Abusos en el set, a filme mexicano

CIUDAD DE MÉXICO, abril 5 (EL UNIVERSAL).- El acoso y abuso en contra de la mujer es un fantasma que se pasea en el audiovisual mexicano: aún después de todo lo generado por el movimiento #MeToo y la implementación de protocolos en rodajes y grabaciones para evitarlos, no dejan de presentarse casos.

"No es algo que pase mucho, pero hay que estar preparados", comenta Mónica Vargas, quien ha estado detrás de cintas como "Noche de bodas", en cuyas producciones se firma un contrato en donde quien falte al respeto, es expulsado.

El tema del abuso sexual llega a cines este fin de semana con el estreno de "Un actor malo", protagonizada por Fiona Palomo y Alfonso Dosal, interpretando a una pareja de histriones que viven un caso de violación en pleno rodaje.

La historia nació cuando el cineasta Jorge Cuchí supo del incidente en "El último tango en París" (1972), en la que el actor Marlon Brando y el director Bernardo Bertolucci jamás le avisaron a la actriz María Schneider que en una escena sexual se utilizaría una barra de mantequilla. María diría años después que se sintió violada.

"Quedó destruida y cuando habló del tema, la respuesta de Bertulocci fue que un artista debía hacer lo que sea. Lamentablemente hay conductas que se siguen repitiendo", dijo Cuchí.

"Cuando empecé a compartir el guión, un actor me dijo que algo así había pasado en una serie que había hecho, que hubo tocamientos hacia una actriz en una escena, ella se paralizó, no dijo nada y se fue al camper del maquillaje donde se rompió, la chava le dijo al director y amonestaron al actor", cuenta el también realizador.

En México no existen datos oficiales de abuso o acoso en el set. El caso más sonado tras el #MeToo, con nombres y apellidos, fue el denunciado por las actrices Vanessa Bauche y Sarah Nichols en contra del actor Pascacio López, mientras grababan "Guerra de vecinos".

Ambas lo señalaron de abuso sexual: Bauche por presuntamente haber recibido un beso en escena, sin estar en guión y, Nichols, por violación. En los dos casos las autoridades no encontraron elementos de culpabilidad contra López.

Una encuesta de EL UNIVERSAL entre productoras arroja mayoritariamente que no han pasado por algo así en sus producciones, pero están preparadas con protocolos hechos precisamente a partir del movimiento #MeToo.

Recientemente, para evitar problemas como el que se muestra en "Un actor malo", llegó a México la figura de coordinador de intimidad, quien cuida que cualquier escena de contacto físico sexual no sólo esté consensuada entre quienes la harán, sino coreografiada.