Vamos hacia el fin del chocolate, ¿qué alternativas tenemos?

¿Qué tienen en común el laser disc, los dinosaurios y el chocolate?

¿No lo sabéis? Vamos, os doy unos minutos.

Tic-tac. Tic-tac.

¿La solución? Que en 2050 no habrá ni rastro de ellos sobre la faz de la tierra.

Bueno, espérate a que los dinosaurios no vuelvan gracias a los avances sobre clonación. Y, ojo, porque lo mismo la fiebre por lo vintage nos trae de vuelta los laser disc (que bonitos eran un rato, la verdad). Para el que no hay esperanza es para el chocolate… Y no lo decimos nosotros, lo dicen los científicos, que juran y perjuran que el cambio climático harán inviables los cultivos para ese año, convirtiendo el chocolate, tal y como lo conocemos, en un producto, no ya de lujo, sino directamente desaparecido. Antes de que entréis en pánico, vamos a analizar las posibilidades que hay para reemplazar a un producto que, seamos sinceros, ¡snif!, no tiene sustituto posible.

CRIPSR. No, no se trata de un nuevo producto de textura crujiente (aunque suene por el estilo), sino de una tecnología que están diseñando científicos de la universidad de Berkeley en California. la clave es que sería capaz de realizar modificaciones en el ADN y el genoma de las plantas del cacao para que se convirtieran en resistentes a las nuevas condiciones del clima. Crucemos los dedos porque funcione y agradezcamos una vez más a los científicos su trabajo.

Jackfruit. Una de las frutas más curiosas del mundo es la jackfruit asiática. De textura rugosa y vistoso color verde, su interior blanquecino debe cocinarse para evitar indigestiones. Aunque parezca increíble, hay una investigación realizada que asegura que las semillas de esta fruta podrían ser las que den el relevo a las del chocolate. Un grupo de científicos brasileños descubrieron que tratando estas semillas podían obtener un conjunto de aromas frutales, con recuerdo a avellanas o caramelo, muy similares a los del chocolate.

Cupuaçu. Un árbol hermano del cacao que crece sobre todo en América del Sur, que sería la zona menos afectada por los rigores del cambio climático que África, lo que avalaría su viabilidad. Su fruto, Theobroma grandiflorum, podría utilizarse para crear una alternativa al chocolate. El único factor en contra sería su alto precio, pero quién algo quiere algo le cuesta. Y poder seguir comiendo chocolate (o algo parecido al chocolate) no tiene precio…

Algarroba. Uno de los sustitutos del chocolate más utilizados a lo largo de la historia y relativamente olvidado hoy en día podría reverdecer viejos laureles. Además, tiene algunas ventajas: no necesita añadido de azúcar refinado, no tiene cafeína y es una buena fuente de fibra y de vitaminas. Es decir, es parecido al chocolate pero, además, resulta más sano. Imposible no caer rendido a sus encantos.