10 rarezas turísticas que desafían la imaginación
Instalado desde hace unos meses en Madrid, Richard Gere lo volvió a repetir esta semana en la gala de los Premios Goya celebrada en Granada, lo que más le gusta de nuestro país es su mujer, y ha sido esta quien le ha hecho descubrir “que España es lo mejor de lo mejor”. Y eso que el actor no ha hecho más que aterrizar en él. Presumimos de ser el segundo país más visitado del mundo y el tercero con mayor número de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad, presumimos de paisajes, de patrimonio histórico, de gastronomía y, si hace falta, también lo podemos hacer de rarezas turísticas como las que te enseñamos a continuación:
EL PUEBLO GADITANO CONSTRUIDO BAJO LA ROCA
Setenil de las Bodegas es un precioso pueblo blanco de la sierra de Cádiz con algo único que lo diferencia de los demás, pues sus habitantes han aprovechado para construir sus casas agazapadas, literalmente, bajo una inmensa mole rocosa. Ya lo decía Gerardo Diego, que aquí “el cielo es de roca”. En la zona alta está La Villa, donde en otro tiempo se situaba la fortaleza de la que solo queda la torre del homenaje; al cobijo de las murallas, la calle Herrería, de las más bellas de España, y en medio, el meandro del río Guadalporcún, que divide el pueblo en dos, dejando a cada lado una calle-cueva gemela: Cuevas del Sol y Cuevas de la Sombra. Y por todos sus rincones, casas escalonadas adaptadas a las empinadas cuestas y miradores con espléndidas panorámicas.
EL ÚNICO DESIERTO DE EUROPA
Mil y una veces habrás visto en televisión el desierto de Tabernas y no habrás identificado que este árido paisaje está en Almería, a una hora de Cabo de Gata. Localización de numerosas películas del género spaghetti westerns, entre ellos Lawrence de Arabia, Indiana Jones y otros más de 200 títulos, sus escenarios son hoy un parque temático donde asistir a espectáculos, visitar una reserva zoológica y hasta bañarse en el desierto.
LA PLAYA ASTURIANA ALEJADA DEL MAR
Con 345 kilómetros de costa, Asturias concentra algunas de las playas más espectaculares de España, pero la de Gulpiyuri, muy cerca de Llanes, es una rareza, pues está situada tierra adentro, ¡a 100 metros del mar! Deja perplejo por ello, pero también por su tamaño, por su forma –una especie de semicírculo cerrado a espaldas del Cantábrico y abierta a los prados verdes) y el hecho de que no sea fácilmente accesible.
EL PARTENÓN ESTÁ EN CANTABRIA
Toda una sorpresa resulta encontrarse en Las Fraguas, en el interior de Cantabria, con la iglesia de San Jorge, que parece una copia del mismísimo templo griego del Partenón. Es una de las escasas muestras de arquitectura neoclásica en esta comunidad y se construyó a finales del siglo XIX, sobre una antigua ermita medieval. El que fuera en su origen panteón familiar de los duques de Santo Mauro, situado junto al palacio de los Hornillos, se localiza a 33 kilómetros de la localidad costera de Suances y a 45 de Santander.
¿NAVARRA O LA LUNA?
Parece un paisaje lunar, pero esta rareza turística está mucho más cerca, exactamente en Navarra. Un paisaje semidesértico inmenso próximo a Tudela conformado por barrancos, mesetas planas y cerros solitarios que la Unesco ha declarado Reserva de la Biosfera. No puede ser más cinematográfico y tanto es así que ha servido de escenario para numerosos vídeos musicales, películas y series, como Juego de Tronos.
UN TÚNEL DE LAVA EN TENERIFE
Un túnel volcánico es una cavidad que se forma en el interior de coladas de lava. Mientras esta fluye al entrar en contacto con el aire, la superficie de la colada se solidifica, permitiendo el continuo flujo de la lava en su interior hasta su vaciado. Así se formó la Cueva del Viento. Originada por las coladas del cono volcánico Pico Viejo, el segundo más alto de la isla y situado junto al Teide, este rincón escondido es un paraíso para los amantes de la espeleología y se empieza a descubrir por su centro de visitantes, donde dan todas las pistas sobre esta rareza turística.
¿UNA CIUDAD ESPAÑOLA CON SOLO 270 HABITANTES?
Difícil imaginar que una ciudad con algo más de 200 habitantes tenga categoría de ciudad, pero Frías puede presumir de ello, un título que ostenta desde el siglo XV gracias a su concesión por Juan II, cuando esta y el valle de Tobalina en el que se encuentra eran un hervidero. Al que hoy es uno de los pueblos más bonitos de España le define su ubicación, sobre una muela, con un castillo en un extremo, su templo principal en el otro y, entre ambos, los tejados de sus casas asomándose al abismo. Su puente medieval de origen romano, sus conventos e iglesias y hasta los restos de su judería embellecen el conjunto.
EL PUEBLO DENTRO DE UNA CUEVA
La Palma también tiene su rareza turística, se llama Porís de Candelaria y se encuentra en el municipio de Tirajafe. Se trata de un pequeño conjunto de casas de pescadores escondido en el interior de una gruta natural de más de 50 metros de alto al que se accede en barco o por un sendero junto al acantilado. El escenario es de postal, con las casitas blancas de ventanas azules y amarillas en contraste con el azul del mar.
EL FARO DEL FIN DEL MUNDO
No existe lugar en la costa española donde contemplar un atardecer más conmovedor sobre la inmensidad del océano que Finisterre, pero eso no es ninguna rareza, sí lo es que durante siglos –hasta que se supo que la Tierra es redonda– se creyera que el cabo más occidental de España fuera el fin del mundo, el finis terrae. Cuenta la leyenda que aquí estuvo el Ara Solis, donde las tribus celtas celebraban sus ritos solares. Tiempo después, los romanos aseguraron que más allá de la difusa línea donde se juntan océano y cielo el mundo no tenía continuidad. El faro que se levantó en 1835 sobre el afilado acantilado y salvaguardaba a los barcos que navegaban por la Costa da Morte, la más agitada de A Coruña, hoy es meta de peregrinos que, desde Santiago, siguen los pasos del Apóstol hasta el extremo del mapa, donde se bañan, queman la ropa y ven hundirse el sol en el mar.
LA CUEVA DE CRISTALES MÁS GRANDE DE EUROPA
Almería esconde en sus tripas algo único en el mundo, una joya geológica que ya ha dado los primeros pasos para optar a ser declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. En nada se parece esta cueva a esas otras a las que estamos acostumbrados a visitar, llenas de estalactitas, estalagmitas, columnas que el paso de los siglos ha ido esculpiendo en las profundidades de la tierra. La de Pulpí en Almería es diferente, ¡es de cristales gigantes! Y además la más grande de este tipo en Europa (geodapulpi.es).