Los 40 años de amor de Jamie Lee Curtis y Christopher Guest, una premonición, un casamiento express y la clave del auto en el garage
“Me voy a casar con ese hombre”, le dijo Jamie Lee Curtis a Debra Hill una tarde de mayo de 1984. La protagonista de Halloween y su amiga -coguionista y productora del famoso film de terror- pasaban el tiempo sentadas en el living de la casa de la actriz con una revista Rolling Stones entre las manos. En una de las páginas, Christopher Guest posaba junto al resto a los Spinal Tap. El flechazo fue instantáneo. Una llamada telefónica, una cita, un rápido casamiento, dos hijos y 40 años después, la estrella de Hollywood y el compositor y director siguen tan enamorados como el primer día. ¿Qué hay detrás del éxito de Curtis y Guest?
Amor a primera vista
La hija de las leyendas del cine Tony Curtis y Janet Leigh tenía 25 años fijó la vista en la figura de Guest. El músico y actor posaba junto al resto de ficticio grupo de heavy metal que se creó y ganó popularidad gracias al documental de Rob Reiner This is Spinal Tap en una nota de la célebre revista de música. “Miré al hombre de la derecha, que llevaba una camisa a cuadros y una sonrisa burlona. Nunca lo había visto antes, pero lo señalé”, recordó Curtis en una entrevista que le brindó a People. “Me voy a casar con ese hombre”, recordó que le dijo a Hill. “‘Quienquiera que sea este tipo, es el indicado. Eso es lo mejor que se puede conseguir’”, agregó.
El impulso llevó a Curtis a buscar la forma de dar con su Don Juan. Luego de enterarse de que compartían agente, superó la vergüenza y se comunicó con él para que le pasara su número a Guest. El no la llamó. “Fue un período extraño, justo después de Spinal Tap”, le contó a Guest años después también a People. “Había mujeres extrañas que llamaban a las tres o cuatro de la mañana”, recordó. Curtis siguió con su vida -incluso salió un tiempo con un hombre de negocios-, hasta que se volvió a cruzar con Guest. Esta vez fue en persona.
Una tarde, después de dejar a su entonces novio en el aeropuerto, Curtis fue a cenar con Melanie Griffith y su marido de entonces, Steven Bauer, al reconocido restaurante Hugo’s, en West Hollywood. Guest se sentó a unas mesas de distancia. “Me saludó con la mano como si quisiera decirme: ‘Soy el tipo al que llamaste’”, recordó ella. “Le devolví el saludo: ‘Soy la mujer que te llamó’, pensé. Unos minutos después, se levantó para irse. De pie a unos seis metros de distancia, se encogió de hombros y levantó la mano como si quisiera decir: ‘Hasta luego’. Cuando se fue, miré mi plato”, revivió ella aquel instante.
La decepción de Curtis duró menos de 24 horas: la llamó al día siguiente. Era 28 de junio. Dos días después tuvieron su primera cita. Al mes y medio de esa salida él se fue a Nueva York para trabajar en Saturday Night Live. Hace poco, él confesó en el podcast ID10T que, si bien pasó por el show una sola temporada, intentó rescindir su contrato antes para no tener que dejar ni Los Ángeles y ni a Jamie Lee Curtis.
Casamiento express
Apenas se conocieron Curtis y Guest se enamoraron perdidamente. Por eso sufrieron tanto los meses en que estuvieron separados. Por eso también, los tiempos se aceleraron. Un día de septiembre, mientras hablaban por teléfono, él le contó que había pasado la tarde caminando por la Quinta Avenida. “¿Qué hiciste allí?”, le preguntó ella”. “¿Te gustan los diamantes?”, le retrucó él. Tres meses después se casaron. Fue el martes 18 de diciembre de 1984 a las cuatro de la tarde, en la casa de Rob Reiner. Tanto Tony Curtis como Janet Leigh estaban allí. El catering fue de Hugo’s, el lugar donde se vieron por primera vez. El evento no tuvo nada de grandilocuente, salvo para los novios: dijeron “sí, quiero”, bailaron unos pasos, cortaron la torta, comieron y se fueron a casa.
