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La Unión Europea llama a poner en cuarentena a las mascotas de los contagiados con viruela del mono y sus contactos

DANIEL LEAL
DANIEL LEAL

BARCELONA.— Las personas contagiadas de la viruela del mono deben evitar el contacto con otras personas hasta que las pústulas con las que se manifiesta la enfermedad se sequen y las costras caigan, momento en el que ya no pueden transmitir el virus. Pero también deben hacerlo sus mascotas mamíferas, que deberán guardar cuarentena para evitar que se inicien cadenas de transmisión entre animales que lleguen a la fauna silvestre, un escenario que podría convertir este patógeno en “endémico en Europa”.

Este es el aviso que ha lanzado esta tarde el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) en un informe de riesgo sobre el brote de la viruela del mono que sufre el continente y que ya afecta a más de un centenar de personas, entre casos confirmados y sospechosos, en una decena de países.

Existe un riesgo potencial de transmisión de personas a animales, por lo que es necesaria una estrecha colaboración entre las autoridades sanitarias y veterinarias, trabajando desde una perspectiva de salud global para atender a las mascotas expuestas”, expone el documento. Este destaca que el mayor riesgo se produce con los roedores domésticos, como los hámsteres y distintos tipos de ratas, y que este salto, aunque muy poco probable, “puede provocar que el virus se establezca en la fauna silvestre europea y convertir la viruela del mono en una enfermedad zoonótica endémica”. Se sabe que los roedores son un destacado reservorio de este virus en África.

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El ECDC recomienda que deben adoptarse las medidas para que todas las mascotas mamíferas que hayan estado en contacto con los casos positivos y sus contactos estrechos “cumplan cuarentena y sean sometidas a pruebas”. Por su parte, “los roedores idealmente deberían ser aislados en espacios vigilados” con control del flujo de aire y que aseguren su bienestar, como laboratorios, espacios gubernamentales, perreras o dependencias de organizaciones de protección de animales. Allí deberán ser sometidos a pruebas PCR antes del fin de la cuarentena, mientras “la eutanasia solo debería contemplarse cuando no sea posible” aplicar estas medidas.

“Otras especies de mamíferos pueden pasar la cuarentena en casa si las condiciones de bienestar lo permiten (como por ejemplo la salida al exterior en espacios cercados en el caso de los perros y el acceso a los servicios veterinarios)”, evitando visitas de terceras personas y la salida de los animales de los domicilios y espacios acotados.

El ECDC recomienda a los gobiernos que incrementen los esfuerzos en la identificación, notificación y rastreo de contactos de los casos humanos que vayan surgiendo durante los próximos días, en los que está previsto que los diagnósticos sigan produciéndose. “Los países deben actualizar los mecanismos de rastreo de contactos, la capacidad de diagnóstico de Orthopoxvirus y revisar la disponibilidad de vacunas, antivirales y equipos de protección para los profesionales sanitarios”, sostiene el documento.

Los expertos del organismo consideran “elevado” el riesgo de que el virus de la viruela del mono siga extendiéndose estos días “entre personas con múltiples parejas sexuales”, aunque reduce a “moderado” el riesgo para su salud debido a que la gran mayoría de los casos diagnosticados hasta el momento han desarrollado “síntomas suaves”. Para el resto de la población, el ECDC considera que el riesgo es “bajo”.

Pese a la escasa gravedad de los casos diagnosticados, el organismo advierte de que algunos grupos de población como “niños pequeños, mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas” pueden desarrollar formas “más graves” de la enfermedad. En el caso de que la persona infectada conviva con otras, los expertos recomiendan permanecer en una habitación separada y evitar compartir baños sin desinfectar y prendas de ropa como toallas y sábanas sin lavar, ya que las secreciones que salen de las pústulas y ampollas son muy contagiosas.

El informe no recomienda explícitamente a los contactos estrechos de los positivos que se aíslen, pero sí que “vigilen durante 21 días después de la exposición el posible desarrollo de síntomas”.

