Ángel Viñas, 60 años entre papeles para desentrañar las claves del pasado reciente

Madrid, 16 mar (EFE).- "Me he pasado 60 años metido en archivos, entre papeles" para desentrañar algunas claves del pasado reciente de España, como el franquismo, la intervención extranjera en la Guerra Civil o el 'oro de Moscú', afirma el historiador Ángel Viñas, que acaba de publicar sus memorias, 'La forja de un historiador' (Crítica).

En este libro, Viñas repasa una vida en la que ha alternado la investigación histórica con el trabajo diplomático o de funcionario internacional de alto nivel y precisa que llegó a la historia "por casualidad, casi sin pretenderlo", al tiempo que destaca que en esta obra se ha concentrado "en identificar las vetas, muy variadas", por las cuales terminó abocado en 1971 "a husmear en archivos sobre una cuestión de historia".

"Soy un obseso de los documentos porque a mí en historia me gusta abrir caminos o 'desfacer entuertos'", declara Viñas en entrevista con EFE.

"Se puede hacer un buen libro de la Guerra Civil -por ejemplo- sin haber pisado un archivo, Pero yo tengo mi método, que consiste en partir de los documentos, luego ver fuentes secundarias y entre una cosa y otra meter -digamos- la parte literaria", señala.

El título del libro ya alude a la propia circunstancia de Viñas. Un título que, como él mismo menciona al comienzo de la obra, supone un "abierto ‘plagio’" de las memorias del escritor Arturo Barea "La forja de un rebelde", las cuales leyó con 18 o 20 años y que, según afirma, le hicieron "rememorar" su niñez, entre otras razones incluso por la mera proximidad del entorno social y urbano de ambos, muy vinculado a Madrid, a su casco histórico y en concreto al perímetro comprendido entre la zona de Atocha y el barrio de Lavapiés.

"Comencé a escribir estas páginas antes de cumplir los ochenta. Las he terminado al aproximarme a los ochenta y tres. He eliminado mucho de trasfondo familiar y de mi juventud, que no interesan a nadie, y me he concentrado en identificar las vetas, muy variadas, por las cuales terminé abocado en 1971 a husmear en archivos sobre una cuestión de historia. Aquel trabajo se convirtió en mi tesis doctoral y en mi primer libro", sobre la intervención alemana en la Guerra Civil, narra Viñas al comienzo de sus memorias.

"Desde entonces, mi camino quedó trazado por sendas que no hubiera podido predecir. Este libro es, pues, el recorrido de un chaval madrileño de la clase media baja pero que hizo algo diferente de los de la mayoría de su generación", afirma el historiador.

En la entrevista, Viñas se resiste a dar una opinión sobre la España actual y sostiene que "eso no tiene interés", pues "todos los millones de españoles tienen su propia idea de lo que es España y el mundo".

"Todos hacemos historia, y eso es lo que me interesa. Obviamente, yo me he pasado 60 años metido entre archivos, cosa que ya no hace todo el mundo, y en eso ya sí tengo una cierta autoridad", afirma.

Viñas señala que desde hace muchos años no vive en España (reside en Bruselas), aunque viene con frecuencia aquí y, como una especie de seña de identidad intelectual y personal, recalca que apoya "fervientemente la Unión Europea y la OTAN".

"Mi formación es distinta a la de muchos españoles; me he centrado mucho en la política internacional; en lo relativo a la OTAN y a las relaciones entre la UE y América Latina", comenta en la entrevista Viñas, quien a lo largo de su carrera profesional ha sido asesor del Ministerio de Asuntos Exteriores, director de Relaciones Exteriores en la Comisión Europea, embajador de la misma en la ONU y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, de cuya cátedra de Memoria Histórica, Derechos Humanos y Convivencia es codirector.

Volviendo a su obsesión metodológica por "los papeles", Viñas sostiene que "todo documento está inserto en una cadena de documentos, lo cual hay que contextualizar. El documento por sí solo puede no ser suficiente. Hay que situarlo en su contexto".

En este sentido, Viñas se refiere a su investigación sobre el célebre 'oro de Moscú', sobre el que "nadie había escrito nada. Todo eran mitos".

Viñas incide en que su paso como agregado comercial por la embajada española en Bonn (entonces capital de la República Federal Alemana) fue determinante para su posterior carrera como historiador.

Por encargo del profesor Enrique Fuentes Quintana (un personaje clave en la historia económica de España tanto como catedrático como en su faceta de ministro de Economía en los primeros compases de la Transición) Viñas comenzó a investigar sobre las "Relaciones económicas entre Alemania y el Gobierno Nacional de España, 36-39".

"Observé que había que ir a los archivos a buscar documentos y me tiré a lo bestia con la idea de hacer ese estudio", relata Viñas, quien remacha que "no nací historiador", ni pensaba serlo; "yo 'me hice' historiador", casi un poco a rebufo de la circunstancia.

Fernando Prieto Arellano

(c) Agencia EFE