Curtis y Guest intentaron tener hijos poco tiempo después de casarse, pero las cosas se complicaron: tenían problemas de fertilidad. “La adopción era la única manera de tener una familia”, confesó ella en el boletín Point of View de Pact. Y eso fue lo que hicieron: la pareja adoptó en 1986 a Annie y en 1996 a Ruby. “La maternidad es todo un cliché maravilloso. Hay algo inexplicable que sientes. Es un compromiso permanente, uno por el que he cambiado mi vida para cumplirlo”, explicó a la misma publicación. Consagrada autora de libros infantiles, Curtis publicó en 1986 Cuéntame de nuevo sobre la noche que nací, un libro sobre “niños y familias reales”.
Apoyo incondicional
Cuando la relación comenzó, tanto Curtis como Guest eran famosos. Con el paso de los años, a diferencia de otras parejas de celebridades que no pudieron con la competencia de egos, cada uno encontró su espacio, y se apoyaron en cada momento.
Jamie Lee supo sostener una extensa carrera frente a las cámaras con sucesos como Halloween -lo que la convirtió en una actriz de culto-, Mentiras verdaderas y Todo en todas partes al mismo tiempo. Además, es productora, autora infantil, activista y filántropa. Por su lado, Guest es conocido como escritor y director, pero también incursionó en la actuación: además de This Is Spinal Tap, fue parte de los elencos de Best in Show (que en español se tradujo como Very Important perros), Músicos grandiosos y For Your Consideration. Según el Museo de Arte Moderno, a lo largo de sus 50 años de carrera, Guest introdujo un “estilo distintivo de realización de documentales falsos que se basa completamente en improvisaciones sin guion”.
En el plano personal, los Guest Curtis supieron desde un primer momento capitalizar su fortaleza: son incondicionales. “Una de las relaciones más largas que he tenido en busca de consuelo, contacto y conexión es con Chris”, escribió la actriz en su cuenta de Instagram para celebrar su aniversario número 36. “No creo que tengamos un matrimonio fácil. Tenemos un matrimonio difícil, pero exitoso”, le había dicho, años antes, a People. “Es difícil hablar de Chris, porque todo lo que vas a escuchar es la palabra ‘genial’”, explicó tiempo después. “Es un gran oyente, un gran atleta, un gran esposo y padre”.
Para las hijas de la pareja, el amor y el apoyo incondicional de sus padres también fue fundamental. A mediados de 2021 Jamie Lee le contó al mundo que Ruby era transgénero y que se sentía muy orgullosa de ella. Lejos de su costumbre, abrió las puertas de su intimidad para compartir un mensaje de apoyo a su heredera y para contar cómo fue el proceso. “Hemos visto con orgullo y maravillados cómo nuestro hijo se convirtió en nuestra hija Ruby”, contó durante una charla con la revista AARP The Magazine. En la misma entrevista, volvió a hablar de su marido y mencionó otro de los factores que aún los mantiene juntos. “Me siento segura cuando entro con el auto y veo que él está en casa”, explicó. “Eso es lo que logró un matrimonio largo. Es la seguridad de saber que su auto está en el garage y que no estoy sola”.
Luego de la muerte de su padre en 1996, Guest heredó un título honorífico. “Soy barón. Soy Lord Haden-Guest. Y sí, eso es una novedad. Nací con eso por accidente, obviamente. Luego tu padre muere y tú eres el siguiente”, le dijo a The Guardian en 2016. Por extensión, Curtis se convirtió en Lady Hades-Guest. Y así como Guest nunca le dio importancia al asunto, tampoco lo hizo la actriz: nunca usa su título pegado a su nombre, ni habla del asunto en público. “No tiene nada que ver conmigo”, dijo Curtis a Architectural Digest.
Los primeros 40
El martes 2 de julio, la actriz ganadora del Oscar publicó una foto retro de ella y su marido en los años 80, cuando la relación apenas comenzaba, “Hoy hace 40 años tuve mi primera cita con Christopher”, escribió al pie de la imagen. “Nos casamos cinco meses después y empezamos a construir nuestras vidas. Un encuentro casual. La vida gira. Los niños crecen. ¡EL AMOR ES EL AMOR!”, completó. En 2016, Guest reveló el destino de aquella imagen que Curtis vio sentada en el sillón de su casa y que marcó su destino para siempre. “Todavía tenemos esa foto original colgada en casa”.