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¿Qué veo? The Shrink Next Door es el monótono retrato de una relación tóxica salvado por sus actores

Paul Rudd y Will Ferrell son los protagonistas de The Shrink Next Door, estreno de Apple TV+
Paul Rudd y Will Ferrell son los protagonistas de The Shrink Next Door, estreno de Apple TV+

The Shrink Next Door (Estados Unidos/2021). Creadora: Georgia Pritchett. Director: Michael Showalter. Guion: Georgia Pritchett, Stuart Zicherman y Ethan Kuperberg. Fotografía: Michelle Lawler. Música: Joshua Moshier. Edición: Nathan Gunn y Liza Cardinale. Elenco: Paul Rudd, Will Ferrell, Kathryn Hahn, Casey Wilson, Cornell Womack. Disponible en: Apple TV+. Nuestra opinión: buena

Es fácil imaginar a priori que nada podría salir mal si los personajes centrales de una comedia en la que se habla de neurosis y que transcurre en Nueva York son Paul Rudd y Will Ferrell. Ambos se conocen muy bien (alcanza con recordar lo que hicieron en El reportero: la leyenda de Ron Burgundy), el talento natural que poseen hasta los predispone para lucirse en este tipo de historia y saben moverse a la perfección en ese entorno urbano que potencia debilidades, manías y comportamientos que estallan cuando salen de ciertas rutinas.

Lo que no resulta tan fácil es reconocer, después de una mirada a los tres primeros episodios de The Shrink Next Door, que los resultados están por debajo de las expectativas. La historia está basada en un exitoso podcast sobre la increíble historia real del vínculo que mantuvieron durante casi tres décadas el empresario textil Martin “Marty” Markowitz y su psiquiatra Isaac “Ike” Herschkopf.

Kathryn Hahn, otra de las grandes intérpretes del elenco de la serie
Kathryn Hahn, otra de las grandes intérpretes del elenco de la serie


Kathryn Hahn, otra de las grandes intérpretes del elenco de la serie

En ese tiempo, el frágil Markowitz, un hombre grande acomplejado por traumas que arrastra desde la infancia (un papel que Ferrell viene interpretando con ligeras variantes desde hace mucho) se somete en busca de mejorar su salud mental a la voracidad manipuladora del narcisista Herschkopf, interpretado con impecable desprejuicio y audacia por un Rudd que también está en su salsa.

La idea de contar la historia está a la vista desde el comienzo, pero aparece marcada por el cinismo que le impone Georgia Pritchett, una de las responsables de Succession. Como en la serie de HBO, las relaciones tóxicas están a la orden del día y esa atmósfera logra destruir hasta las relaciones afectivas más naturales y genuinas, como las que mantiene Markowitz con su protectora hermana Phyllis (Kathryn Hahn, extraordinaria como siempre).

De a poco, el psiquiatra empieza a apoderarse en beneficio propio de todo lo que hace y siente Markowitz, inclusive la conexión con su hermana. Con un viaje constante a través de diferentes momentos vamos conociendo el origen y los resultados de este vínculo destructivo que, al menos en el primer tramo de sus diez episodios, se queda atrapado en una cada vez más convencional reiteración en clave descriptiva.

Los personajes principales no hacen otra cosa que repetir, de manera cada vez más exacerbada, los comportamientos que al principio ya estaban esbozados con claridad. Más que una indagación en las características tan especiales de manipulación que enlaza a psiquiatra y paciente, lo que vemos es la insistencia en delinear un mismo retrato a través de distintas situaciones.

La carismática presencia de Rudd, Ferrell y Hahn es lo único que evita la caída en una previsible monotonía. Cuando el relato los lleva a repetir de nuevo esos rasgos básicos que ya conocemos siempre encuentran la manera de mostrar algo más. Ellos insinúan lo que la mirada superficial de la narración se niega a mostrar: qué pasa de verdad en la cabeza de esos personajes que manipulan o se dejan manipular de una manera tan evidente. También se desaprovecha todo el acercamiento a la vida y las costumbres de parte de la comunidad judía neoyorquina en los años 80.

Uno de los productores ejecutivos de The Shrink Next Door es el argentino Hernán López, que después de una larga carrera en Fox creó con mucho éxito Wondery, una productora de podcasts que tienen ahora, como en este caso, la posibilidad de transformar esas historias en series y programas de TV.