los expertos en nutrición y salud no se ponen de acuerdo. Dependiendo a quién se consulte o el estudio al que se recurra, unos defienden los beneficios de una aplicación como ‘Kurbo by WW’ (como se llama el objeto de críticas) y otros la demonizan. El origen de la polémica se remonta a febrero, cuando la compañía anunció el que sería su futuro lanzamiento. Se dijo entonces, como recuerda la revista Time, que iría dirigido a adolescentes entre 13 y 17 años. Ya entonces recibió un buen número de críticas.

Ahora, tras su lanzamiento el pasado 13 de agosto, estás arrecian, sobre todo después de bajar el umbral de su público objetivo hasta los 8 años. Explican en esta revista estadounidense que la aplicación de la discordia se basa no en un sistema de puntos como en el caso de los adultos, sino en uno de semáforo. Desarrollado por la Universidad de Stanford, lo que hace es clasificar los alimentos en tres categorías dándole a cada una un color. Los rojos son esos ante los que los niños deben detenerse y pensar si les conviene comerlos. Los amarillos se pueden incluir en la dieta, pero con moderación. Y para los verdes hay barra libre.

Además se incluyen otras funcionalidades como ejercicios de respiración, una manera de controlar y promover la actividad física, un interfaz accesible para los más pequeños atractivo como si fuese Snapchat… Lo primero para usarla es introducir el peso, altura, edad y objetivo. Luego cada día se van metiendo los alimentos ingeridos. Esa es la parte gratuita. Hay otra de pago de 69 dólares al mes con vídeos de entrenamiento y un servicio de entrenadores, dicen en Time, formados para detectar trastornos alimenticios.

En un país en el que el sobrepeso es un problema de salud que afecta a una parte considerable de su población, este tipo de iniciativas cuentan con un amplio espectro de posibles usuarios. Los últimos datos oficiales de los que se disponen aseguran que en EEUU, donde WW es muy popular, el 20% de los niños niños y adolescentes de entre 2 y 19 años entra en la definición de obesos.

Por eso, Mindy Grossman, CEO de WW, defiende Kurbo asegurando que “si vamos a cambiar las trayectorias de salud, tenemos que educar, inspirar y apoyar en un momento anterior. Hay una necesidad muy importante de ayudar a las familias antes”. Desde su punto de vista, cuanto antes se empiece a educar en los hábitos de vida saludable -es el fin último que se promueve desde la compañía y en el que se basa su negocio-, mejor.

En ese mismo sentido se ha manifestad la doctora Brooke Sweeney, especialista en control de peso de adolescentes en el Children's Mercy Hospital en Kansas City consultada por Time. “Cuanto antes, mejor. Es mucho más fácil mantener el peso o disminuir la velocidad con la que aumentan de peso en lugar de perderlo”, sentencia. Y en el mismo sentido se manifiesta su colega Stephenie Wallace, profesora asociada de pediatría en la Universidad de Alabama en Birmingham, quien añade que está a favor del sistema del semáforo y puntualiza que “los niños más pequeños necesitarán apoyo [de un adulto] para ayudar a supervisar su progreso”.

Pero no todos están de acuerdo, desde Newsweek y The Independent, han recogido los testimonios en contra de una aplicación que según ha declarado Linda Tucker, una especialista en alimentación e imagen personal a CNBC, no es adecuada para los niños porque basa su principio en la promesa de pérdida de peso.

Sarah Le Broc, directora de Obesity UK, ha asegurado que desde su organización están preocupados por el lanzamiento de una aplicación que califican de irresponsable. “Los niños son muy vulnerables durante el rango de edad al que se dirigen y potencialmente los están preparando para toda una vida de trastornos relacionados con el peso. Los estudios sugieren que los esfuerzos de pérdida de peso en la infancia pueden, si no se hacen correctamente, provocar o empeorar los problemas de imagen corporal y alimentación desordenada”, señala.