Murió Ricardo Piñeiro, el reconocido exrepresentante de modelos, a los 68 años
El reconocido exrepresentante de modelos Ricardo Piñeiro murió este miércoles después del mediodía, según pudo confirmar LA NACION. El hombre, que tenía 68 años y fue ícono de la década de los 90, estaba internado grave en el Sanatorio Otamendi, después haber sufrido un accidente cerebrovascular (ACV) hemorrágico en su departamento del barrio porteño de Recoleta.
El lunes, Piñeiro fue encontrado con pocos signos vitales en su vivienda, tras la llamada de un amigo al 911. Como primera medida se lo trasladó al Hospital Fernández y luego de la atención primaria que recibió en ese centro público fue derivado. Como consecuencia del ACV tenía una insuficiencia respiratoria y renal e hipotensión arterial.
El amigo de Piñeiro había realizado la llamada de urgencia luego de que el exrepresentante no contestara los llamados a su puerta. Alertados de esta situación, agentes de la Comisaría Vecinal 2A se trasladaron hasta la avenida Las Heras al 1600, donde el exrepresentante de modelos como Mariana Arias, Andrea Frigerio y Paula Chaves vivía desde hace siete años.
Al entrar lugar, los oficiales encontraron al denunciante y, tras franquear el acceso al departamento, hallaron al Piñeiro en grave estado. Fue entonces que llamaron a una ambulancia del SAME. Pese a los intentos por lograr una mejoría en su salud, finalmente el hombre falleció hoy en el Otamendi.
El testimonio de sus amigos sobre sus últimos días
“Ayer el parte médico era bastante duro, los médicos decían que ya los órganos no le respondían, pobrecito”, reveló su amigo, el diseñador César Juricich en TN, tras confirmarse la muerte de Piñeiro.
“El lunes pude entrar a verlo cinco minutitos y tuve la esperanza de que iba a poder zafar porque no lo vi tan mal. Pero bueno, conociéndolo, ya no hubiera soportado verse él mal o con algún vestigio de no poder tener movilidad. Estoy muy triste”, contó, mientras lloraba, a la vez que recordó que el mánager era “un tipo sano”, que se cuidaba en su alimentación y que había dejado el alcohol.
El diseñador detalló también que, cuando se enteró de que Piñeiro había sido trasladado de urgencia, se acercó a la clínica y el médico que atendía a su amigo le dijo que era “irreversible” el cuadro. “Por más de que uno pedía el milagro, uno no pierde las esperanzas nunca... Pero bueno, pobrecito”, cerró, conmovido.
Por su parte, Fernanda Villaverde, una modelo cercana al exrepresentante, fue otra de las personas que primero se expresó sobre la muerte del reconocido personaje del mundo del modelaje. “Richard, no puedo más del dolor. Que descanses en paz. Te amo y te amaré siempre”, escribió en Instagram junto a una foto de ambos.
Sus últimos años: lejos de la moda y cerca de la Iglesia
En una entrevista concedida a LA NACION en 2022, Piñeiro recordó su pasado como representante de grandes figuras, pero también aludió a todo lo que le trajo el acercarse a la fe.
“El mundo de las modelos ya fue” , manifestó en ese entonces con total honestidad. “Hice todo lo que quise hasta hartarme. Por suerte me salvó la fotografía y una fuerza de voluntad que no sabía que tenía. Pasé momentos duros, pero hoy lo agradezco. Ya no me interesa el mundo de la moda”, remarcaba. Por otro lado, aseguraba qué era lo que le brindaba paz tras haber atravesado un duro período marcado por la depresión. “Soy más feliz como voluntario en la iglesia Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón o inventando recetas proteicas”, contó.
El exrepresentante también hizo referencia a su deseo de “reciclarse”, que pudo concretarse cuando tocó fondo y nació esa necesidad. “Me estafaron, pero yo también me equivoqué. Hasta perdí mi nombre. Hubo una época en la que me vinculé con gente que, lejos de nutrirme, me terminó destruyendo. Cuando el mercado de la moda empezó a bastardearse yo quería seguir de una manera que ya no era posible. La realidad es que las cosas cambian y uno debe adaptarse a esos cambios o apartarse. Siempre fui muy idealista y bastante mal empresario . Pero de todo se aprende”, reconoció en la entrevista con LA NACION en la que detalló cómo fue el momento en que empezó a salir del cuadro depresivo en el que se hallaba.
“Me aferré a Dios y eso me sanó. Suena de manual, pero es la verdad. Me acerqué a la iglesia y hoy soy feliz como voluntario. Es una manera de agradecer todo lo que ellos hicieron por mí”, remarcó Piñeiro sobre su trabajo en Las Esclavas. “Tengo funciones múltiples”, explicó y sumó: “Estoy en la puerta con los números, recibiendo gente en situación de calle. Les pongo alcohol en gel en las manos, colaboro con las voluntarias que son lo más. Al principio fui para ayudar con las comidas, pero enseguida le expresé a la Madre Superiora mi deseo de ir más allá. No sé, sentí que no me servía alcanzar un plato y mandarme a mudar. Me gusta hablar con ellos, ayudar desde mi humilde experiencia”.
En marzo de este año, Piñeiro brindó una nota desde Las Esclavas para el programa de espectáculos de eltrece, Socios del espectáculo. “Tuve muchos problemas en los que tuve que cerrar mi empresa, fue muy doloroso, empecé a tomar de más y cuando me di cuenta de esto, acudí al grupo de Alcohólicos Anónimos de la iglesia y eso me salvó la vida”, contó en una charla con el periodista Santiago Riva Roy. “Durante 40 años me rompí el alma, hubo una estafa, pero gracias a Dios no quedé en la calle”, añadió. Asimismo compartió cómo el haber comenzado a trabajar desde 2020 como voluntario en la iglesia lo ayudó enormemente.
“Esoy comprometido con la causa, lo que hacemos es rescatar a gente en situación de calle, si bien no ofrecemos salida laboral, la idea es que se inserten en la sociedad y que puedan conseguir un trabajo digno. Nosotros les servimos un plato de comida, rezamos en agradecimiento”, detalló. En plena nota, una mujer se acercó a agradecerle por su trabajo. “Eso es lo que me gratifica”, reaccionó, emocionado ante las palabras recibidas y ratificando por qué no quería regresar al mundo del modelaje. “Es un medio muy especial en el que no hay mucho agradecimiento”, aseguró.