¿Cómo acabó el príncipe Harry 'en un arbusto' con la modelo Nicola McLean?

A estas alturas, no es ningún secreto que el príncipe Harry era el miembro más travieso y desenfadado de la familia real británica, entre otras razones por las escasas inhibiciones que exhibía durante sus salidas nocturnas y demás eventos sociales. Los tabloides de su país dieron buena cuenta en su momento del carácter fiestero del ahora duque de Sussex, padre de dos hijos con la antigua actriz Meghan Markle, pero lo cierto es que todavía quedan muchas anécdotas por descubrir.

Una de ellas ha sido dada a conocer ahora por la exmodelo Nicola McLean, famosa en el Reino Unido por su participación en diversos programas de telerrealidad. En conversación con el diario The Mirror, la maniquí ha desvelado que en una ocasión terminó "en un arbusto" junto al hijo menor de Lady Di. Pero que nadie se lleve a engaños: la situación nada tiene que ver con un hipotético escarceo amoroso, sino que en realidad muestra la caballerosidad con la que Harry no duda en asistir a quienes más lo necesitan.

Harry y Nicola coincidieron, hace ya ocho años, en la fiesta de cumpleaños del jugador de rugby James Haskell, celebrada en Las Vegas. A lo largo de la velada, la socialité bebió más alcohol de lo debido y a un ritmo intenso, por lo que en solo unas horas empezó a experimentar problemas de equilibrio. Finalmente, Nicola sufrió un traspiés y terminó cayendo sobre un arbusto del jardín cuando trataba de abandonar la celebración, lo que llevó a Harry a tomarle rápidamente del brazo para levantarla y fingir que no había pasado nada.

"Me emborraché mucho y me caí encima de un arbusto. Traté a duras penas de levantarme y no dejaba de pensar en mi marido, ya que no podía verme así de ebria", ha recordado Nicola sobre su esposo, Tom Williams. "Fue ahí cuando Harry me echó una mano y me ayudó a levantarme. Yo estaba en plan: 'No digas nada a Tom', y empezamos a reírnos sin control", ha señalado en su charla con el periódico, en la que también ha definido a Harry como un chico estupendo, muy sociable y para nada preocupado por la imagen que pudiera proyectar en su condición de 'royal'.