Los 10 ganadores más sorprendentes de los premios Óscar

 (Rex/Getty)
(Rex/Getty)

Cada año, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas se empeña en otorgar premios Óscar a los “mejores” películas o artistas en cada categoría. Y cada año se equivoca al menos unas cuantas veces.

Siempre habrá ambigüedad a la hora de definir los matices de la palabra “mejor”. ¿Cómo podemos, por ejemplo, comparar Toy Story 3, Inception yThe King’s Speech? Y, sin embargo, es el dilema que debieron enfrentar los votantes para la premiación de 2010.

Si bien sería imposible analizar todas las elecciones atroces en la historia de la academia, a continuación, procuramos compartir algunos de los errores más llamativos. Empezamos por la película más viejita...

How Green Was My Valley

Venció a Citizen Kane a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Fotografía en 1941

Hoy en día no es fácil encontrar a alguien que a) haya visto el melodrama galés de John Ford How Green Was My Valley y b) no lo haya hecho por una curiosidad morbosa por entender qué tenía que lo hacía mejor que Citizen Kane. Aun así, hay fanáticos leales en Gales, donde se desarrolla la película, dispuestos a pasar por alto los acentos un tanto cuestionables en reconocimiento a la representación de las duras vidas de los mineros del carbón y sus conmovedoras historias de amor. Pero esta película no tuvo nada parecido al efecto sísmico de la obra maestra de Orson Welles en las generaciones de cineastas que le siguieron y, en retrospectiva, es una elección extrañamente banal y sentimental.

¡Oliver!

Venció a 2001: Space Odyssey a Mejor Director y Mejor Dirección Artística en 1968

Hay que reconocerlo: la versión musical de Carol Reed de Oliver Twist es una película vivaz que no se rehúye de sumergirse en la oscuridad donde sea necesario para resaltar la verosimilitud de los villanos Fagin y Bill Sikes. Pero la película de Stanley Kubrick fue, como debe haber sido obvio incluso en ese momento, un logro imponente, que representa varios millones de años de evolución. La buena noticia es que Kubrick ganó un Premio de la Academia por su trabajo de efectos especiales en la película, su único Óscar, pero le privaron a él del premio al Mejor Director y a su película del premio a la Mejor Dirección Artística.

March of the Penguins

Venció a Enron: The Smartest Guys In the Room a Mejor Documental en 2005

Si más personas vieran Enron y menos personas vieran cuentos de hadas sobre pingüinos, el mundo sería sin duda un lugar mejor. El documental sobre la naturaleza antártica de Luc Jacquet presenta algunas fotografías impresionantes en medio de condiciones hostiles, pero tiene el inconveniente de una voz en off cursi y poco científica que sigue enfatizando el “amor” que impulsa a estas aves, a pesar de que solo se aparean durante una temporada y nunca vuelven a ver a sus crías, una vez que son destetadas. La mirada de Alex Gibney a la impactante caída de una empresa de Wall Street, por otro lado, se las arregla para hacer que los asuntos financieros aburridos se sientan vitales e inmediatos, y evita hacer afirmaciones trilladas, como por ejemplo asumir que la junta directiva de Enron fue puramente motivada por una devoción casi mística por el dinero.

Crash

Venció a Brokeback Mountain en 2005

 (Lionsgate)
(Lionsgate)

Incluso el director de Crash, Paul Haggis, no cree que su película deba haber vencido al sutil y trágico romance vaquero de Ang Lee. Y, sin embargo, la academia optó por la película de elenco disperso en lugar de la película rompecorazones. Tal vez no estaban preparados para una película sobre una pareja gay; tal vez los votantes pensaron que era más “importante” de alguna manera premiar una película sobre temas raciales en Los Ángeles (algo cercano a su experiencia cotidiana que quizás se haya sentido de forma más inmediata). Pero siempre que la gente se reúna para quejarse de las malas elecciones de los Óscar, este ejemplo aparece dentro de los primeros cinco minutos.

Driving Miss Daisy

Venció a Born On the Fourth of July, Field of Dreams, Dead Poets Society y Do the Right Thing (que, por cierto, ni siquiera fue nominada) a Mejor Película en 1989

Si encendiste la televisión un domingo por la tarde y encontraste Driving Miss Daisy, podrías llegar a pensar que era una película menor, linda y salpicada de comentarios cuestionables e incómodos sobre el racismo. Si alguien te dijera que es la ganadora de la Mejor Película, te burlarías, y con razón. Y, sin embargo, lamentablemente es el caso. Venció a cuatro películas que han envejecido considerablemente mejor que la ganadora. Lo peor de todo fue que la academia no logró siquiera nominar la película apasionante Do the Right Thing de Spike Lee, que tuvo que arreglárselas con una nominación al Mejor Guion Original y una nominación para Danny Aiello en la Categoría Actor de Reparto. Lee tendría que esperar hasta 2022 para la nominación a Mejor Director o Película para su película BlacKkKlansman.

