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Los prorrusos afirman haber tomado una ciudad clave en el este de Ucrania

Invasión rusa de Ucrania en la ciudad de Popasna

Por Pavel Polityuk y Conor Humphries

KIEV (Reuters) -Los representantes de las fuerzas separatistas prorrusas en el este de Ucrania reclamaron el viernes el control total de la importante ciudad de Lyman, una afirmación que Ucrania pareció conceder, mientras Moscú lleva adelante su mayor avance en semanas.

Lyman, donde se encuentra un importante centro ferroviario, ha sido una de las principales líneas de frente en la presión de las fuerzas rusas desde el norte, una de las tres direcciones desde las que han estado atacando la región industrial ucraniana del Dombás. Los separatistas prorrusos de la autoproclamada República Popular de Donetsk dijeron que ahora tienen el control total de la zona.

Oleksiy Arestovych, asesor del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, pareció confirmar la caída de Lyman en una entrevista durante la noche, y dijo que la batalla en la ciudad muestra que Moscú está mejorando sus tácticas.

"Según datos no verificados, hemos perdido la ciudad de Lyman", dijo Arestovych en un vídeo publicado en redes sociales. Esto demuestra, en principio, el aumento del nivel de gestión operativa y de las habilidades tácticas del ejército ruso".

El gobernador ucraniano de la región de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, declaró al medio de comunicación Hromadske que Lyman está "controlada principalmente por las tropas rusas", pero que los militares ucranianos han tomado nuevas posiciones fortificadas en la zona.

Después de que las fuerzas ucranianas repelieran en marzo su intento de asaltar Kiev y de que a principios de este mes las expulsaran de las afueras de la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkov, las tropas rusas están llevando a cabo sus avances más poderosos en semanas en la región del Dombás, en el este del país.

Los analistas militares occidentales dicen que un éxito militar en la zona podría preparar el escenario para un conflicto prolongado.

En el extremo este de la región controlada por Ucrania, las fuerzas rusas han intentado rodear a las tropas ucranianas en las ciudades de Sievierodonetsk y Lyshchansk, después de romper las líneas ucranianas más al sur en la ciudad de Popasna la semana pasada.

Popasna, a la que periodistas de Reuters llegaron el jueves en el territorio controlado por los rusos, es la actualidad un terreno baldío arrasado por los bombardeos, con bloques de pisos y edificios municipales destrozados. Los tanques rusos y otros vehículos militares recorren las calles sembradas de escombros levantando polvo a su paso, y helicópteros de ataque sobrevuelan el lugar a baja altura. El cadáver hinchado de un hombre uniformado yacía en un patio.

Natalia Kovalenko, una residente de Popasna, ha subido en los últimos días del sótano donde se refugiaba para dormir entre los restos de su propio piso. El balcón había volado por los aires y las ventanas habían reventado debido al impacto directo de un proyectil.

Contempló con nostalgia el patio destruido y contó que dos personas habían muerto allí y ocho habían sido heridas por un proyectil cuando salieron a cocinar. En el interior de su piso, la cocina y el salón estaban llenos de escombros, pero había habilitado un pequeño dormitorio para dormir. Se mostraba cansada de estar atrapada en el sótano con perros y gatos.

"Tengo que arreglar la ventana de alguna manera. El viento sigue siendo malo. Hace frío por la noche", dijo. "Estamos cansados de tener tanto miedo. Muy cansados".

Las tropas terrestres rusas han capturado varias aldeas al noroeste de Popasna, según el Ministerio de Defensa de Reino Unido.

'¿A QUÉ PRECIO?'

Los avances de Rusia en el este de Ucrania sigue en el tiempo a una contraofensiva de las tropas ucranianas que expulsó a las rusas de Járkov a principis de mes. Pero Moscú ha bloqueado posibles ataques ucranianos a la retaguardia de las líneas de suministro rusas al Dombás.

Las fuerzas rusas bombardearon el jueves áreas de Járkov por primera vez en varios días. Las autoridades locales dijeron que nueve personas murieron en los ataques. Reuters grabó escenas en las que se pueden ver proyectiles impactando en barrios de los que posteriormente se elevan nubes de humo. También muestran una acera llena de cristales rotos y charcos de sangre. El puesto de café de un parque aparece destruido y las ventanas de un café y de varios bloques de viviendas estaban hechas trizas.

En el sur del país, donde Moscú también se ha hecho con territorio desde el inicio de su invasión el 24 de febrero, las autoridades ucranianas creen que Rusia aspira a imponer un regimen de control permanente.

El mando militar de las fuerzas ucranianas del sur dijo que Rusia está enviando equipo militar en barco desde la península de Crimea, preparando una tercera línea de defensa para una potencial contraofensiva ucraniana, así como repartiendo minas en la costa del embalse de una presa en el río Dniéper, que separa a los dos ejércitos.

"Todos esto indica que Rusia intentará mantener los territorios ocupados bajo su control", dijo el mando militar ucraniano.

En un discurso nocturno, Zelenski criticó a la Unión Europea por tardar demasiado en prohibir las importaciones de energía rusa, afirmando que el bloque está enviando a Moscú mil millones de euros al día con los que se financia la campaña bélica del Kremlin.

"La presión sobre Rusia es literalmente una cuestión de salvar vidas. cada día de dilación, debilidad, disputas diversas o propuestas para 'pacificar' al agresor a costa de la víctima sólo significa más ucranianos muertos", dijo Zelenski.

Los países occidentales, encabezados por Estados Unidos, han proporcionado a Ucrania armamento de largo alcance, incluidos obuses M777 estadounidenses y misiles antibuque Harpoon de Dinamarca. Kiev dice que quiere armas terrestres de mayor alcance, especialmente lanzacohetes, que puedan ayudarle a ganar una batalla de artillería contra las fuerzas rusas en el este del país.

Fuentes oficiales afirman que el Gobierno de Estados Unidos está considerando la posibilidad de suministrar a Kiev el sistema de cohetes de artillería de alta movilidad M142 (HIMARS), que puede tener un alcance de cientos de kilómetros.

Previamente Washington se había abstenido de suministrar este tipo de armas, en parte ante el temor a una escalada de la situación en caso de que Ucrania alcanzara objetivos en el interior de Rusia. Fuentes oficiales de EEUU y diplomáticos dijeron a Reuters que Washington ha mantenido conversaciones con Kiev sobre la cuestión.

"Nos preocupa la escalada y, sin embargo, no queremos poner límites geográficos ni atarles demasiado las manos con el material que les estamos dando", dijo una fuente oficial estadounidense, que habló bajo condición de anonimato.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que cualquier suministro de armas que pudieran alcanzar el territorio ruso sería un "paso serio hacia una escalada inaceptable".

Rusia llama a sus acciones en Ucrania una "operación especial" para desarmar a Ucrania y protegerla de presuntos fascistas. Ucrania y Occidente dicen que la acusación de fascismo es infundada y que la guerra es un acto de agresión no provocado.

(Información de Natalia Zinets, Conor Humphries y Pavel Polityuk desde Kiev, de Vitaliy Hnidyi desde Járkov y de los periodistas de Reuters desde Popasna; redacción de Michael Perry y Peter Graff; edición de Philippa Fletcher, Raju Gopalakrishnan y Robert Birsel; traducción de Darío Fernández)