Abuelita decide abrir una antigua y centenaria lata de conservas y este fue el resultado
Los grupos que podemos encontrar en Facebook tratan temas que parecen inverosímiles, principalmente el de los coleccionistas, como el llamado ‘Weird Secondhand Finds That Just Need To Be Shared’ o ‘Cosas raras de segunda mano que deben ser compartidas”, en su traducción al español.
Hace unos días, la usuaria de dicho grupo, Angela Smith, quien radica en California, publicó una foto de una lata antigua de conservas de maíz que había por fin abierto después de muchos años de mantenerla prácticamente intacta.
“Encontré esta lata de maíz en una casa abandonada cuando tenía unos 10 años. Tengo 60 ahora. Lo guardé todos estos años por cualquier razón”, explicaba Angela. “Mi nieta no me creyó que tenía una lata de maíz de 100 años de antigüedad, pero eso no me importó, la saqué de mi cofre de tesoros y decidimos abrirla”.
Sin duda abrir una lata de cualquier conserva que tenga más de 100 de antigüedad puede ser algo que cause cierto temor, asco tal vez, pero sin duda es algo despierta más la curiosidad que la repulsión.
“Honestamente, olía bien... a maíz”, detalló Angela y compartió una foto de la lata abierta. “Nos retamos la una a la otra a comerla, pero ninguna de los dos fue lo suficientemente valiente para correr el riesgo de botulismo y muerte segura”, bromeó al respecto.
Obviamente ninguna se arriesgó a probar el interior y continuó detallando su experiencia: “el interior de la lata estaba asqueroso y olía a oxidado. Tiré la lata. Mi hija me habría matado si hubiese dejado que mi nieta de verdad lo probara”.
La lata en cuestión era de la marca ‘The Great Atlantic and Pacific Tea Company’ o simplemente A&P como se le conocía hasta hace unos años y que fue una de las primeras y grandes cadenas de licorerías y supermercados en los Estados Unidos. La compañía ahora desparecida, fue fundada en 1859 y tuvo su mayor expansión de negocios entre las décadas de los años 20 y 30 del siglo pasado, cuando llegó a operar aproximadamente 16 mil tiendas en diez estados del país y hasta en Canadá. Sus ganancias en aquellos días se calculaban en billones de dólares y fue tanto su poderío económico que tuvo varias veces que enfrentar leyes antimonopolio en el Congreso de los Estados Unidos.
La compañía operó hasta 2015, año en el que se declaró en quiebra. Un año después, las últimas 16 licorerías que quedaban cerraron definitivamente y fueron subastadas a otras empresas minoristas.
El hábito de coleccionar latas antiguas o ‘vintage’ agrupa un enorme ejército de ávidos coleccionistas que pueden pagar una considerable suma de dinero por algún ejemplar ‘nuevo’ o sin abrir, de marcas que ya no existen. Hay páginas de subastas, como Ruby Lane, que muestran un sinnúmero de antigüedades que son la delicia y envidia de muchos de sus usuarios.
Al final, Angela Smith y su nieta no comieron el maíz y calificó todo esto como una “simple y divertida aventura con la abuela”.