A ‘Fiesta’ le sale el tiro por la culata con su nueva estrella

¿Recuerdan un programa llamado Más allá de la vida? Se emitía en Telecinco, y en él, una británica con supuestos dotes sensitivos, Anne Germain, contactaba con los muertos, generalmente, con personas famosas. Se supone que por este formato de Telecinco pasaron fantasmas tan célebres como el de Rocío Jurado, el torero Paquirri o el cantante Antonio Molina, entre otros. Traigo esta producción a la memoria porque ahora el programa Fiestaparece estar haciendo un pequeño revival con un médium llamado Daniel Usón, quien asegura tener el don de hablar con los que ya no están. Sin embargo, este fin de semana el tiro salió por la culata, y dejó una espantada con la que nadie contaba.

Hay que destacar que a Daniel ya lo conocimos hace unas semanas. En este mismo programa, este joven explicó que tiene un poder que ya tenía su madre, su abuela y su bisabuela, y que, por lo tanto, puede ver a personas “físicas y personas espirituales”. Algo que se despertó en él tras un accidente de tráfico, en el que le dieron por clínicamente muerto durante unos minutos, cuando tenía 19 años.

Un concepto que Usón utiliza mucho es el de la sanación. Según su relato, él tiene la necesidad de enviar mensajes de los muertos para que las personas puedan sanar sus heridas interiores, una sanación espiritual que, dice, puede también generar malestar físico si la somatizas.

En su primer tarde junto a Emma García sacó a una mujer del público, a quien se supone que no conocía. Y en una pizarra que tenía a su lado, empezó a anotar cosas, entendemos, según las iba viendo en su subconsciente. Esquemas, fechas, símbolos. A esa persona, que se llamaba Lara, le dijo “gracias, mamá”, de parte de alguien que ya no está. Y que, en el otro lado, estaría acogida por una persona que murió en 1998. Para Lara todo tenía sentido, y se quedó muy impresionada; según narró, tuvo un embarazo que no llegó a buen puerto. Más allá de hablar con los muertos, Daniel presumió de tener el don de ver el futuro, y hasta le recomendó que multiplicase su precaución cuando se subiera en un coche, en especial, con los semáforos y los colores.

Como decimos, Lara recibió de buena gana las visiones de Daniel Usón, pero no todo el mundo que va de público a Fiestaestá dispuesto a pasar por un trance similar. Este sábado, el sensitivo iba a contactar, en teoría, con seres queridos, ya fallecidos, de Ana María Aldón y de Gema Fernández. Pero una chica del público comenzó a tener miedo por el número que se avecinaba. Tanto que Emma García tuvo que interrumpir el transcurso del programa para dirigirse a ella. “Hay personas que sienten verdadero miedo y que se tensan mucho con este tipo de cosas”, comentaba la presentadora. La chica, al parecer, se había tapado los oídos ante lo que estaba diciendo el vidente, y la cámara recogía su nerviosismo. Emma intentaba calmarla, pero sin éxito. Le decían que la cosa no iba con ella; quizá la chica pensaba que, igual que le tocó a alguien del público al azar la vez anterior, ahora iba a recibir ella un mensaje del más allá sin pedirlo. La presentadora le preguntó si quería abandonar el plató, y ella dijo que sí, abandonando su asiento y dando las gracias. “Lo que no queremos aquí es que nadie se angustie”, valoraba Emma García. Danie, por su parte, consideraba que era algo “respetable y entendible”, y mencionaba que para entender “una serie de cosas” se necesita “un grado de conciencia”. Y entonces aseguró que si se está a otro nivel “la sanción no va a ser posible”, volviendo una vez más al concepto antes expuesto. Un poco después, Daniel ya sí contactó con los espíritus de Ana María Aldón, y, habló de un niño que dijo“gracias, estoy bien”, y que sería un aborto que sufrió la expareja de Ortega Cano hace 15 años. ¿De qué me puede sonar esa escena?

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En cualquier caso, Fiesta ha conseguido el efecto contrario al que esperaba con su nueva estrella. Y es que, evidentemente, lo que se buscaba era que la gente prestase toda su atención al número de Usón, pero hay quien decidió irse, levantándose de su silla. Una metáfora de lo que seguro que también hizo más de uno cambiando de canal, al menos, por lo que se podía leer por redes, donde la credibilidad de Usón no fue su punto fuerte.

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