7 recetas de bebidas o leches vegetales: de almendras, arroz, ajonjolí y más
Las recetas de bebidas o leches vegetales, también conocidas como “lechadas” de nueces, granos, semillas y otros frutos se han vuelto en un producto en tendencia, indispensable para la dieta de muchas personas que quieren sustituir su consumo de lácteos ya sea porque son intolerantes a la lactosa, entre aquellos que siguen un estilo de vida vegano o vegetariano, o entre las personas que simplemente les gusta su sabor.
Aunque es muy fácil encontrar estas opciones en el supermercado, con la reciente publicación de la Profeco en su suplemento Revista del Consumidor, muchos nos comenzamos a cuestionar (tal y como refieren en el mismo tweet) ¿realmente vale la pena gastar 50.00 pesos o más en una bebida que tiene tan poco contenido del vegetal o semilla que refiere?
Las bebidas o leches vegetales caseras son mil veces mejores que las que compramos en el supermercado
Para eso, mejor aprendemos a preparar nuestras propias recetas de bebidas o leches vegetales en casa. Así, podremos tener siempre a la mano un poco de nuestra leche de preferencia fresca, sin endulzantes artificiales y con un sabor asombroso.
De hecho, existen en el mercado variedades de bebidas vegetales que no son nada recomendables para el consumo diario y continuo, puesto que gran parte de ellas tienen gran cantidad de conservadores o el ingrediente principal del que están hechas suele estar altamente diluido; sin mencionar que se le añaden azúcares o almidón que, en exceso, pueden representar un riesgo para la salud.
Por esta razón, queremos aprovechar para promover el consumo de las bebidas vegetales naturales y caseras. Creo que muchas personas estarán de acuerdo conmigo al decir que es mil veces preparar tus propios productos en casa: puedes endulzarlo a tu gusto y así te asegurarás de que no tenga químicos ni conservadores adicionales. / Foto: Shutterstock
El debate eterno: ¿Podemos llamar leche a las bebidas vegetales?
Llamamos “leches vegetales” a estas preparaciones a base de ingredientes como almendras, avena, coco, entre otros, no solo por una cuestión de cariño y tradición, sino también porque históricamente han sido utilizadas como alternativas a la leche de origen animal debido a su similitud en textura y usos culinarios.
Sin embargo muchos expertos dicen que no las podemos llamar “leche” porque no provienen de ningún producto lácteo.
En realidad, el término “bebidas vegetales” es más preciso desde un punto de vista técnico, pero les seguimos diciendo “leches vegetales” porque han ganado su lugar en la nomenclatura cotidiana, debido a su familiaridad y comodidad de describirlas así.
Tú llámalas como quieras, pero al final del día hay que tener en cuenta este pequeño detalle técnico. Son bebidas vegetales.
Ahora sí, a lo que veníamos:
¿Qué necesitas para preparar tus propias bebidas o leches vegetales en casa?
Preparar tus propia recetas de bebidas o leches vegetales en casa es muy sencillo, basta con que tengas a la mano:
Una licuadora o un procesador de alimentos
Una manta de cielo
Las semillas o granos con los que quieras preparar tu lechada
Puedes preparar todo tipo de bebidas vegetales que quedarán muy cremosas y frescas.
Eso sí, como no tendrán conservadores en absoluto es mejor que prepares la cantidad adecuada para consumir en un par de días (no mas de tres) para que se mantengan en buen estado (ya que su tiempo de vida útil es un poco corto) y luego, una vez que se acabe, preparas más.
En casa solemos ocuparlas para todo: desde smoothies saludables, para el cereal o bebidas calientes; tú podrás escoger el tipo de lechada que quieras preparar dependiendo del uso que quieras darle.
Acá te dejamos 7 recetas de bebidas o leches vegetales que puedes preparar en casa.
‘Leche’ de almendras
La ‘leche’ de almendras es, sin duda, una de las favoritas de todos: muy cremosa y rica en calcio. Su sabor es ideal para combinarla con café, licuados o batidos, galletas, sopas e incluso puedes tomarla sola. La recomendamos especialmente para integrar en recetas de repostería.
