Yahoo Estilo La vida de Aline Hernández tras el escándalo Gloria Trevi y Sergio Andrade que selló su destino
A raíz de las fuertes declaraciones que por primera vez hizo Gloria Trevi acerca de Sergio Andrade, para una televisora en estadounidense de habla hispana, señalando que en su opinión el sujeto con quien tuvo una larga relación profesional y emocional de muy mal final, "no había pagado lo suficiente [por el daño que perpetró]", resurge otro nombre: Aline Hernández, actriz y cantante que fuera esposa y lanzamiento de Andrade, y que se encargó de destapar por primera vez la escandalosa circunstancia de este caso con la publicación de su libro "La Gloria por El Infierno", aparecido en 1998, cuando solo tenía 23 años, mismo que, junto con las denuncias de los padres de Karina Yapor, dio pie a la investigación policíaca que concluyó con los arrestos del mentado "Clan Trevi-Andrade" en Brasil hace 20 años.
Cuando Aline Hernández inició su carrera a principios de los 90, primero como corista de Gloria Trevi y posteriormente como cantante solista, con un único hit, "Las chicas feas", que era una composición de Sergio Andrade, con letra de la cantante regiomontana, era una adolescente que anhelaba la fama y tenía expectativas poco realistas acerca de la farándula y lo que conlleva. Su despertar a la realidad fue muy duro, pero tuvo un aspecto positivo, que es lo que ella asegura conservar de toda su experiencia: el detener a una persona criminal y truculenta como lo es su exmarido.
Aline apenas tenía 14 años de edad cuando Sergio Andrade entró en su vida, siendo casi 30 años mayor que ella. Deslumbradas por su carisma y sus conexiones en el mundo del espectáculo nacional, tanto Aline como su madre, Josefina Ponce de León, confiaron en él para que cultivara los atributos musicales de la chica, que cantaba, componía y bailaba en festivales escolares pero quería trascender a la fama; Andrade no tardó en manipularla —tal como ella relata en el libro— para convertirla en su esposa, cuando ella tenía solo 15 años de edad y, literalmente (como ella misma ha señalado) no sabía lo que hacía.
Esto dio pie al inicio de una experiencia muy traumática, ya que Andrade la sometió a una serie de agresiones y crueldades en el tálamo nupcial, a donde ella llegó virgen, algo que la afectó profundamente, tal y como lo relató a la periodista Shanik Berman en una entrevista:
"Con él (Sergio) fue mi primera vez, fue una experiencia horrorosa, la peor de mi vida y sé que muchas mujeres se identifican”, Hernández además dijo que: "Me tocó un loco, Sergio Andrade, que es un hombre sádico y violento que constantemente me golpeaba de muchas maneras y que sin embargo yo nunca me defendía. Pensaba "es mi marido y me quiere"... ¡imagínate eso! Me tenía convencida, anulada. Los castigos eran con la mano, o con un cinturón, él es un tipo muy violento, muy agresivo y muy cobarde porque no se metía con una adulta, buscaba adolescentes, chavitas ingenuas, inmaduras, que no pudieran defenderse de él”.
Mucho se habló, cuando apareció el libro y ella dio numerosas declaraciones que implicaban tanto a Andrade como a la Trevi, de que Aline era instrumento en la vendetta personal que surgió entre la temible Paty Chapoy (y todo TV Azteca) y Gloria Trevi, después que la superestrella humillara públicamente a la conductora de 'Ventaneando' (y otrora íntima amiga de Andrade), así como a sus jefes, al dejarlos ella y Andrade, su apoderado, con un palmo de narices e irse con Televisa, con quienes habían negociado un contrato en secreto, lo que dio pie a que —según atestiguaron años después colaboradores del área de espectáculos de TV Azteca — la Chapoy diera la orden: "¡Acaben con esa mujer! ¡Destrúyanla!". Todo esto ocurrió unos meses antes del abrupto retiro de Trevi de las pantallas y su huida a Brasil, coincidente con la primera aparición del libro en el que Aline hacía sus denuncias, estando ya en trámites de divorcio de Andrade, el cuál se dio con carácter de necesario por maltrato.
A partir de entonces, Aline trató de salir adelante con una carrera independiente, incorporándose a las filas del talento de Azteca —esto en ese momento sirvió para reforzar la teoría de los defensores de Trevi de que Aline actuaba como marioneta de la Chapoy y compañía— actuando en algunas telenovelas con papeles menores y conduciendo el programa musical 'Corazón grupero' durante una temporada, mientras buscaba relanzar su carrera como cantante ahora en el rubro del regional mexicano. Ahora es una de las conductoras del espacio 'Al Extremo'.
Si bien no sucedió nada con su carrera a nivel artístico —el rechazo por parte de los fans de Trevi, que se mantuvieron leales a ella, aún pese a su captura y encierro en Brasil y posterior extradición a México, fue clave, haciendo ellos mismos una campaña de desprestigio en contra suya incluso en un tiempo anterior a las redes sociales—, Aline ha buscado mantenerse vigente y ha desarrollado nuevos perfiles, como gurú de wellness y cantando en algunos palenques y eventos, aunque no como principal y sin llevar a cabo presentaciones desde el brote de la pandemia.
La otra vertiente que la ha mantenido vigente, es como conferencista acerca de los daños a la autoestima que puede generar una relación tóxica como la que sostuvo con Andrade: "Si mi historia, lo que me pasó, que fue tan horrible, puede servir para concientizar a otras mujeres o a otras chavas, pues eso es bueno, ya que entonces todas las cosas tan feas por las que pasé, no habrán sido en balde."
Por otra parte, al respecto de Gloria Trevi, que ha visto resurgir su carrera del escándalo con mayor solidez que antes (incluso demostrando ser más querida por el público que la misma Hernández, que no ha vuelto a grabar discos desde 2015), Aline declaró públicamente en televisión que no sabe cómo Gloria Trevi no había contado nunca la verdad de lo que vivió (aunque esto fue antes de que la intérprete de "El recuento de los daños" hablara para 'Primer Impacto' al respecto hace unos días).
“Le recrimino a Gloria que no ha tenido los pantalones ni el valor para sentarse frente a una cámara y decir toda la verdad. Yo personalmente no creo que ella pueda dormir bien por las noches después de todo lo que pasó. Yo me las vi negras, y eso que a mí no se me murió un hijo ni estuve en la cárcel”.
No obstante sus palabras, Hernández señaló que no odia a la Trevi, que no le guarda rencor y le deseaba que siguiera teniendo éxito en su vida profesional. “Ni la odio ni la quiero, simplemente no la admiro como mujer”, algo que, agregó, es su prerrogativa, dado el daño que sufrió a manos de Andrade cuando fueron pareja y del que Trevi fue testigo, sin hacer nada para evitarlo, ni resolverlo.
Actualmente, Aline Hernández sigue muy activa en su plataforma de Instagram, ahora dedicándose a dar consejos sobre nutrición y bienestar, sin descartar escribir otro volumen de sus experiencias posteriores al escándalo, si hubiera una casa editorial que se mostrara interesada en que ella pudiera contar su propia historia de nueva cuenta, dos décadas después de haber destapado aquella cloaca que cambió a la farándula mexicana para siempre.