Casos y países

Más de un centenar de personas en Europa han sido diagnosticadas con la viruela del mono en el actual brote. España ha ampliado a 36, seis más, la cifra de positivos y estudia a medio centenar de sospechosos. El Reino Unido, por su parte, ha comunicado 36 nuevos enfermos, hasta 57, mientras Portugal ya suma 37 tras notificar 14. Estos tres países representan más del 90% de los casos conocidos hasta el momento, aunque los registros ya incluyen a Bélgica, Países Bajos, Alemania, Francia, Dinamarca, Austria, Suiza y Suecia. Fuera de Europa, Canadá es el país con más afectados, más de una veintena, aunque también los hay en Estados Unidos, Israel, Australia y Argentina.

En las últimas horas, se han conocido diagnósticos en otros países con origen en España. Un caso es el de un hombre argentino procedente de España. Otro, el de un joven italiano de Toscana que empezó desarrollar síntomas tras regresar de las islas Canarias. Una fiesta multitudinaria celebrada en Gran Canaria entre el 5 y el 15 de mayo, y Madrid capital (especialmente la Sauna Paraíso) son los dos focos del brote localizados en España hasta el momento.

Miguel Ángel Jiménez Clavero, profesor de investigación en el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC), considera posible el escenario sobre el que alerta el ECDC. “Sabemos que este virus tiene en África su reservorio entre pequeños mamíferos, como ardillas y otros roedores, de los que va saltando al ser humano y simios. Si esto ocurre allí, también puede ocurrir en Europa. No lo sabemos, pero por eso es importante prevenir. Si el virus se desarrolla en poblaciones similares o de conejos, puede ser muy complicado de erradicar y podrían ser la causa a partir de ahora de brotes en humanos”, explica.

El precedente más importante de la transmisión del virus de la viruela del mono entre animales fuera de África fue un brote registrado en 2003 en Estados Unidos, cuando decenas de perritos de la pradera lo contrajeron al compartir espacio en las instalaciones de un importador de especies exóticas con un tipo de ratas procedentes de Gambia. Posteriormente, los perritos de la pradera —un roedor que se comercializaba como mascota— transmitieron la enfermedad a más de 70 personas entre los meses de mayo y julio. Aunque el virus fue posteriormente detectado en especies de fauna salvaje, la circulación no prosperó y el virus acabó extinguiéndose en el país, según Jiménez Clavero.

En aquel brote, todos los afectados adquirieron el virus de sus mascotas y no hubo ningún caso registrado de transmisión entre personas. Tampoco se produjo ningún fallecimiento. “Afortunadamente, entonces como ahora el virus causante del brote es de la cepa del África Occidental, que es menos virulenta que el que se encuentra en la parte central del continente”, explica este experto, que considera que “aunque ahora vaya a crecer el número de casos, la evidencia muestra que este virus no es muy contagioso y los brotes acaban autolimitándose”.

En Estados Unidos, 24 personas expuestas recibieron entonces la vacuna contra la viruela tradicional para frenar la transmisión del virus, algo que ya ha comenzado a hacer el Reino Unido con los contactos estrechos del actual brote. No existe vacuna específica contra la viruela del mono, pero la cercanía entre ambos patógenos hace que la vacuna contra la enfermedad tradicional sea efectiva en más del 80% de los casos.

Aunque el Ministerio de Sanidad ya ha empezado las gestiones para adquirir vacunas, no se ha hecho público si se ha acordado la compra, una operación que tendría algún tipo de coordinación en el ámbito de la Unión Europea. “La Comisión, y en particular la Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA), está en estrecho contacto con los Estados miembros, la industria farmacéutica y expertos internacionales para disponer de la información necesaria y conocer la disponibilidad y acceso a medios de diagnóstico, tratamientos y vacunas”, ha respondido un portavoz de la Comisión Europea.

La compañía danesa Bavarian Nordic, fabricante de la única vacuna autorizada en la UE contra la viruela, anunció el jueves que ha cerrado la venta de un número indeterminado de vacunas con un país europeo cuyo nombre no hizo público.

Por Oriol Güell

©El País, SL