Te compartimos esta receta de ‘leche’ de almendras.
Ingredientes:
1 taza de almendras crudas (remojadas durante la noche)
4 tazas de agua
Endulzante opcional (miel, jarabe de arce, o azúcar al gusto)
Extracto de vainilla opcional
Procedimiento:
Escurre y enjuaga las almendras después de haberlas remojado.
Coloca las almendras en una licuadora con 4 tazas de agua.
Mezcla a alta velocidad hasta que las almendras se hayan triturado completamente.
Cuela la mezcla a través de un paño de muselina o un colador fino, exprimiendo bien para obtener la leche.
Añade endulzante y extracto de vainilla al gusto, si lo deseas.
Guarda la leche de almendras en un recipiente hermético en el refrigerador. Agita antes de usar.
‘Leche’ de avena
La leche de avena es quizá la alternativa láctea vegetal más cremosa y similar a los lácteos. Es refrescante y con una textura y sabor ligeros, tal vez un poco dulce, por lo que se convertirá en una de tus grandes aliadas para las recetas de repostería, especialmente en galletas y pasteles.
Te compartimos esta receta de ‘leche’ de avena.
Ingredientes:
1 taza de avena
4 tazas de agua
Endulzante opcional (miel, jarabe de arce, o azúcar al gusto)
Extracto de vainilla opcional
Procedimiento:
Enjuaga la avena bajo agua fría.
Coloca la avena en una licuadora con 4 tazas de agua.
Mezcla hasta que esté bien combinado.
Cuela la mezcla a través de un paño de muselina o un colador fino.
Añade endulzante y extracto de vainilla al gusto, si lo deseas.
Guarda la leche de avena en un recipiente hermético en el refrigerador y agita antes de usar.
‘Leche’ de coco
Es perfecta para utilizar en recetas de repostería veganas, ya que hace que tus platillos adquieran un sabor y textura increíbles por su consistencia dulce y cremosa. También es perfecta para preparar helados veganos, smoothies y otras preparaciones en frío.
Ingredientes:
1 taza de coco rallado
4 tazas de agua caliente
Procedimiento:
Coloca el coco rallado en una licuadora.
Vierte las 4 tazas de agua caliente sobre el coco.
Deja reposar durante 10-15 minutos para que el coco se ablande.
Mezcla a alta velocidad hasta que esté bien combinado.
Cuela la mezcla a través de un paño de muselina o un colador fino.
Guarda la leche de coco en un recipiente hermético en el refrigerador. Agita antes de usar.
‘Leche’ de arroz
Es baja en calorías y muy buena para la digestión –incluso más que la de soya–. Para prepararla sólo necesitas licuar el arroz con dos tazas de agua a temperatura ambiente, y también puedes agregar dátiles para endulzar. Cuela muy bien la leche con ayuda de una gasa o tela, y guárdala en un frasco bien cerrado dentro del refrigerador.
Ingredientes:
1 taza de arroz (puede ser arroz blanco o integral)
4 tazas de agua
Endulzante opcional (miel, jarabe de arce, o azúcar al gusto)
Extracto de vainilla opcional
Procedimiento:
Enjuaga el arroz bajo agua fría.
Cocina el arroz con las 4 tazas de agua hasta que esté bien cocido.
Deja enfriar el arroz cocido.
Coloca el arroz en la licuadora y mezcla hasta obtener una consistencia suave.
Cuela la mezcla a través de un paño de muselina o un colador fino.
Añade endulzante y extracto de vainilla al gusto, si lo deseas.
Guarda la leche de arroz en un recipiente hermético en el refrigerador. Agita antes de usar.
‘Leche’ de soya
La leche de soya es la más conocida y la más versátil, además de todas las bebidas vegetales es la que más se asemeja a los nutrientes de la leche de vaca. La queremos mucho porque es muy versátil y se adapta a cualquier receta, tanto dulce como salada, pero debemos admitir que queda perfecto para recetas de repostería por su textura cremosa. También puedes añadirla a tu café, té o cualquier otra bebida caliente, puesto que espuma bastante bien. Puedes aprovecharla también para preparar quesos o yogures vegetales.
