El valor del español Adrián de Torres destaca en una corrida en Estado de México

Ciudad de México, 11 dic (EFE).- El valor del español Adrián de Torres destacó este domingo en una corrida de toros celebrada en la plaza de toros Cinco Villas, ubicada en el Estado de México, vecino a la capital mexicana, en la que el mexicano Isaac Fonseca cortó dos orejas.

Los tres toros de Arroyo Zarco fueron mansos con sentido y genio salvo el noblote segundo de la tarde, mientras que los tres de San Fernando descastados. Se registraron más de tres cuartos de entrada.

Aunque De Torres destacó por su valor y pureza, se retiró sin trofeos, pero durante la tarde dejó en claro de lo que es capaz en una corrida Guadalupana, en honor de la Virgen de Guadalupe, que mañana festeja su día en este país, que se la desarrolló en la población de Santiago Cuautlalpan, Estado de México.

Los aparatosos percances, sin consecuencias, de De Torres y Fonseca con los mansos de Arroyo Zarco, toros más interesantes por su variado comportamiento que los descastados de San Fernando, fueron motivados por el valor del primero y las dudas del segundo.

La decisión de De Torres citando muy de frente provocó dos faenas de importancia que tuvieron en vilo a los aficionados presentes a pesar de los escasos pases.

A un primero sin presencia pero con genio y sentido, lo lidió al natural de frente y cruzado. Tragó hasta ser izado por el asta del animal.

Insistió con la izquierda en una demostración de responsabilidad independientemente del escenario en el que haga el paseíllo. Tres pases turbios fueron la recompensa a tanto esfuerzo y riesgo. Recibió dos avisos por su falta de acierto con los aceros. Así sucedió en sus tres toros.

Para el recuerdo del buen aficionado queda la faena de De Torres a su segundo, al que a pesar de su mansedumbre, poco recorrido y mucho peligro, lo metió en la muleta con paciencia citando al principio con la tela atrasada para poco a poco, con mucho mando, ir estirando la embestida del San Fernando hasta someterlo por los dos pitones.

El desastre con la espada le privó de una merecida premiación. A su tercero de poco trapío y embestida más nítida le perdió la tanda buena por no adelantar la contraria. Luego volvió al duelo de valor con el manso.

Ensimismado en obtener pases alargó hasta recibir un aviso antes de tirarse a matar. Pinchó varias veces. Con un bajonazo pasaportó al astado. Tarde sin un solo alarde y mucha sobriedad de Adrián.

En tanto, Fonseca obtuvo una oreja con su primero y otra del que cerró el encierro.

Salvo una tanda de medias verónicas y otra de derechazos ejecutadas muy hacia dentro al noblote segundo de la tarde, de Arroyo Zarco, Fonseca anduvo con dudas sobre cómo enfrentar a las reses bravas y muy pendiente del adorno y de la reacción de los tendidos.

En los tres ejemplares fue de más a menos llevándose un susto al quedar a merced del cuarto de la tarde tras perderle el sitio y ser prendido.

Citó toda la tarde Fonseca a medio camino y con la muleta muy extendida. Logró la primera oreja por su vistosidad con el capote y los ayudados y cambios de mano con la muleta.

El apéndice postrero llegó para Isaac tras una labor aliviada y una tanda de naturales al paso con mucho gesto y algo de temple, repitiendo entre olés con más pasos y nada de temple.

Una estocada caída hacía dentro y otra desprendida ejecutaron a los cornupetas y garantizaron las orejas.

Por partes de las cuadrillas destacó un gran par del banderillero Juan Ramón Saldaña.

Borja Ilián

(c) Agencia EFE