Yalitza Aparicio sorprende con visita en Yucatán al inédito equipo de softbol, Las Amazonas de Yaxunah

Las resonantes risas que provenían de un humilde hogar hacían eco en una de las vacías calles de Yaxunah, un pequeño poblado de alrededor de 800 habitantes, en el estado de Yucatán, que se encuentra a 25 kilómetros al sureste de uno de los sitios arqueológicos más importantes de México, Chichén Itzá.

Un grupo de mujeres acababa de recibir una sorpresiva visita de la reconocida actriz Yalitza Aparicio.

Las caras no salían de su asombro y no era para menos, pues la oaxaqueña irrumpió en el ámbito del espectáculo en 2018 con el filme Roma, de Alfonso Cuarón, en el que rompió esquemas convirtiéndose en un símbolo de admiración no solo para la población indígena sino para muchas comunidades internacionales.

“Es igual de alta que nosotras”, exclamó una de las mujeres causando una carcajada de Aparicio.

Para ellas, Aparicio, quien hizo historia al ser nominada al Oscar por su papel de Cleo, era el ejemplo a seguir, pero para la actriz, el estar ahí apoyando a estas mujeres que, al igual que ella, se abrieron paso en el mundo por sus propios logros.

Las Amazonas de Yaxunah son un singular equipo femenil de softbol conformado por mujeres mayas que habrían combatido el machismo y las rigurosas leyes de su sociedad para hacer lo que más les gusta.

Descalzas y vestidas con sus tradicionales “hipiles”, Las Amazonas de Yaxunah han logrado jugar más allá de los arenosos campos de su municipio para intercambiar batazos en grandes estadios como el Chase Field de Phoenix -entre otros-, la casa de los Diamondbacks de Arizona en las Grandes Ligas.

“Son maravillosas todas, es increíble toda la trayectoria que han tenido y a lo que se han enfrentado para poder alcanzar sus sueños”, dijo Aparicio en una entrevista exclusiva para LA Times en Español durante su visita a Yaxunah.

La visita de Aparicio con las jugadoras fue organizada por ESPN, que estrenará un documental de Las Amazonas de Yaxunah el próximo 2 de junio en el Festival Internacional de Cine Latino de Los Ángeles (LALIFF) y que debutará en todas sus plataformas durante el Mes de la Herencia Hispana.

Cuando se le ofreció ser parte de la historia de las jugadoras, Aparicio no dudó en participar como narradora del documental y en visitar a las mujeres. La actriz y las jugadoras estarán presentes en el debut del documental del domingo.

“Ellas, aún estando en una comunidad indígena, en donde hay ideologías más retrasadas en las zonas centros, tuvieron esa iniciativa de decir ‘a mí me gusta, lo quiero hacer’”, dijo Aparicio. “Funciona como una conexión de los hogares. Me dijeron ellas que también lo usan como implemento para erradicar la obesidad”.

María Enedina Canul Poot fue la inspiración detrás de Las Amazonas, un equipo conformado por jugadoras que oscilan entre las edades de 14 y 63 años. Tras un acercamiento de la gubernatura del municipio ubicado en la península yucateca, que ofreció distintas actividades para regular la obesidad, les habían propuesto la Zumba, que son clases de ejercicios aeróbicos, pero María tenía otros planes.

Ella habló con varias mujeres en su pueblo proponiéndoles hacer softbol como deporte. Sin embargo, María no esperaba encontrarse en una situación que causaría tanto malestar entre los hombres de la comunidad indígena.

“Nunca pensamos que íbamos a tener ese problema del machismo”, dijo María desde su hogar, en donde ella y las jugadoras recibieron a Aparicio. “Nunca pensé que en mi casa tendría a alguien que me dijera que no juegue esa clase de deporte. Cada vez que iba a salir, él me decía ‘no, haz tortillas para que yo coma’ y siempre buscaba varias formas para impedir que yo vaya a entrenar”.

Las jugadoras tuvieron que enfrentarse al tabú social de que la mujer indígena solo está para servir a su esposo y familia y no exponerse de ninguna forma ante la sociedad.

La pitcher, de 54 años, tuvo que lidiar con la negativa de su esposo que interponía ante ella para ser parte del equipo que ella misma había iniciado. Varias de las jugadoras también vivieron momentos difíciles que alcanzaron un grado de violencia doméstica en el que temieron por sus vidas.

“A mi hija, su esposo la sacó de la casa, pero poco a poco se dieron cuenta que estamos haciendo algo, no para buscar otras personas fuera del matrimonio sino que era algo para que se divierta la gente”, dijo María, cuyo esposo falleció en enero de 2023, pero que según explicó, él terminó por aceptar su deseo de jugar y de conocer el mundo.

“En 2022 empezó a darse cuenta de que estamos yendo a jugar, a que la gente lo disfrute. Una vez cuando regresamos de un juego en Campeche, al llegar a la casa me dijo ‘Felicidades señora, hicieron un buen partido porque lo transmitieron, escuché cómo la gente gritaba en sus casas’”.

Por primera vez, esa noche, María disfrutó de una cena que su esposo le había preparado. Consecuentemente, cada vez que ella iba a jugar a algún lado, él le tenía la cena lista a su regreso, un cambio que jamás se había imaginado ocurriría.

La resiliencia de María y de los miembros de Las Amazonas, han calado hondo en la conversación del empoderamiento de la mujer, por lo que el impacto de la visita de Aparicio fue para Sitlali Yovana Poot Dzib un momento de orgullo y de confirmación que habían logrado algo más grande de lo que se imaginaban.

