Vuelta a la rutina: supéralo así

Septiembre es el mes de los cambios. Tras volver con las pilas cargadas, toca afrontar nuevos retos. Llega el momento de asimilar el fin del descanso estival y adaptarnos de nuevo a la rutina

Los primeros días puedes sufrir cansancio generalizado, apatía, falta de sueño, dolores musculares, falta de concentración, irritabilidad, tristeza, aumento de la tasa cardíaca, sudoración excesiva, hiperventilación… (Foto: Getty/istock)
Los primeros días puedes sufrir cansancio generalizado, apatía, falta de sueño, dolores musculares, falta de concentración, irritabilidad, tristeza, aumento de la tasa cardíaca, sudoración excesiva, hiperventilación… (Foto: Getty/istock)

Prueba de ello es la tendencia a idealizar las vacaciones y calificar el resto del año como periodos de angustia y tensión, tal y como asegura un tercio de los españoles que sufre el llamado síndrome postvacacional. Asimismo, para el 34 por ciento de los jóvenes la vuelta de las vacaciones es uno de los momentos más estresantes del año, tal y como revela un estudio de eBay, elaborado por Madison Market Reseach, para conocer los hábitos de los milenials en España.

“Los ritmos cambian y pasamos del relax de las vacaciones del verano al ritmo frenético del curso escolar”, explica Silvia Álava, experta en psicología educativa. Para afrontarlo con ganas sigue estos consejos:

  • Vive la vuelta como una oportunidad:el principio del cambio. Septiembre, como enero, es el mes de la proactividad, proponer nuevos retos, nuevas actividades y nuevas metas que alcanzar. Te ayuda a mantener la motivación a lo largo del año.

  • Retoma los horarios con antelación. Lo ideal es volver a las rutinas la semana antes de regresar. Sobre todo, los horarios de acostarse y levantarse para que el choque sea menor y nos cueste menos adaptarnos.

  • Come a la misma hora. De nuevo, tratar de regresar al mismo horario de comer, ya sea del colegio o trabajo, y además tomar el mismo tiempo para desayunar que durante la semana, facilitará el proceso.

Disfruta de los pequeños momentos de felicidad diaria, márcate un baile en la cocina mientras hacáis la cena. ¡Sácale jugo a la vida! (Foto: Getty)
Disfruta de los pequeños momentos de felicidad diaria, márcate un baile en la cocina mientras hacáis la cena. ¡Sácale jugo a la vida! (Foto: Getty)
  • Bebe agua. La hidratación es clave. Tener una botella de agua mineral en la mesa nos ayudará a mantenernos correctamente hidratados. Con ello lograremos mejorar nuestro rendimiento además de ayudarnos a disminuir el nivel de ansiedad. Uno de los síntomas de la ansiedad es tener la boca seca. El beber agua poco a poco y evitar la sensación de sequedad en la boca nos ayudará a regular la ansiedad. Además, cuando no estamos correctamente hidratados aumenta la concentración de la hormona del cortisol en la sangre que es, precisamente, la responsable del estrés.

  • Planifica tus compras según necesidades. Debemos pensar realmente qué necesitamos, ver qué queremos para optimizar así nuestras compras de vuelta a la rutina y buscar los productos que se adapten a nuestros recursos. Un contratiempo de fácil solución si estas compras se realizan con previsión y cómodamente con el móvil desde una plataforma online con millones de artículos disponibles.

  • Deja tu mesa (o espacio de trabajo) ordenada cada día. Guarda los papeles, ordena todas las cosas que tengas encima de la mesa. Procura que tu entorno sea lo más agradable posible y que tu mesa invite a trabajar cuando llegues cada mañana.

Haz planes divertidos como ir a un concierto o planea una excursión el fin de semana. Te ayudará a sobrellevarlo mejor. (Foto: Getty)
Haz planes divertidos como ir a un concierto o planea una excursión el fin de semana. Te ayudará a sobrellevarlo mejor. (Foto: Getty)
  • Focaliza en lo positivo. El cerebro y nuestra motivación funciona mejor si nos hablamos en positivo. Busca las cosas buenas que tiene volver de vacaciones, como ver a los antiguos amigos, compañeros, hacer otros nuevos, contarles que tal fueron las vacaciones, nuevos planes y objetivos. Evita frases como “se nos acaba lo bueno” o “qué mal, ya volvemos al colegio y a trabajar”.

  • Si hay momentos de bajón, primero valida la emoción. Es decir, es normal estar un poco triste cuando se acaba el verano, sobre todo si lo hemos pasado muy bien. Para después lograr reevaluar la situación y tratar de enfocarlo de forma diferente y centrarse en los nuevos retos.

  • No anticipes en negativo pensando que todo va a ir mal, de esa forma proyectaras tus temores e inseguridades y será más probable que ocurran.

  • Pero tampoco es bueno pensar que a la vuelta del trabajo todo será diferente y que las situaciones conflictivas o los problemas van a desaparecer. Las vacaciones sirven para recargar las pilas, desconectar y coger fuerzas, pero no van a solventar los problemas en el trabajo.

Incluye el ejercicio en tu rutina diaria. Si odia el gimnasio, apúntate a boxeo, yoga, ballet o sal a caminar. El caso es hacer algo. (Foto: Getty)
Incluye el ejercicio en tu rutina diaria. Si odia el gimnasio, apúntate a boxeo, yoga, ballet o sal a caminar. El caso es hacer algo. (Foto: Getty)
  • El contador se pone a cero. Se trata de aprender de los errores anteriores, pero no es necesario hablar continuamente sobre ellos. Si el año pasado no lograste todas tus metas, no estemos continuamente recordándolo. Es importante que establezcamos un propósito de enmienda, de cómo no cometer el mismo error este año.

  • Elige actividades que te gusten. Al volver a la rutina, se retoman las actividades extra. Es un buen momento para hacer balance y pensar si continuamos con las del año anterior o si cambiamos a otras. Este tipo de actividades son voluntarias. Nunca deben ser obligatorias y lo ideal es que ayuden a que nos mantengamos motivados a lo largo del año.

¿Sueles deprimirte al volver de vacaciones? ¿Qué haces para afrontar la vuelta con ganas?

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