Yahoo Estilo Uroflujometría: la técnica de este inodoro inteligente para monitorizar tu salud
Un grupo de médicos de la Universidad de Stanford ha creado un nuevo "inodoro inteligente" que puede detectar múltiples signos de diferentes enfermedades, incluidos algunos cánceres, a través del análisis automatizado de la orina y las heces
Según un nuevo estudio de la Universidad de Stanford, este ‘inodoro inteligente’ está equipado con tecnología que puede detectar una variedad de marcadores de enfermedades en las heces y la orina, incluidos los de algunos tipos de cáncer, como el colorrectal o el urológico.
En la investigación, publicada en la revista Nature Biomedical Engineering y liderada por Sanjiv S. Gambhir, Seung-min Park, David Won y Brian Lee, se nos describe un inodoro con un sistema de sensores y cámaras, y se especifica cómo funciona: "El inodoro inteligente funciona de manera autónoma al aprovechar los sensores de presión y movimiento. Analiza la orina del usuario mediante un ensayo colorimétrico estándar de atención, que rastrea los valores rojo-verde-azul de las imágenes de las tiras de análisis de orina, calcula la tasa de flujo y volumen de orina usando la visión por computadora como un uroflujómetro".
El retrete probado por 21 personas funciona mediante inteligencia artificial y reconocimiento de imágenes, y es capaz de analizar a quienes lo estén utilizando.
Aunque puede tomar un tiempo acostumbrarse a la idea, Gambhir, quien ocupa la cátedra Ludwig Wittgenstein para la Investigación Clínica del Cáncer, cree que este ser un elemento principal del baño inteligente y lo imagina como un objeto usual en los hogares del futuro.
"Es como comprar un complemento; se puede montar directamente y tiene pequeñas extensiones destinadas a diferentes propósitos", explica el líder del trabajo a National Geographic.
Qué es la uroflujometría
Se trata de un examen que mide el volumen de orina eliminada del cuerpo, la velocidad a la cual se elimina y el tiempo que toma la eliminación. En cuanto a las heces, según el estudio, el inodoro las clasifica de acuerdo con la escala de Bristol, que define si una persona tiene estreñimiento o diarrea, por ejemplo.
Para qué sirve
El dispositivo podría ser particularmente atractivo para las personas que están genéticamente predispuestas a ciertas afecciones, como el síndrome del intestino irritable, el cáncer de próstata o la insuficiencia renal, y desean mantenerse al tanto de su salud
"Nuestro proyecto se remonta a más de 15 años", cuenta Gambhir, profesor y presidente de radiología. "Cuando lo mencionaba, la gente se reía porque parecía una idea interesante, pero también un poco extraña".
Con un estudio piloto de 21 participantes completado, Gambhir y su equipo han hecho realidad su visión de un inodoro inteligente de precisión centrado en la salud.
Además del reconocimiento facial y de huellas, los investigadores de Stanford explican que su inodoro es capaz de identificar usuarios por su huella anal. Algo así como un 'Analprint Scan', un escaneo del ano de cada usuario para relacionar los datos obtenidos con cada usuario.
Y es que como las huellas dactilares, la imagen de nuestro ano es irrepetible y si se escanea, una vez que te sientas en el inodoro, se facilita el proceso para la identificación. "El objetivo es proporcionar datos de salud precisos e individualizados, por lo que necesitamos asegurarnos de que el baño pueda discernir entre los usuarios. Sabemos que parece extraño, pero resulta que la huella anal es única", asegura Gambhir.
En un escenario ideal, si surgiera algo preocupante, como sangre en la orina, una aplicación con protección de la privacidad enviaría una alerta al equipo de atención de la salud del usuario, lo que permitiría a los profesionales determinar los siguientes pasos para un diagnóstico adecuado. Los datos se almacenarían en un sistema seguro en la nube.
Prevención basada en datos
El inodoro graba vídeo de la orina y las heces del usuario y esa información se procesa mediante algoritmos para detectar posibles patrones. El sistema, según cuentan los creadores, está preparado para determinar el volumen y tiempo de flujo de la orina (urodinámica) o la viscosidad de la muestra de heces. Un sistema que se activa en el momento que nos sentamos gracias al sensor de presión que incorpora.
Y eso no es todo, el inodoro experimental también incluye tiras reactivas de orina para analizar el pH, la presencia de proteínas, glucosa y poder así detectar posibles infecciones, cáncer de vejiga o una insuficiencia renal. En su actual etapa de desarrollo, señala Gambhir, “el inodoro puede medir diez biomarcadores diferentes”.
Este original invento sanitario encajaría por méritos propios en una categoría de tecnología conocida como ‘de monitoreo continuo de la salud’, que pueden asimilarse a dispositivos portátiles como los relojes inteligentes. "Sin embargo, lo que pasa con un inodoro inteligente es que, a diferencia de los dispositivos portátiles, no puedes quitártelo", comenta Gambhir.
Además, “todos usan el baño, realmente no hay forma de evitarlo, y eso aumenta su valor como dispositivo de detección de enfermedades", explica Sanjiv. "El inodoro inteligente es la manera perfecta de aprovechar una fuente de datos que generalmente se ignora, y el usuario no tiene que hacer nada diferente".
El retrete podrá ser usado para realizar estudios de detección, diagnóstico y seguimiento de pacientes, según sus creadores. Sin embargo, este sistema no debe reemplazar a la consulta médica, ni siquiera al diagnóstico, concluyen.
¿Crees que en el futuro este inodoro se convertirá en un objeto usual en nuestros baños? ¿Te parece útil?
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