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El daño ya está hecho: el problema de la pelea infantil más vista del mundo no es la riña entre las dos hermanitas

El alboroto no lo armaron dos hermanitas enfrentadas por apagar una vela de cumpleaños. Lo generó su madrina que grabó el altercado infantil y lo colgó en sus redes sociales sin pensar que a las horas sería compartido por millones de personas en el mundo.

Más allá de la polémica y las opiniones sobre el comportamiento de las chiquillas, el incidente es un llamado de atención sobre la protección de la privacidad de los niños y las secuelas que puede tener un video viral cuando lleguen a la vida adulta.

Cuando la divulgadora de la escena familiar se dio cuenta de su error y eliminó su publicación, ya el daño estaba hecho. La segunda parte de la historia ya estaba marcada con la divulgación de chistes, memes y hasta temerarios diagnósticos de psicólogos que advirtieron rasgos sociopáticos en una de las pequeñas.

Las explicaciones de lo que ocurrió en la fiesta infantil después de la riña desaparecerá en el vasto ciberespacio y lo que quedará en la huella digital es el momento más impactante, y cuya importancia es exacerbada cuando se observa solo un fragmento de lo ocurrido y la historia se saca de su contexto.

Del portarretrato a la Internet

Mostrar las imágenes de los que amamos es una costumbre más antigua que la fotografía. Las casas de los abuelos suelen estar llenas de portarretratos con antiguos recuerdos de la infancia de sus hijos y nietos, que suscitan la nostalgia de los mayores y las risas de los más más pequeños.

Pero una cosa es colgar una divertida escena familiar en tu sala para compartirla con tus amigos más íntimos que colgarla en las redes, donde será vista y comentada por un universo de desconocidos.

"El ser humano siempre hace uso de las tecnologías disponibles para dejar huellas, desde las mismísimas rocas que analizamos para poder conocer la historia de la humanidad", dijo Silvia Tantone, especialista en educación y Nuevas Tecnologías al explicar los orígenes del sharenting, o la costumbre de los padres de compartir las imágenes de los más pequeños de la familia.

Pero el impulso amoroso de un padre de publicar una travesura de niño dejó de ser un acto inocuo y se transformó en un potencial riesgo para su seguridad.

Un estudio reciente publicado en Research.net indicó que el sharenting crea una huella digital perenne, genera problemas de protección de datos de los menores y vulnera la privacidad de los niños al exponerlos al público sin su consentimiento.

Con la mirada en el futuro

Muchas veces son los adolescentes y no los padres los que desean filtrar y proteger su imagen en las redes. Un ejemplo fue ello es una imagen feliz publicada en Instagram por la actriz Gwyneth Paltrow junto a su hija Apple durante unas vacaciones invernales. La chica de 14 años de inmediato respondió: "Mamá ya hemos discutido esto. No puedes postear nada sin mi consentimiento", recordando a su famosa madre que ella no deseaba compartir su notoriedad.

En un estudio sobre seguridad en Internet que incluyó a 12.500 adolescentes de 25 países, publicado por Microsoft, el 42 por ciento de los adolescentes se mostraron angustiados por la manera en que sus padres divulgaban su vida online, y el 11 por ciento lo consideraba un gran problema en su vida.

La escritora y profesora de derecho de la Universidad de Florida, Stacey Steinberg, dijo a Aljazeera, que los jóvenes estaban en su derecho de oponerse al "sharenting".

"Una vez que una foto está allá afuera no hay manera de recogerla. Hay un meme de un niño desnudo, regordete, con unos subtítulos de dicen que comió mucho durante las vacaciones. Hice una búsqueda inversa de la imagen y encontré que había sido compartida miles de veces. ¿Cómo se va a sentir ese niño cuando se entere de que se convirtió en un chiste público? Dentro de 30 años, existirá la tecnología del reconocimiento facial que podrá relacionar la imagen del niño desnudo con la de un presidente de una compañía, por ejemplo".

Los expertos advierten que la sobreexposición de la vida privada en las redes puede dañar la relación entre padres e hijos. "El tema de la percepción personal es muy importante en esa edad, que es un momento en que pudieran no estar contentos con sus cuerpos o la manera en que aparecen en las fotografías. Al final, ellos pueden pensar: ¿Por qué me hiciste esto? Tú deberías protegerme y por el contrario me expusiste".