Te compartimos esta receta de ‘leche’ de soya.
Ingredientes:
1 taza de soya seca
4 tazas de agua
Endulzante opcional (miel, jarabe de arce, o azúcar al gusto)
Extracto de vainilla opcional
Procedimiento:
Lava y enjuaga la soya seca.
Hierve las 4 tazas de agua y luego vierte sobre la soya enjuagada.
Deja reposar durante al menos 8 horas o durante la noche.
Escurre y enjuaga la soya.
Coloca la soya en la licuadora con 4 tazas de agua.
Mezcla hasta que esté bien combinado.
Cuela la mezcla a través de un paño de muselina o un colador fino.
Añade endulzante y extracto de vainilla al gusto, si lo deseas.
Guarda la leche de soya en un recipiente hermético en el refrigerador. Agita antes de usar.
‘Leche’ de nuez de macadamia
Es una de las bebidas vegetales más ricas de todas: es cremosa, de sabor dulce y una textura extremadamente suave. Una vez que la pruebes, no querrás tomar otra. Para prepararla, debes seguir el mismo procedimiento que en las anteriores recetas: deja toda una noche remojando dos tazas nueces de macadamia. Después de 12 horas, cuela las nueces y tira el agua en que las dejaste remojando. Licúalas con tres tazas de agua y cuela muy bien la leche. Sírvela en un vaso de vidrio hermético y endúlzala a tu gusto con vainilla o dátiles.
Ingredientes:
1 taza de nueces de macadamia crudas (remojadas durante la noche)
4 tazas de agua
Endulzante opcional (miel, jarabe de arce, o azúcar al gusto)
Extracto de vainilla opcional
Procedimiento:
Escurre y enjuaga las nueces de macadamia después de haberlas remojado.
Coloca las nueces de macadamia en una licuadora con 4 tazas de agua.
Mezcla a alta velocidad hasta que las nueces se hayan triturado completamente.
Cuela la mezcla a través de un paño de muselina o un colador fino, exprimiendo bien para obtener la leche.
Añade endulzante y extracto de vainilla al gusto, si lo deseas.
Guarda la leche de nuez de macadamia en un recipiente hermético en el refrigerador. Agita antes de usar.
‘Leche’ de ajonjolí
Una de las menos conocidas, pero que sin duda tienes que aprender a preparar (porque esta sí no la venden en el supermercado). Es muy fácil de hacer y es muy saludable. Además de que es la leche vegetal que más calcio contiene, tiene un montón de proteína, vitamina D y Magnesio. Ayudará a que desintoxiques tu intestino y es la mejor compañera para tu leche dorada.
Ingredientes:
1 taza de semillas de ajonjolí (sésamo) crudas
4 tazas de agua
Endulzante opcional (miel, jarabe de arce, o azúcar al gusto)
Extracto de vainilla opcional
Procedimiento:
Tuesta ligeramente las semillas de ajonjolí en una sartén a fuego medio hasta que estén fragantes (opcional).
Coloca las semillas de ajonjolí en una licuadora con 4 tazas de agua.
Mezcla a alta velocidad hasta que las semillas se hayan triturado completamente.
Cuela la mezcla a través de un paño de muselina o un colador fino.
Añade endulzante y extracto de vainilla al gusto, si lo deseas.
Guarda la leche de ajonjolí en un recipiente hermético en el refrigerador. Agita antes de usar.
¡Aquí no desperdiciamos nada!: aprovecha el ‘bagazo’ de las semillas para otras recetas
Procura colar bien los restos licuados de almendras y algunas otras nueces o semillas, ya que pueden contener más leche de la que crees. Esta ‘masita’ que sobra se puede aprovechar de mil maneras: para repostería, para hacer galletas o para preparar quesos crudiveganos.
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