Vitaminas: cuáles no deben tomarse juntas en ningún caso

Por definición, las vitaminas son esenciales para la vida, ya que no podemos producirlas todas en el cuerpo (como pasa con la vitamina C) o en cantidades suficientes para satisfacer nuestras necesidades (vitamina D). Por eso en determinadas etapas, acudimos a los suplementos para alcanzar los niveles óptimos. Pero no todo vale. (Foto: Getty)
Por definición, las vitaminas son esenciales para la vida, ya que no podemos producirlas todas en el cuerpo (como pasa con la vitamina C) o en cantidades suficientes para satisfacer nuestras necesidades (vitamina D). Por eso en determinadas etapas, acudimos a los suplementos para alcanzar los niveles óptimos. Pero no todo vale. (Foto: Getty)

En un escenario ideal, todos nuestros nutrientes deberían provenir de nuestro cuerpo y de nuestra comida, y no debería haber necesidad de tomar vitaminas ni otros suplementos nutricionales. Sin embargo, por un sinfín de razones, la mayoría de nosotros necesitamos complementar nuestra dieta en algún momento de nuestra vida.

Esto puede deberse a que hay ocasiones en que nuestro organismo necesita que tomemos ciertas medidas adicionales para mantener nuestra salud o puede deberse a factores externos a nosotros, como el lugar donde vivimos. Aunque esto también es complejo porque antes se pensaba que la mayoría de las personas que viven en climas fríos tienen deficiencia de vitamina D durante al menos la mitad del año, pero a los españoles también nos pasa a pesar de contar con la compañía del sol más meses al año.

El estrés crónico que arrastramos desde hace años es otro de los factores que alteran nuestros niveles de vitaminas. Tener un sueño deficiente, malas digestiones, menos tiempo de actividad y menos tiempo en la naturaleza, también afecta a nuestra capacidad para absorber nutrientes.

Cierto es que la dieta siempre debe ser lo primero, pero las investigaciones muestran que un número significativo de personas no obtienen todos los micronutrientes que necesitan de sus alimentos. Por lo que usan los multivitamínicos como una red de seguridad nutricional.

Si bien los suplementos pueden proporcionar un camino más directo hacia una mejor salud en general, no son la solución a largo plazo, sobre todo si no se usan bien. Y es que tomar suplementos no es bueno per se ni es tan sencillo como parece, es importante consultarlo con el médico para que funcionen y evitar efectos adversos.

Ten presente que solo hacen falta en el embarazo o si el médico te detecta una carencia pero ni vas a estar más sano ni vas a prevenir enfermedades por tomar más vitaminas sin razón.

La mayoría de las vitaminas coexisten entre sí en los alimentos y no debemos preocuparnos demasiado por que al combinarlas se produzcan reacciones. efectos adversos. Es decir, que en principio, "no existe una razón sólida por la que determinadas vitaminas no deban tomarse juntas en ingestas normales y en personas sanas. De hecho, muchas vitaminas se suelen encontrar en solo suplemento multivitamínico”, según recoge este artículo publicado en FitandWell.

Sin embargo, una vez que entras en el ajo, es fácil pasarse de rosca y excederse con la dosis pensando que no pasa nada (lo que los especialistas no recomiendan). Además, algunos suplementos no deben combinarse, ya que pueden interferir con la absorción de los demás. Por ejemplo, se sabe que, "el riesgo de deficiencia de cobre es mayor cuando la ingesta de zinc es alta".

En este sentido, los especialistas aconsejan tener precaución al combinar las vitaminas E y K solubles en grasa y las vitaminas B-12 y C para una absorción adecuada.

“Es mejor evitar algunas combinaciones de vitaminas, como la vitamina E y la vitamina K. A veces, los médicos recetan vitamina K para ayudar con la coagulación de la sangre. Pero la vitamina E aumenta el tiempo de sangrado y, por lo tanto, puede contrarrestar el efecto de la vitamina K”, según explica a dicha publicación la doctora Fiona Barry.

Por tanto, si es posible, "es mejor que las personas que tengan que tomar compuestos liposolubles como la vitamina K1 (filoquinona) y la vitamina K2 (menaquinonas), necesarias para la coagulación sanguínea, la salud de los huesos y el corazón, las tomen separadas de las vitaminas E y A, solubles en grasa", tal y como apunta El Confidencial.

Por el contrario, puede ser beneficioso apostar por las vitaminas D y K juntas, ya que estos nutrientes funcionan de manera sinérgica para promover la salud ósea y los niveles saludables de calcio en su cuerpo.

La vitamina C y la vitamina B12 son otro par de vitaminas que conviene tomar por separado, ya que la vitamina C reduce la absorción de la vitamina B-12. A menudo, estas vitaminas se combinan en un suplemento multivitamínico y, en estos casos, la vitamina B12 suele estar en una concentración bastante alta para superar esto. Además, la vitamina C se puede tomar en cualquier momento del día, con o sin alimentos, mientras las personas con una deficiencia de B12 pueden beneficiarse más al tomar suplementos con el estómago vacío para promover la máxima absorción.

Hay otros casos en los que se deben tomar precauciones especiales. Aunque la vitamina E es esencial para la salud, tomar demasiada en forma de suplemento podría causar daño en ciertas personas. Por ejemplo, algunas investigaciones sugieren que los suplementos de vitamina E en dosis altas pueden conducir a un riesgo elevado de cáncer de próstata en hombres sanos.

Además, algunos suplementos pueden aumentar, disminuir o anular el efecto de un medicamento recetado, lo cual puede tener consecuencias importantes e imprevisibles. También hay que desterrar la idea de que el consumo de suplementos de vitaminas y minerales es inocuo.

De ahí que sea importante no tomar las vitaminas ni otros suplementos por iniciativa propia sino que siempre se debe consultar antes con el médico especialista para valorar cada caso de manera particular. Nada de hacer lo mismo que nuestros amigos, familiares o vecinos porque a ellos les va bien tomar las vitaminas de una determinada manera.

Expertos de reconocido como el doctor Jeffrey Linder, de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, en la ciudad de Evanston, en el estado de Illinois de los Estados Unidos creen que "deberían ser considerados fármacos y siempre deben ser usados bajo prescripción médica y por un tiempo determinado".

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