La decisión de compartir imágenes de tus hijos es personal, pero si decides hacerlo debes hacerlo con discreción y no revelar demasiado, aconsejó un estudio publicado por Microsoft (Getty Images)
La decisión de compartir imágenes de tus hijos es personal, pero si decides hacerlo debes ser discreto y no revelar demasiado, aconsejó un estudio publicado por Microsoft (Getty Images)

Varios países trabajan en proyectos de ley para proteger los derechos legales de los niños ante la divulgación de imágenes por parte de sus padres. Francia lleva la batuta al respecto y en un futuro, los padres podrían enfrentar un año de cárcel y multas de hasta 45.000 dólares sin son aprobadas. Así que un padre tiene que pensarlo dos veces antes de tomar una fotografía embarazosa de su hijo porque es posible que tenga que explicar sus motivos cuando el chico crezca ante los tribunales.

Otro aspecto preocupante es que los padres alimentan inadvertidamente las actividades ilícitas de grupos de pederastas por Internet. Una investigación de la policía australiana en 2015 encontró 45 millones de imágenes de niños en estos sitios ilegales que habían sido copiadas de blogs y redes sociales familiares.

La organización Healthy Children, patrocinada por la Academia Estadounidense de Pediatría, recomendó que antes de postear una foto de tu hijo o un sobrino, debes preguntarte primero:

¿Por qué lo estás haciendo? Debes tener un buen motivo para compartir la vida de tus hijos con el mundo y hacerte el hábito de preguntártelo siempre.

¿Desearías que alguien compartiera esa imagen? Quizá tú seas una persona extrovertida pero tu hijo no lo es. Si el niño es lo suficientemente grande como para hablar, siempre pregunta su opinión.

¿Tu hijo se sentirá avergonzado ahora o en el futuro? En algún momento, todos los chicos sienten vergüenza de sus padres y de su vida familiar. Pero una cosa es contar una anécdota de la infancia de tu hijo a una novia y otra es enviar un video del momento al mundo entero.

¿Hay alguien en este mundo que no debería ver esto de tu hijo, ahora o en el futuro? Suena un poco extremo, pero si la respuesta es sí, no lo compartas. Los empleadores, los reclutadores deportivos, las oficinas de admisión de las universidades o una potencial pareja realiza búsquedas en internet para encontrar sus posibles fallas.

¿Es algo que deseas que forme parte de la huella digital de tu hijo? Aunque no sea una imagen denigrante, ¿así es que deseas mostrar a tu hijo?

Todos hemos pecado de inocentes y expuesto a nuestros hijos en público alguna vez. Pero nunca es tarde para enmendar errores y comenzar a velar un poco más por su seguridad y su huella digital.

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El término "Sharenting" viene de combinar la palabra "sharing" (compartir) y "parenting" (crianza). Consiste en publicar cualquier tipo de información de los hijos e hijas en Redes Sociales: fotografías, vídeos, información personal,... Según el estudio "Share with Care (Comparte con Cuidado) 2016, Nominet" algunos/as menores de edad llegan a los 5 años con más de 1000 fotografías suyas en publicadas en Internet ¡1000! Las imágenes van acompañadas de datos personales de todo tipo: peso, primer día de colegio, problemas de salud, comportamiento, etc. Proporcionando un diario online del/la menor de edad al que pueden acceder muchas personas, se puede compartir y usar esa información para lo que la persona desee sin conocimiento de las familias. Es decir, que son los propios padres y madres quienes comienzan a crear la huella digital de sus hijos/as desde edades tempranas, a veces incluso antes de nacer, obviando los riesgos a los que exponen a sus hijos e hijas, tanto presentes como futuros. Presentes porque las imágenes de niños/as en Internet pueden ser recopilados por depredadores sexuales virtuales y acabar en bancos de imágenes que estos comparten en sus comunidades online. Hablando más claramente, las fotografías de vuestros hijos e hijas pueden acabar en bancos de imágenes para pedófilos y pederastas, para los que Internet es una herramienta excelente de recopilación. ¿Pensáis que lo que publicáis es inocente y no pasa nada? La imagen más "blanca" que os podáis imaginar puede ser modificada para que parezca que es de contenido sexual. Por ejemplo una foto de tu hija sentada en un banco puede terminar siendo una foto de tu hija rodeada de adultos que se están masturbando mientras ella sonríe. La foto tan bonita de tu hijo en la playa puede convertirse en una imagen donde tu hijo aparece manteniendo relaciones sexuales con adultos. Por ello pedimos RESPONSABILIDAD a las familias, no pretendas que tu hijo/a lo haga bien si tú no lo haces. #sharenting #oversharing #educaciondigital #depredadoresvirtuales #grooming #educacion #educacionfamiliar #usoresponsabledeinternet #familias #asociacionrea

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