Añade estos detalles a tu vestido de novia con los que pondrás un toque de personalización
Es la pieza clave y la más esperada de la boda, porque aunque los novios diseñen y sueñen con otros detalles (como la decoración nupcial, los accesorios, el menú elaborado por el catering o la música del gran día), son muchos los que aguardan el secreto mejor guardado. Hablamos del vestido de novia, el elemento con el que la protagonista del gran día busca diferenciarse y deslumbrar a todos. Lograr un resultado con el que la novia se sienta verdaderamente cómoda y única es todo un reto para los diseñadores y firmas que trabajan en el universo nupcial.
No obstante, en los últimos años, una tendencia llamativa se ha impuesto, para hacer de estas prendas algo mucho más especial: la personalización. Una personalización que no pasa únicamente por idear una pieza a medida, sino que implica, cada vez más, la incorporación de detalles que están íntimamente ligados con los gustos o la historia de la novia, a través de bordados, aplicaciones y juegos de tejidos y texturas. Una propuesta que capta la atención con tan sólo un vistazo y que puede traducirse en creaciones de estilos muy diferentes.
18
A través del juego de texturas
Un tejido y su forma de disponerlo pueden cambiarlo todo. Quizá por ello los diseñadores expertos en la creación de vestidos de novia a medida, aprovechan para demostrar todo su conocimiento mediante diferentes técnicas para tratar sus telas. En esta materia, la diseñadora Castellar Granados es toda una experta y en piezas como esta, creada para una recién casada llamada María, se puede distinguir su maestría con los materiales, al jugar con pliegues que forman una suerte de plisado, acabados con pequeños volantes y diferentes texturas. Una propuesta con silueta columna, corte a la cadera y mangas vaporosas, que resulta de lo más inspiradora.
28
Con aplicaciones o transformando los tejidos
Aunque son muchas las ideas creativas que pueden aplicarse en la elaboración de un vestido de novia, pocas veces se recurre a aplicaciones de inspiración escultural. Es un formato distinto para sorprender en un look nupcial y lo hemos visto en esta novia de Isabel Núñez. En su look, no solo se aplica el plisado y el trenzado del tejido, también se han cosido diferentes detalles en dorado. Así lo explica la reconocida casa, en la red, en referencia a esta pieza asimétrica que ha cosechado multitud de halagos: "Minimal, puro y sensual: el vestido de Marina".
38
Mediante bordados a color
Un toque original es lo que buscan las novias que quieren añadir algo de color a su vestido. Es cierto que los accesorios permiten sumar un detalle inesperado, vibrante y que huya del blanco nupcial al estilismo, pero los bordados alegres son mucho menos populares, pero también más singulares. En el trabajo de la diseñadora gallega Sara Lage encontramos algunos de los mismos, siempre aplicados en su justa medida y empleando la labor manual. En sus redes sociales, cuenta la historia de la propuesta que se ubica sobre estas líneas: "una boda en Extremadura. Un vestido que cuenta una historia. La suya, la de su familia, la de su tierra. Un vestido que es un guiño a sus raíces, a su vida. En cada una de sus etapas. Donde cada detalle significa algo. Un vestido, el suyo. Único. ¡Un placer hacer piezas como esta… llenas de sensibilidad, de cariño y de personalidad!".
48
Jugando al zigzag
Uno de los recursos más repetidos entre las novias de 2024 es disponer diferentes tejidos y técnicas en distintas partes del vestido de novia, formando contrastes que resultan elegantes a la par que novedosos. Es este juego de zigzag el que aplica Isabel Núñez en el diseño nupcial de Elena, en la que tanto el frontal como la espalda (con un broche añejo) gozan de mucho peso. Una propuesta elegante que aporta esa nota personalizada que busca quien acude a un atelier en nuestro país. La creadora ha aplicado todo su saber hacer en esta pieza, tal y como ella misma explicaba a su legión de seguidoras en la red: "combinando seda-lino, organza rústica, bambula, bordados de hilo a mano y nido de abeja".
58
Con un tejido inesperado
Cuestión de horas es lo que tardó en hacerse viral la boda de Isabel en Valencia, desde que su fotógrafo Diego de Rando, la subiera a sus redes sociales hace tan solo unos días. La novia, con un look de tirantes, con cola, con choker a juego, guantes y flores en el pelo, se puso en manos de la afamada creadora Castellar Granados. Lo más destacado de su elección, además de unos accesorios delicados, es la tela de la pieza, con relieve y dispuesta de forma asimétrica. Y es su diseño el que nos demuestra que un tejido poco común, bien elegido, puede dar como resultado un estilismo con esas notas de personalización, poco visto, que dé la vuelta a la red.
68
Con referencias vintage
En ocasiones, los vestidos de novia pueden ser los mejores lienzos con los que hacer un viaje al pasado. La inspiración vintage sirve de referencia a numerosas novias actuales, que encuentran en este tipo de propuestas (normalmente a medida) una oportunidad para recuperar técnicas y estéticas ancestrales y una bella huida de las tendencias caducas, en favor de un look repleto de significado y muy personal. Es el caso de Refu, quien confió en la firma andaluza Teresa Baena para este diseño con grandes dosis de artesanía y referencias a los ajuares de antaño. "El romántico vestido de lino trabajado con delicados encajes y bordados de inspiración vintage, de nuestra novia, Refu", escribía la diseñadora en sus redes sociales, acerca de esta pieza.
78
Apostando por metalizados
No todos los bordados sobre el vestido de novia han de ser, necesariamente, florales o botánicos. En realidad, el abanico de opciones puede ser mucho más amplio y por eso abundan otras opciones como la incorporación de estrellas y elementos cósmicos al diseño, con acabados metalizados. Es una idea que triunfa en las redes sociales y que encontramos en perfiles como el de By Luneville, con Cayetana Torres Souviron al frente, experta en técnica de bordado Luneville, trabajo de alta costura que aprendió en la Escuela Lesage de París y cuyo origen se remonta al siglo XIX. Este bordado con pedrería es una de las opciones más especiales a las que puede recurrir una novia que busque un resultado diferente. En la imagen superior, esta opción sobre un diseño de Claudia Llagostera.
88
Utilizando el layering
Para su boda en Huelva, Asunción confió en el equipo de Carmen Maza, una de las casas españolas con más éxito en las redes sociales. La firma ideó para ella un vestido de novia sencillo, pero con sutiles detalles que lo hacían verdaderamente especial. Apostando por un minimalismo con notas de actualidad, la casa incorporó diferentes tejidos, para obtener dos texturas (una en la parte superior de la pieza y otra en la falda) que podría etiquetarse como layering, la tendencia que apuesta por las superposiciones y que llegó hace cerca de tres años al universo nupcial. Una propuesta diferente que puede declinarse de muy diversas maneras para no obtener un diseño corriente, sino uno muy personalizado.