The Greatest Show on Earth

Venció a High Noon, The Quiet Man y Singin’ in the Rain (que ni siquiera fue nominada) a Mejor Película en 1952

Otra decisión vergonzosa: la academia premió la extravagancia circense de Cecil B De Mille por encima del western clásico de Fred Zinnemann, High Noon, y la película irlandesa de John Ford The Quiet Man. Peor aún, ni siquiera nominaron a Singin’ in the Rain por los principales premios, presumiblemente porque su estatus icónico no fue lo suficientemente evidente. El hecho de que hayan premiado a The Greatest Show on Earth tiende a explicarse como una especie de premio a la carrera de De Mille, pero la ironía es que hizo The Ten Commandments solo un unos años más tarde, en 1956, que a su vez hubiera sido mucho mejor candidato a la categoría de Mejor Película que Around the World in 80 Days, que la venció ese año. Pero la ganadora aquel año debería haber sido The Searchers, así que tal vez según esa lógica no se resuelva gran cosa.

Roberto Benigni para Life is Beautiful

Venció a Edward Norton por American History X, Tom Hanks por Saving Private Ryan a Mejor actor en 1998

Como película, Life is Beautiful recibe mucha crítica, pero podría haber pasado desapercibida si su protagonista cómico no hubiera ganado el premio al Mejor actor en los Óscars y si no hubiera trepado por varias filas del público más famoso del mundo para recoger su premio. Su actuación no es pésima, pero ni siquiera es la mejor actuación ambientada en la Segunda Guerra Mundial ese año: piensa en la gloriosa interpretación de Tom Hanks en Saving Private Ryan y no nos olvidemos de The Thin Red Line. El ganador, sin embargo, probablemente debería haber sido Edward Norton por su actuación aterradora e inolvidable en American History.

Peter Pau por Crouching Tiger, Hidden Dragon

Crouching Tiger, Hidden Dragon (Moviestore/Shutterstock)
Crouching Tiger, Hidden Dragon (Moviestore/Shutterstock)

Venció a: Roger Deakins por O Brother, Where Are Thou? a Mejor Fotografía en 2000

No quiero decir que Peter Pau no haya hecho cosas hermosas en la épica del género ‘wuxia’ de Ang Lee. Pero Roger Deakins hizo un trabajo pionero en la obra de los hermanos Coen, O Brother, Where Are Thou, al transferir la película a un “intermedio digital” para procesar y cambiar los colores de la película para darle un tono sepia. El proceso se convirtió en un nuevo estándar de Hollywood y desencadenó dos décadas de películas digitales cuidadosamente coloreadas y altamente estilizadas. En retrospectiva, la suya fue la mayor innovación, y un premio en 2000 le habría ahorrado a la academia casi dos décadas vergonzosas de no haberle otorgado a Roger Deakins un Óscar de cinematografía.

Helen Hunt para As Good as It Gets

Venció a Judi Dench por Mrs Brown y Kate Winslet por Titanic a Mejor Actriz en 1997

Helen Hunt es encantadora junto a Jack Nicholson en esta comedia dramática, pero incluso en ese momento los espectadores habrían tenido dificultades para recordar el nombre de su personaje (era Carol, por cierto). Si la victoria fuera para el papel de actriz de reparto, el premio sin duda estaría a la altura, pero como papel protagónico tiene muy poca sustancia como para enfrentarse a personajes como la Reina Victoria de Judi Dench o incluso a la heroína de acción de gran éxito de taquilla de Kate Winslet, Rose. Aunque no fue culpa de Hunt. Es un recordatorio de los papeles femeninos débiles y pulsánimes que abundaban, incluso en los Óscar, en este momento.

Amy Adams

No ha vencido: a nadie todavía, a pesar de las seis nominaciones

Se necesistaron apenas cinco nominaciones para que Leonardo DiCaprio lograra “su momento”. Bueno, Amy Adams ha recibido seis nominaciones a Mejor Actriz y Mejor Actriz de Reparto, y debería haber sido nominada para Arrival en 2016, por lo que debemos insistir en que en cualquier momento tenga “su momento”. Fue nominada por Vice en 2019, pero perdió, como se predijo, frente a Regina King, cuya actuación en If Beale Street Could Talk fue desgarradora. Todavía no era el momento de Adams.

Traducción de Anna McDonnell