6 herramientas que te ayudarán a afrontar el acoso en la edad adulta

mujer con el pelo rizado mirando a cámara haciendo la señal de stop con su mano
Hands, hr and manager stop sign with hand in office, serious, power and change in corporate. Black woman fighting sexual harassment, discrimination and toxic work environment with employee protection. (Adobe Stock)

Estamos ante un problema que, al contrario de lo que se puede pensar,  por desgracia no se limita a la infancia o la adolescencia. El acoso, una forma de abuso psicológico, puede manifestarse también en la edad adulta, y pasa factura, pues afecta significativamente la vida personal, profesional y emocional de las víctimas. Así nos lo confirma Pilar Guerra Escudero, psicóloga clínica y coach ejecutivo, que nos explica que tanto en el ámbito laboral, en las relaciones personales e incluso en espacios públicos, muchas personas se enfrentan a comportamientos abusivos que afectan su bienestar emocional y mental.

Afortunadamente, la experta nos detalla que existen herramientas que pueden ayudar a afrontarlo y proteger nuestro bienestar, y nos las comenta a continuación.

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1. Reconocer la situación

Tal y como nos explica Pilar Guerra Escudero, el primer paso para afrontar el acoso es reconocer que estamos siendo víctimas de este tipo de abuso. Muchas veces, las víctimas tienden a normalizar o minimizar las conductas de acoso, considerándolas parte del entorno laboral o de las relaciones interpersonales.

Por eso, es fundamental identificar las señales de alerta como comportamientos humillantes o degradantes (insultos, burlas, críticas constantes, descalificaciones públicas o privadas), aislamiento social (exclusión de grupos o actividades, intentos de sabotear tus relaciones o amistades, chismes e infamias) o amenazas verbales o físicas, gestos intimidantes o un control constante.

En el ámbito laboral, otras señales pueden ser la asignación de tareas imposibles o degradantes, la ocultación de información importante, boicotear nuestro trabajo o proyectos.

Y en el ámbito sexual, suelen ser tocamientos no deseados, comentarios sexuales inapropiados, insinuaciones o proposiciones de índole sexual no consentidas.

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2. Establecer límites claros

Para algunas personas, no es tarea fácil, pero es fundamental establecer límites claros y firmes con la persona o personas que nos acosan. Hazles saber de manera clara y directa que su comportamiento es inaceptable y que no lo tolerarás más. Si se trata de acoso laboral, puedes comunicar la situación a tu superior o al departamento de recursos humanos de tu empresa.

mujer agobiada en su puesto de trabajo, frente al ordenador
(Adobe Stock)

3. Documentar las incidencias

Es necesario que se registren las incidencias de acoso de manera detallada, anotando fechas, lugares o descripciones precisas, pero también pruebas como correos electrónicos, mensajes de texto o grabaciones de audio o video, pueden llegar ser muy útiles y clave para tomar acciones legales si fuese necesario.

4. Buscar apoyo y/o ayuda legal

Es fundamental buscar apoyo en personas de confianza como un familiar, amigo, compañero de trabajo o buscar ayuda profesional de un psicólogo o terapeuta. El apoyo social y la orientación profesional nos brindarán las herramientas emocionales y estrategias para afrontar el acoso de manera efectiva. Si el acoso es de naturaleza grave o sentimos que nuestra integridad física o psicológica está en riesgo, no hay que dudar en buscar ayuda legal. Un abogado podrá asesorarnos sobre nuestros derechos y las acciones legales que podemos tomar para protegernos.

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5. Aprender técnicas de asertividad

La asertividad es una habilidad clave para afrontar el acoso ya que permite expresar nuestras necesidades, emociones y opiniones de manera clara, directa y respetuosa. Existen talleres y cursos de asertividad que pueden ayudar a desarrollar estas habilidades.

6. Cuidar nuestra salud mental y emocional

Es importante cuidarnos y buscar estrategias para manejar el estrés, la ansiedad y la depresión que este tipo de situaciones puede generar, ya que el acoso puede tener un impacto significativo en nuestra salud mental y emocional. Practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga, realizar actividad física regularmente y mantener una alimentación saludable también contribuyen al “autocuidado”.

“El acoso es una forma de abuso que no debemos tolerar. Todos tenemos derecho a un ambiente seguro y respetuoso, tanto en nuestra vida personal como profesional. Por eso es fundamental utilizar las herramientas y recursos disponibles para protegernos, afrontar la situación y sanar las heridas que este tipo de experiencias puedan habernos causado”, concluye la psicóloga.