“Hasta se me enchina la piel de saber que está aquí”, dijo la joven de 22 años mientras miraba de reojo a Aparicio quien estaba al fondo con otras de las jugadoras. “La ves en una pantalla grande y de repente está en tu casa, es algo muy bonito. Ella ha logrado bastantes cosas, entonces sentimos que nos reflejamos en ella”.

Con toda la atención recibida, las jugadoras han recibido todo tipo de visitantes y curiosos que buscan conocerlas y escuchar sus historias. Según una de las integrantes del equipo femenil, no todos los visitantes han sido cordiales y solo van en busca de “atención para ellos mismos, hasta han llegado algunos YouTubers que con la gente del pueblo no se toman ni la foto”.

“Yo pensé que era como todas las artistas, bien creída, bien alzada, pero al conocerla ahora te das cuenta que es una persona humilde, de corazón”, dijo Albi Yajaira Diaz Cano. “Desde que llegó, se nos pegó y habló con nosotros como si fuéramos amigas de toda la vida”.

Durante su visita, Aparicio escuchó varias de las historias que las mujeres tuvieron que vivir para lograr la aceptación, misma que no lo es completa.

“Tuvieron que afrontar no solo las críticas de sus familias, sino también del exterior, donde no creían en lo lejos que ellas podían llegar”, dijo Aparicio, quien tuvo que lidiar con sus propias barreras de aceptación cuando surgió a la fama con el papel de Cleo en Roma.

“La fuerza tremenda que tienen de navegar contra la corriente y atreverse, no ha sido nada fácil, comparándolos con otras historias de mujeres que también tratan de incursionar en algo diferente, no es fácil y se respeta lo que han hecho”.

Aparicio destacó que el cambio aún no llega, pero siente que con ejemplos como el de sus logros, la actitud y capacidad de las mujeres jugadoras de softbol, ayudan a ese cambio.

“Espero que las generaciones futuras no tengan que pasar por lo que hemos pasado, en mi aspecto como mujer y como indígena, que es la discriminación, por tu origen, por tu color de piel porque muchas veces abusan de tu persona creyendo que ‘ah pues es indígena, no pues, desconoce de todo lo que puede rodearle y nos podemos aprovechar de esto’”, explicó Aparicio, de 30 años. “Se les olvida que nos hemos ido preparando con el paso del tiempo para no repetir esas situaciones, para que todo vaya funcionando, para que no juzguen a las personas por lo que ven sino por los resultados que se demuestran”.

Aparicio dijo que en su niñez gustaba igualmente del deporte, en particular el fútbol. Tras la visita al hogar de María, aparte de visitar por primera vez un cenote, Aparicio acompañó a Las Amazonas de Yaxunah para un encuentro amistoso contra otro equipo en un campo selvático que fue acondicionado para que practicaran el deporte.

Ante curiosos y aficionados, Aparicio lanzó el simbólico primer lanzamiento antes del juego, aunque en realidad lo tuvo que hacer en un par de ocasiones para que la bola llegase al guante de la catcher.

“Cuando me dijeron ‘a ver, lanza la bola’, yo pensé ‘¿no se supone que es pateado?’”, dijo una sonriente Aparicio. “Le dije a las personas que estaban a mi alrededor que la pelota se veía ligera, pero no es cierto, está pesada y sí tiene su complicación en ser lanzada”.

El descubrimiento de Las Amazonas de Yaxunah fue por medio del fotógrafo Juan Argel Sánchez Cano, quien supo de ellas de manera accidental mientras trabajaba en un proyecto en el que se basaba en la identidad de Yucatán se construye a partir del “béisbol y de cerveza”.

“Me topé con un video de las chicas haciendo swing a un bate, con poca información visual y averigüé una forma de contactarme con ellas”, contó Juan. “Al dar con ellas, nos citamos en el campo y cuando llegué ya estaban practicando. Las visité un par de veces, en la primera visita ni siquiera traje la cámara, solo vine a conocerlas y no quería que se intimidaran”.

Juan hizo parte del entrenamiento y al final les contó que le gustaría tomar algunas fotos y eventualmente publicarlas en las redes sociales, a lo que ellas accedieron. Sin embargo, tras esa sesión fotográfica, Juan no publicó las imágenes de inmediato sino que esperó cerca de 10 meses.

“Yo sabía que no eran cualquier tipo de fotos, pero sabía que tenía que esperar el momento adecuado, aunque no sabía cuál era el momento adecuado… sí sabía que iba a generar todo tipo de discursos, desde los hipiles, la mujer y todo esto”, dijo Juan.

Al publicar las fotos en Facebook, tal como lo esperaba, la difusión de las fotos fue grande ya que fueron compartidas a gran escala.

“Las empezaron a buscar y me dio muchísimo gusto, no por mí como fotógrafo sino por ellas porque el trabajo es de ellas, por lo que han logrado por su comunidad”, dijo Juan.

El camino continúa para Las Amazonas de Yaxunah y a medida que se va a conociendo más y más la historia que comenzó hace seis años, el mundo se hará cada vez más pequeño como lo es su poblado.

“Las Amazonas van a llegar muy lejos, eso está en nuestras cabezas, en nuestros corazones”, dijo Jessica Yazmin Díaz Canú, quien es una de las jugadoras del equipo. “Va a sonar en todos lados. A las mujeres, les digo que luchen por lo que quieren, que las cadenas y barreras que tenemos enfrente, tiremoslas para alcanzar las metas que se propongan”.

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Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.